Acosado Por Un Psicópata [BL]

Capítulo 25

No se cuanto tiempo ha pasado, lo único que podía sentir era como la persona sobre mí continuaba embistiendo mi cuerpo con su miembro incluso después de haber eyaculado tres veces ya.

Mi cuerpo había perdido toda energía, pero el placer que recibía no parecía desaparecer.

—Mi cuerpo.... mi cuerpo arde —murmuré, sin saber si la persona sobre mí era capaz de escuchar mis palabras o no.

Mi mandíbula fue agarrada, recibiendo otro beso que me dejaba débil y sin aire. No me gustaba, era tan diferente a la forma en la que me besaba Jack, era lo único que me decía que la persona frente a mi no era él.

Sin importar cuánto intentara engañar a mi mente, mi corazón sabía que Jack no se encontraba aquí.

—Tu cuerpo ahora tiembla con el simple roce de mis dedos —río, deslizando su mano por mi abdomen—. Me pregunto si llegaras a volverte adicto a esto.

Agarró mi cintura, volviendo a mover sus caderas rápidamente hasta golpear el punto que me hacía temblar de placer.

Sus movimientos eran agresivos y apasionados, como si se hubiera vuelto adicto a la sensación del placer. No fue hasta que lo escuché gruñir y sentí como un líquido invadía mi cuerpo que se detuvo.

—Eso es todo por hoy —sonrió, besando mis labios y párpados—. Perdón por venirme dentro de tí, no pude resistir.

Su rostro estaba enrojecido por la emoción y cansancio, pero sonreía como un niño que había logrado probar su dulce favorito. Aún veía el rostro de Jack, pero mis ojos ya se estaban cerrando por el cansancio que me llegó después de que todo había terminado.

No quería cerrar los ojos, quería seguir viendo el rostro de Jack, porque era consciente de que cuando los volviera abrir, ya no estaría aquí.

Lamentablemente, sin importar lo que deseaba, terminé cayendo inconsciente.

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Al abrir los ojos, me di cuenta que me encontraba acostado en la cama con una nueva prenda de ropa encima. William no se encontraba alrededor y no sabía cuánto tiempo había pasado ya que las ventanas se encontraban cerradas, pero mi cuerpo se encontraba limpio.

La única evidencia de lo que sucedió eran las marcas de besos y mordidas en mi cuerpo, sin mencionar el dolor en mi cintura y trasero al moverme.

Al recordar como imagine estar con Jack antes, no pude evitar sentirme mal.

Intenté despejar mi cabeza y levantarme de la cama, pero mis piernas apenas pudieron soportar el esfuerzo y caí rendido al piso, golpeando mis rodillas. Antes de poder quejarme del dolor, me percaté de que la cadena en mi tobillo había desaparecido.

No podía comprender la razón de esto, pero debía aprovechar la oportunidad de que William no se encontraba presente para salir de aquí y buscar a mi padre.

Tenía un mal presentimiento al recordar las palabras que William había dicho antes, y dudé al pensar que tal vez todo era una trampa y él estaría del otro lado de la puerta esperándome.

Sin embargo, no podía rendirme sin intentarlo. Al menos debía encontrar a mi padre, él tiene que estar a salvo.

Al calmar mi mente y tomar una decisión, me acerqué a la puerta lentamente.