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C6: Regalo

Yaoyorozu se detuvo en medio del pasillo en cuanto escuchó a su compañero decir aquellas palabras. Cerró su libro para mirar directamente incrédulamente a Todoroki, quien no dijo nada más.

—¿Un regalo? ¿Para Midoriya- san? —preguntó sin saber si escuchó bien. Todoroki asintió sin siquiera vacilar y la duda saltó a su mente—. ¿Es su aniversario?

—No.

La respuesta fue corta y seca, no dio mayores detalles y la chica decidió probar suerte. En todos esos años de amistad con Todoroki, Yaoyorozu se vio forzada a aprender cómo sacarle información.

—No recuerdo que sea su cumpleaños...

—No lo es.

Yaoyorozu llevó una mano bajo su mentón.

—¿Celebran su mesiversario? 

La palabra se sintió extraña en su boca, demasiado moderna y escasa de sentido, había escuchado esa palabra de Uraraka anteriormente. Sin embargo tampoco funcionó, porque Todoroki hizo una mueca y negó.

—No celebramos eso. 

Ni para él ni para Midoriya parecía importante cumplir un mes de relación. Llevaban muchos de todas formas.

—¿Entonces por qué quieres darle un regalo...?

Todoroki lo pensó un poco. Era cierto, no había fecha especial o algún evento importante, pero por alguna razón se levantó con ganas de hacer esa sonrisa preciosa de su novio aún más grande y animada.

Se percató de la mirada de Yaoyorozu, cierto, ella esperaba una respuesta y él no la tenía.

Porque no había razón realmente.

—Solo quiero darle algo, pero no sé exactamente qué...

—Para Midoriya-san... —Yaoyorozu divagó—. Él realmente es un gran admirador de All Might, pero dudo mucho que aún exista alguna mercancía que no tenga. —Le miró y Todoroki negó dándole la razón—. Es realmente difícil si ya no está All Might en las opciones.

Todoroki suspiró. Si Yaoyorozu no sabía qué, aun cuando era brillante y ocurrente, quería decir que en serio estaba en aprietos.

—¡Ah!

—¿Pensaste en algo?

—Algo así, aunque más bien, "algo" lo pensará. —Yaoyorozu sonrió, sacando su teléfono desde su cinturón.

En el departamento solo se oían los cortos comentarios de la televisión debido a lo rápido que era cambiado de canal. Midoriya podría jurar que era la quinta vez que le daba vuelta a la programación y aun no encontraba nada interesante.

Cuanto odiaba esos días libres.

Los dos primeros días fueron de maravilla, porque Shoto también debió tomar reposo por su brazo derecho y así ambos estuvieron muy a gusto. Los dos con un brazo inútil, pero felices. El problema fue cuando Shoto se recuperó primero mientras que a él le perduraba la fractura en su brazo. Por ello era obligado cruelmente a guardar reposo ya que los directores de su agencia le prohibieron trabajar.

Aunque realmente temía más a sus amigos y novio que inmediatamente irían a recriminarle  en cuanto pusiera un pie afuera.

Apagó la televisión y movió inquieto sus pies. Izuku miró a su alrededor y por primera vez sintió ese departamento demasiado grande.... le hacía sentir solo, demasiado solo.

¿Sería demasiado quitarle a la sociedad a su héroe de doble quirk por un par de horas...?

Se sobre saltó en cuanto el timbre sonó. Eso era bastante extraño, normalmente sus amigos llegaban brutalmente por el balcón o le llamaban antes. Abrió la puerta esperando ver un rostro humano, pero en su lugar, un gran y adorable oso de felpa estaba sentado en el suelo.

—¿Qué...? —Se escapó de sus labios ante la gran y pomposa figura—. ¿Una broma? No creo...

Miró hacia ambos lados para asegurarse de que no había nadie más en el pasillo, el oso simplemente pareció ser dejado allí. Se hincó para apreciarle de cerca, simulaba un pelaje castaño pero el forro interior de las orejas era de un color rojo y el otro blanco, rió al recordarle a su novio. Algo más llamó su atención, había una pequeña nota en su felpuda mano.

Sin quitar la sonrisa de su rostro producto a la emoción de ese detalle, leyó la pequeña nota.

"No estamos celebrando nada, sólo creo que cada día contigo es especial.

- Shoto"

Abrazó el peluche en un impulso de ternura, realmente era muy suave y adorable. Levantó el oso riendo, era bastante grande. ¿Ahora dónde se suponía que lo pondría? Por ahora solo había decidido que sería su compañía en el sofá, porque dudaba mucho que Shoto aceptara otro inquilino en la cama.

Tal vez él también buscaría un regalo, porque Shoto tenía razón.

Aunque en ese momento estaban separados, de alguna u otra forma siempre estarían juntos, amándose, extrañándose...

Cada día con él era especial.