Capitulo 17: Opss!

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Brooke miraba primero a Damián, luego a mi y luego a nuestra hija. Y el dolor y rabia en sus ojos era perceptible a vista de todos.

-¡¿Por salir con ellas deshiciste los planes que habíamos hecho juntos?!-La voz de Brooke era muy indignada y dolida. Era normal que se encontrara así. Debía ser horrible que tu novio cambiara los planes que tenia contigo, por salir con su ex y su hija.

En cierta parte me sentí culpable. Nosotras habíamos insistido en que Damián saliera ese día sin considerar que estuviera de cumpleaños y que quizá ya tenia todo organizado para este día.

-Yo...-Trate de hablar, pero la chica con su tono de voz mas alto me interrumpió.

-¡¿Y como es eso de que tienes una hija?!-Observe como su rostro se descomponía, sus ojos se cristalizaron, y ahí me dolió mas profundo. 

-No, Brooke. Déjame explicarte...-Trató de decir Damián con su voz apenada.

-¡No quiero escucharte!-exclamó Brooke antes de desaparecer de nuestro campo de visión.

-¡Brooke!-Gritó Damián dispuesto a ir tras ella. Pero antes de eso se detuvo y nos miro a ambas- Lo siento, Alex. Te hablare después.-Dijo antes de sonreirle a Loretta y correr tras Brooke.


Verlo marcharse así realmente me dolió, y ahora no era por casi ver las lagrimas de la chica. Me dolió al ver que él tenia a alguien en su corazón que atesoraba mucho.Fui demasiado tonta al imaginar algo que no era. Si, estaba bien. Nosotros nos teníamos confianza, pero algo así como de amigos. Eso me acababa de dar a entender, y eso hacia que mi corazón se estrujara mas y mas. Me aguante las ganas de llorar, no lo haría delante de mi hija por ningún motivo. Ademas de que ella prácticamente se encontraba en shock.

-¿Quien era ella mami?-Me preguntó con su voz inocente. O sea era obvio que yo no tenia nada con Damián, pero mi hijita al parecer no lo entendía así. No le mentiría mas, ella debía saber todo tal cual era, desde ese momento.

-Ella...-Mi pecho quemaba, no quería decirlo. No quería que las cosas fueran así. Pero eran. ¿Por que no podía cambiar las cosas? Quizás si Damián hubiese estado soltero... Pero ya habían pasado cuatro largos años. Era obvio que él no me esperaria por siempre. Y eso me ardía mas en el pecho-... ella es la novia de tu papá.

La carita de confusión de mi niña era épica. ¿Cómo le explicaba aquello?

-¿No eres tú la novia de papá?-Su inocencia hacia que mi corazón revolcara mas y mas, comencé a respirar mas rápido, cuando entendí que debía marcharme de una vez. No podía derrumbarme frente a Loretta. 

-No, mi amor. Después lo entenderás- Me limite a responder y la tome de la mano. Me negué a hablar a pesar de que ella insistía en que le explicara. Me sentía sumida en mis pensamientos. Me encontraba triste, y a Loretta le había afectado de igual manera. 

Solo esperaba que Damián me ayudara posteriormente  a explicárselo para que ella lo entendiera.

(...)


Sam estaba frente de mi. Me miraba fijamente, y yo sabia que trataba de buscar algo para darme ánimos. Pero al parecer no lo encontraba y así lo confirmo cuando me hablo después de largos minutos.

-No se que decirte, Alex.-Suspiró.-Es todo muy complicado, y podría decirte muchas cosas; por ejemplo, que te la juegues por el tonto de Damián, es obvio que aun sientes de todo por él, pero seria injusto para su novia. Podría decirte que le digas a Loretta, pero ella debe hablar con ambos. Y podría decirte que lo olvides, pero es obvio que te costara un mundo...-Sam tenia razón. Ella siempre veía las cosas de distinta manera y de forma objetiva.

Al final todas las cosas que decía tenían algo en común... la que terminaría con el corazón roto seria yo.

Quizás todo eso había sucedido por mi culpa, si yo le hubiera dicho a Damián que estaba embarazada antes, nada de esto hubiese pasado.

Fui terca, fui egoísta, y ahora me arrepentía de ello.


Fui al trabajo y  llegue bastante temprano junto con Sam, ella fue a ordenar las mesas mientras que yo fui a ver cual seria nuestro postre del día que iba junto al menú.

Sentí su presencia cuando cruzo la puerta y me habló. Se escuchaba con culpabilidad, así lo percibí.

-Alex...-Me di la vuelta a observarlo, tenia sus ojeras marcadas, no tenia idea de lo que había pasado con su novia y no me atrevía a preguntar. Pero de todas maneras sentía que cualquier tipo de problema entre ellos era mi culpa.

-Yo lo siento tanto, Damián.-Dije rápidamente poniéndome justo en frente de el, levante la mirada encontrándome con sus ojos. Él era mas alto, le llegaba prácticamente al pecho. Sus ojos me observaron quizá analizándome, o quizá esperando a que terminara de hablar, así que proseguí-...Yo no quería causarte problemas con Brooke. De verdad lo siento.- Él sonrió suavemente de medio lado.

-No fue tu culpa, Alex.-Explicó- Yo fui el que suspendió todo para salir con ustedes, así como también omití la información de Loretta.

-No se que decirte, Damián.-Suspiré- Siento que esto es mi culpa.

-Si te hace sentir mejor... Ese fue el mejor regalo de cumpleaños que pudiste haberme dado...-Yo lo mire, tenia una una sonrisa radiante en la cara, que me hizo sonreír de vuelta.

-No es tanto, Loretta merecía saber la verdad.-Le dije restandole importancia- ¿Tuviste muchos problemas con Brooke?-Me atreví a preguntar independiente de que no debería haberlo hecho. Él suspiro pesadamente.

-Brooke es algo complicada, pero lo entenderá...-Explico.

-Me alegro...-Simplemente respondí, a pesar de no fuera del todo cierta mi respuesta.

-No tienes que mentirme, se cuando tu sonrisa es falsa.-Rió, a lo que yo no me pude resistir.

-Me conoces tan bien, Damián.-Respondí aun riendo.

-Cambien quería pedirte disculpa, Alex. Por todo el drama del otro día. No quería que terminara así.

-No te disculpes, no fue tu culpa...-Le dije, hablábamos tan pacíficamente, que mi cuerpo por un leve momento se sintió en paz. Sin embargo, rápidamente mis hormonas y cuerpo se revolucionaron de manera impresionante cuando de la nada, me abrazó.

Me quede en shock, pero segura de que no quería separarme, su olor entro por mis fosas nasales sintiendo su tan especial perfume. Nunca lo había cambiado y seguía provocando algo en mi.

-No se que hice para conocer a una persona tan grandiosa como tú...-Respondió. Eso hizo que mi corazón latiera con fuerza y que mi estomago revoloteara a gran velocidad.

No quería separarme de él, quería hacer durar este momento lo mas que fuera. Me gustaba imaginar que todos los días podrían ser así, pero eso seria pedir demasiado, ¿no?

-Opss! Lo siento...-La voz de Anna hizo que los dos  nos separáramos rápidamente, sentía mi mejillas sonrosadas y Damián también tenía su rostro avergonzado. Anna así como entró se marchó, y yo no me atrevía a mirarlo a la cara.

-No vemos mas tarde, ¿si?-Dijo Damián saliendo rápidamente del lugar dejándome con mi pulso a mil.

Estaba actuando como la adolescente que solía ser antes con él. Cuando teníamos algo...

Cooking Our LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora