Midoriya miró sumamente perdido el techo, como si fuera totalmente interesante o digno de admirar. Estaba sentado en la silla de mimbre frente al espejo a sabiendas de que perdió la noción del tiempo. Lo único que había hecho fue recordar y recordar, cada momento único y extraño, cada caricia y beso, cada mañana y cada anochecer.
Abrazó sus piernas y escondió su cabeza entre los brazos, el corazón le palpitaba en los oídos y sentía los susurros y palabras de afecto resonando en su mente, avergonzándole al límite de querer esconderse y gritar lleno de euforia.
Cada recuerdo, cada experiencia vivida se repetía una y otra vez. La declaración de sentimientos, los momentos vergonzosos, la primera vez que dijo su nombre, su relación descubierta ante el mundo, cuando conocieron a sus familias, la decisión de vivir juntos, ver su rostro cada mañana y cada noche, todo...
¡Había sido tanto!
Las manos le temblaban y mordió constantemente el labio inferior. Sentía los ojos húmedos y aún ni siquiera había comenzado.
Su boda aún no comenzaba. Pero podía asegurar que sus sentimientos revolotean en su interior y acompañaban a la melodía acelerada y sin ritmo de su corazón.
No vio a Shoto en todo el día y eso realmente le hacía sentir fatal. Las ansias de verle y la emoción se mezclaban de forma tosca y única, sintiéndose en el limbo, un mar de sentimientos que intentaba comprender.
—¡Ya está, el desastre está malditamente armado allá afuera! ¡Nunca vi estupidez más grande, creo que me voy a tirar los cabellos si esto sigue así! ¡Deku-kun...! ¡Maldita sea! ¡¿Dónde está tu traje?! —Uraraka dio tremendo portazo y casi provocó que se fuera de espaldas con todo y silla—. ¡¿Qué haces allí?!
Uraraka parecía estar realmente furiosa, mucho más que en cualquier momento de su vida, ni siquiera en la boda de Tsuyu se le veía tan exasperada. Aunque lucía muy bella con su cabello peinado de manera elegante y el hermoso vestido rosa que traía puesto.
El semblante de Uraraka se suavizo al ver a su amigo hecho bolita en la silla.
—¿Deku-kun?
—Siento que voy a morir.
—¿Qué?
—Me siento mal —murmuró escondiendo su rostro entre sus brazos—. La presión me está matando.
—Tiene que ser una broma, Deku-kun... ¡No me digas que no quieres casarte! —exclamó Uraraka con horror.
Izuku se puso de pie enseguida.
—¡Claro que quiero hacerlo!
Uraraka se llevó una mano al pecho y suspiró aliviada.
—¿Entonces que te sucede?
Izuku se dejó caer en la silla otra vez, retomando su posición de bolita y suspirando pesadamente.
—No lo sé, es solo que recuerdo mucho, pienso mucho y... ¡no lo sé!
—¡Ese no lo sé no ayuda! ¿Tienes idea del desastre que hay allá abajo? ¡Mina contrató a los mismos fotógrafos de la boda de Tsuyu!
—¡P-Pero si nosotros contratamos a unos también!
—¡Los trajo para fotografiar por ella! ¡Quiere fotos en ultra calidad y primer plano! ¡Dice que las venderá y se hará un álbum personal! ¡YaoMomo se está haciendo cargo de la organización y creo que se volvió una sargento militar! ¡Jirou-chan está comprobando por décima vez el equipo de sonido! ¡Tenya está amenazando al juez sobre que no olvide sus líneas o le pondrá una demanda! ¡Toru-chan se hizo amiga de los floristas y consiguió más flores de las que necesitábamos! ¡Bakugou-kun golpeó al chef jefe a cargo y tomó su lugar! ¡¿Y sabes qué es lo peor?! ¡Sero-kun tuvo que amarrar a tu futuro esposo porque no se quería quedar quieto! ¡¿Y ahora a ti te comen los nervios?!
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• Cotidiano • [TodoDeku]
FanfictionEran una pareja normal, al menos eso debían suponer. Uno era el Símbolo de la Paz y el otro el Héroe Número Dos. Pero también eran Midoriya Izuku y Todoroki Shoto, una pareja que pasaba por situaciones absurdas y cotidianas. [TodoDeku] ♡ Fic Termina...