Capítulo 18: Last Name

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Loretta se encontraba feliz. Nos juntaríamos con Damián para un breve paseo por el parque. Mi niña estaba entusiasmada puesto que Damián iría a su presentación para los padres. Ella ya tenía al suyo por que se había preparado para que todo saliera bien.

-¡Papi! - Grito la niña corriendo.

-¡Hola princesa! - Dijo Damián abriendo sus brazos. Loretta lo abrazo con fuerza mientras yo sonreía.

-Hola Damián - Dije cuando se separaron. Él se acerco a mi besando mi mejilla.

-¿Cómo estas, Alex? - Preguntó el chico con sus intensos ojos azules.

-Muy bien. - Responiendo.

-¡Quiero helado! - Loretta llamó su atención

-Pues vamos-Damián la tomo de una mano mientras que yo la tome de la otra y comenzamos a caminar.

Cuando llegamos a un local, ambos pidieron un helado de vainilla. Mientras que yo uno de fresa, Loretta hablaba y hablaba sin parar de su presentación en el jardín hasta que de repente cambió de tema drásticamente.

-¿Papá? ¿Por qué mamá no es tu novia? - la pregunta lo pilló por sorpresa. Él me observó  y descubrió que yo estaba igual de sorprendida que él.

-Porque hace mucho tiempo no estamos juntos-respondió.

-¿No la quieres? - levanté la vista a Damián. Yo igual quería saber esa respuesta sabiendo que quizá me rompería el corazón.

Damián suspiró sintiéndose acorralado entre las preguntas mi hija.

-Loretta-advertí suavemente. Pero Damián para sorpresa mía sonrió.

-Yo quiero demasiado a tu mamá-respondió. Vi sus ojos y eran sinceros. Él de verdad me quería. Aunque eso no significaba que fuera como yo pensaba, quizas me tenía un simple cariño por lo que habíamos vivido juntos.

-¿Entonces por qué tienes otra novia? - volvió a preguntar. Él suspiró.

-Pues por que yo decidí viajar por mucho tiempo. Y tu mamá no podía esperarme. - Respondió seguramente deseando que Loretta dejara de preguntar.

-Pero ella sí te espero. ¿Por qué tu no? - preguntó.

-Suficiente Loretta - Interrumpí yo. Lo estaba poniendo en una situación muy incomoda.

Damián me miro intensamente y no supe descifrar el porqué.
Loretta refunfuñó al darse cuenta de que no podía preguntar más. Y yo agradecí que no lo hiciera. Damián sacó otro tema de conversación por lo que el ambiente rápidamente se aligero.

Después fuimos al parque. Loretta subía una y otra vez por el resbalin riendo incontrolablemente. Damián y yo nos sentamos en una banca a observarla.
Él sonreía y veía a mi hija como un tesoro. Que era nuestro y me hacía muy feliz.

-¿De verdad me esperaste? - Preguntó de la nada. Yo lo mire algo anonadada por la pregunta. Al parecer era algo que no había dejado pasar.

-No se si lo llamaría esperar...- ¿Qué le podía decir? Damián, te espere como una estupida inconcientemente todos estos años.

-¿Entonces? - insistió.

-Digamos que por largo tiempo tuve la esperanza de que me buscarás. - Lo mire con resignación. Sea cual sea mi posición ya era tarde.

-Me hubiera encantado que todo fuera distinto - Me contó.

-¿Cómo distinto? - pregunté.

-Haber estado ahí durante tu embarazo; ver los primeros pasos de Loretta, sus primeras palabras. El haberte hecho feliz. - Sus palabras me conmovieron mucho. Yo igual lo había imaginado. Sin duda eso hubiese sido perfecto.

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