Prólogo

1.9K 219 165
                                    

Tal vez fue simple coincidencia, o tal vez no... dos hipótesis opuestas, y tenemos a la más conocida.

En un principio, el universo estaba denso y caliente. Hasta expandirse.

Al enfriarse ¡Sorpresa! Aparecieron las partículas subatómicas.

Una gran explosión dio origen a lo que somos, compuestos principalmente por Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno.

¡Autótrofos comenzaron a babear!

El principio se basó en una fracción de segundo y las partículas tenían una energía muy alta. Luego vinieron los neutrones, electrones y protones. Estrellas y quasars. Y por último las galaxias.

¡Fondo cósmico de microondas!

Y pensar que tuvieron que pasar aproximadamente 14 mil millones de años para llegar hasta este punto.

Filósofos y científicos. La religión contra las teorías.

Exactamente hasta este espacio-tiempo. Donde todo está más estable y aún hay mucho que descubrir.

Un universo en el que conoceremos a Frank Iero. El pequeño erudito o como muchos lo llamaban “superdotado”, una de las grandes mentes, como las que hicieron posible el que ahora te encuentres leyendo a través de ese aparato electrónico.

Remontándonos a una época de soleadas mañanas, un niño caminaba abrazando sus libros, por los pasillos de su escuela pública. Sus compañeros lo miraban indiferentes, muchos de ellos lo golpeaban, empujaban o insultaban. Mientras él, trató de evadir aquellos tratos con libros sobre física, científicos reconocidos y haciendo de ellos unos modelos a seguir.

A los 10 años su situación no había cambiado, a pesar de que una mañana sus docentes habían descubierto su gran potencial y aquello lo condujo a una institución de niños brillantes o, de niños con dinero para pagarla.

En cualquier lugar todo sería igual, él seguiría siendo el marginado y lo único que tenía era un IQ de 190.

Fuera de eso todo están bien, o bueno... relativamente bien. Ahora Frank era un joven como cualquiera, pero a diferencia de los demás él estaba a punto de graduarse de la universidad, a los 15 años sin duda era algo admirable.

Además de su capacidad intelectual, tenía una madre ejemplar, soltera, alegre y sin duda hermosa. También tenía un mejor amigo, alguien llamado Ray, lo conoció en la universidad y era dos años mayor que él.

Dentro de su circulo amistoso existía un chico llamado Patrick, de mente brillante y personalidad introvertida.

Y si se puede considerar un conocido, también estaba el extraño Gerard... su vecino de ojos esmeralda y piel pálida. Jamás lo hubiera conocido de no ser porque, aquél chico, era quien maltrataba a Frank cuando eran niños.

Sin embargo, el describir la vida de un pequeño intelectual no es prioridad, al menos no su infancia.

Varios científicos han creado sus teorías, hipótesis y han llegado a conclusiones indiscutibles... o al menos lo han intentado.

Así como Frank Iero trató de llegar a una conclusión sobre aquél extraño sentimiento que emanaba desde lo más profundo de sus sentidos.

Así como partió de una hipótesis y llegó a una conclusión.

Así mismo, llegaremos a conocer...

El teorema del amor.

El teorema del amor [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora