• Cotidiano • [TodoDeku]

C32: Tu Mano

Los aplausos inundaron el salón cuando ambos novios terminaron su vals, algunas chicas lloraban, otros grababan y algunos ya estaban con el alcohol hasta el cuello bailando sobre una mesa.

Midoriya aplaudió feliz por sus antiguos compañeros, había sido una boda realmente hermosa y la alegría de ellos se le había contagiado. Aunque se sentía incómodo. Había un amargo sentimiento dentro de él, uno que intentó cubrir con sonrisas y buenas palabras.

Sin embargo, había alguien a quién jamás podría engañar.

—¿Qué ocurre? —preguntó Shoto a su pecoso—. Estás algo distraído, Izuku.

Izuku no le dirigió la mirada, solo siguió viendo a Tsuyu y Tokoyami empezar otra pieza de baile, esta vez con su padre y madre respectivamente junto a todas las parejas que quisieran agregarse para danzar la última pieza y así dar el fin a la boda.

—Pudimos haber sido nosotros —musitó mientras veía el mágico momento que sus amigos estaban viviendo.

—¿Uh?

Izuku volteó a ver a su novio con un puchero en sus labios.

—Pudimos haber sido nosotros —murmuró desviando la mirada—, ya sabes, los primeros en casarnos.

Shoto miró al frente y luego a Izuku. Notó que su novio vio la ceremonia y la fiesta posterior ilusionadamente, casi como un pequeño niño viendo un escaparate repleto de dulces que anhelaba tener.

—¿Cuál es tu manía de ser el primero en todo?

Midoriya sintió el calor explotando a través de sus pecosas mejillas. Todoroki le veía con los ojos entrecerrados y fingida decepción.

—¡¿P-Por qué me dices eso?!

—Creí que querías casarte, no ganar una competencia.

—¡¿Q-Qué?! ¡Un momento...!

—Me siento usado.

Izuku frunció el ceño y le dio un ligero golpe en el brazo.

—No me hagas esas bromas —dijo con cierto enfado.

Él estaba intentando ser serio respecto al tema y Shoto aprovechaba de burlarse. ¡Por supuesto que quería casarse! Lo deseaba completamente. No importaba si era primero, segundo o tercero, realmente estaba ilusionado con la idea de contraer nupcias.

Y Shoto, sabiendo lo ilusionado que estaba, se atrevía a hacerle una broma.

¡Por Dios, que era Shoto haciendo una broma!

Sintió la calidez de la mano izquierda de su novio acariciando su mejilla, tratándole como si fuese una preciada pieza de cristal. Izuku habría suspirado complacido por las caricias tiernas de Shoto si no estuviera enfadado.

—Deberíamos hacerlo ahora —Shoto susurró.

—¿Qué cosa? ¿Bailar?

—No. Casarnos.

Izuku se cruzó de brazos y bufó.

—No más bromas, Shochan.

Shoto le tomó por los hombros y le obligó a voltearse para verse de frente. Izuku se sorprendió al notar la acostumbrada seriedad en su rostro. No, Shoto no estaba bromeando y eso le asustó de sobre manera. Aunque también aceleró el ritmo de su corazón y casi le hizo jadear. 

—¿Qué estás haciendo? —logró preguntar después de boquear como un pez—. ¿P-Por qué aquí?

Shoto ladeó su cabeza sin comprenderlo.