El teorema del amor [Frerard]

22. Sin título por contenido poco convencional

Desde el otro lado de la puerta del baño se escuchan unas fuertes arcadas y los quejido de Frank, permaneció así por unos minutos más hasta que sus amigos decidieron tocar la puerta otra vez, los tres permanecieron en el pasillo, escuchando como el agua del lavamanos empezaba a correr.

Poco después, Frank abrió la puerta, tenía un aspecto demacrado,  su piel estaba demasiado pálida y por lo que se veía, había llorado.

—Creo que ya no podremos ir a la convención — dijo Frank dirigiéndose a su habitación.

Los tres le siguieron por detrás.

—Anthony, eso no importa ahora...

—De verdad, lo siento — se disculpó recostándose en su cama.

—Frankie — Gerard se acercó a él y se sentó en el borde de la cama —. No debes disculparte, está bien... lo que ahora importa eres tú.

—El idiota tiene razón, Anthony — añadió Ray —. Debes ir al hospital, ahí nos dirán de qué te enfermaste.

—¿Qué? Pero yo odio los hospitales... con todas esas personas enfermas y... y...

—Suficiente, Frank — habló Patrick —. Nadie te pidió tu opinión con respecto a los hospitales, además  estás enfermo... debemos ir al hospital ahora.

—Pero... no es nada.

—Sí, ajá... te enfermas con más facilidad que todos nosotros. Y sí no es nada, quiero que me lo diga un doctor.

—Llamen a Mikey.

—Mikey aún no es doctor de verdad ¿no es así?

—Es cierto, mi hermano aún trabaja en ello — siguió el pelirrojo —. Vamos al hospital, nos dirán que es lo que tienes y ya... te recetarán algo y volveremos a casa.

Frank se rehusó a ir a un hospital, pero ninguno de sus berrinches fueron suficientes ya que, en menos de una hora, los cuatro ya estaban sentados fuera de un consultorio esperando ser atendidos. Frank aún se quejaba en voz baja y se aferraba al brazo de Ray, suplicándole por salir de ese lugar.

Una enfermera salió de una puerta y llamó a Frank. Este se puso más nervioso e hizo el ademán de irse, pero su amigo Ray lo detuvo.

—Yo te acompaño — le dijo Ray guiándolo al consultorio.

Frank sólo pudo asentir y resignarse.

Ya dentro del consultorio, ambos estaban sentados frente al escritorio del doctor, quien le hacía algunas preguntas a Frank sobre sí había ingerido algo. Finalmente sólo quedaron hacer las pruebas, Ray pidió que le realizaran todo tipo de pruebas para asegurarse de que Frank estuviera bien, además el doctor no les daba ni un diagnóstico aproximado.

Las pruebas tardaron mucho y Ray tuvo que esperar, al finalizar, el doctor les dijo que podían recoger las pruebas en dos días. ¡Dos días para un simple dolor de cabeza! Todos estaban exagerando.

—No creo que sea nada grave — mencionó Patrick.

Ya estaban en el automóvil de Ray, como siempre, el de afro y Frank se sentaban en los asientos de adelante y Patrick junto a Gerard se sentaban en los asientos de atrás.

—Lo sabremos en dos días — concluyó Ray con la conversación casi nula que se mantenía dentro del automóvil.

Llegaron al departamento, Gerard se quedó a cuidar de Frank todo el día. Patrick se quedó a dormir ahí porque se supone que irían de viaje. El cual fue cancelado.

Y los dos días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, entre las quejas de Patrick por no haber asistido a la convención de cómics, y el empeño de Ray y Gerard por mantener a Frank lleno de cuidados. Nuevamente, los cuatro se encontraban esperando en la recepción. La misma enfermera de la otra vez llamó a Frank, este se puso de pie y por un segundo dudó.

—¿No podemos entrar todos? — le preguntó Ray a la enfermera.

Ella los observó por varios segundos, finalmente sonrió y asintió.

—Está bien, pero por favor guarden silencio.

El doctor los recibió e hizo que se sentarán en los sillones, mientras él se dedicaba a abrir un sobre en donde seguramente estában los resultados de Frank.

—Veamos — comenzó el doctor poniéndose unos lentes —. Eres un chico muy saludable, Frank.

—Por favor, dígame algo que no sepa.

—En un momento, pero asegúrate de estar bien sujeto a la silla...

—¿Eh? — Frank puso su mejor cara de miedo.

—Bien... ¿sabes cómo funciona la reproducción humana?

—Tengo un IQ de 190 y dos doctorados.

—Está bien... sabes, normalmente estás cosas no son posibles... como doctor se me dificulta explicarlo de una manera coherente. Pero espero que puedas entenderlo.

Frank volteó a ver a sus amigos, como si estos supieran de que estaba hablando el doctor. Al contrario, ellos estaban más confundidos.

—¿A qué se refiere?... No es de mi interés recibir una clase de biología, sólo quiero saber que me ocurre y volver a casa para ver Star Trek.

—Bueno, ¿desea que sea directo? Lo seré... está embarazado, Frank.

El avellana quedó estático, no se movía, ni siquiera parpadeaba, sólo... estaba ahí. Hasta que finalmente pudo hablar.

—Está bien... Ray, Patrick, muchas veces ya les dije que no entiendo los chistes, no debieron planear algo como esto — dijo viendo a sus amigos.

—Pero nosotros no...

—Aprecio este intento, pero ya ven... no funcionó. No trajeron una cámara o algo así ¿verdad?

—Anthony,  nosotros no planeamos esto.

—Ray, no es necesario que sigas mintiendo — sonrió —. Llévame a casa.

—Frank — interrumpió el doctor —. Deberías escuchar a tus amigos, esta no es una broma. Comprendo si ahora te sientes confundido, cualquiera en tu lugar lo estaría... las posibilidades de que un hombre quede embarazado sin mínimas, para empezar los hombres no cuentan con la anatomía necesaria para el desarrollo embrionario y fetal. Pero el mundo es tan grande y el universo es tan confuso que al parecer tú eres... una excepción... pero tranquilo, no eres el único. Hay personas como tú, en un porcentaje mínimo pero si hay.

Frank sólo alcanzó a parpadear, no podía hacer más. Todo esto lo había dejado sin palabras. Por otra parte, un pelirrojo sentado en uno de los sofás del consultorio, no había pronunciado ni una sola palabra. Aún estaba procesándolo todo.

Mucho después Gerard se puso de pie involuntariamente,  pero no fue el único. También lo hizo Ray.

—A ver... — habló el de afro —. Si todo esto es cierto quiere decir que... ¡el idiota violó a Anthony!

—¿Qué? No yo no...

—Oye, Gerard — le llamó Patrick —. Mejor corre.

Gerard no lo pensó dos veces y salió corriendo del consultorio. Al igual que Ray, pero este último tenía intenciones de matarlo y posiblemente lo lograría.

Inmediatamente Patrick sacó su celular y comenzó a grabarlo todo.

—¿Qué haces? — cuestionó Frank saliendo del consultorio.

—Grabando el momento... ¡esto es épico!... ¡vamos hay que correr tras ellos!

El rubio tomó de la mano a Frank y salieron corriendo tras Gerard y Ray.

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Por eso chicos deben usar condón okno xD. ¿Creen que Ray golpee a Gerard?

Bien ahora una pregunta importante, ¿les gustaría ser parte de un club? Okno... O sea quiero hacer un grupo de Whatsapp con ustedes. Para pasar el rato y desahogarse, si quieren pues... díganme y lo creo. Apuntense y les paso Link para que entren :v necesito amigos xD

Bien, los que no me ignoren se irán a los campos Elíseos.

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