Del Angel al Dragon

Lothar Bargath: El Dragon Rojo

Definitivamente eran días aburridos en la Dracopolis. Esperando a que partiéramos en la misión a Xanthia, durante el dia intente mantenerme ocupado, asistiendo a sesiones de entrenamiento de Guerreros Dragon y ayudando en el entrenamiento de los jóvenes, con la esperanza de terminar lo suficientemente agotado como para dormirme tan profundamente que no recordara nada al otro dia, como si hubiera bebido antes de de dormir. Ahora estaba en mi habitación en el Bastion Principal, extenuado, mirando por el balcón. Draan ya estaba acomodado en su cojin durmiendo tranquilo. Me estire un poco y sentí como los musculos de mi cuerpo ardían, estaba exahusto y me fui a desplomar a la cama, pero antes de dormirme rápidamente pensé en que no estaba “suficientemente exahusto” y me dormi para enfrentarme nuevamente a mis pesadillas.

Habia sido un estupido creyendo que me preparaba en secreto para vengarme de Xanathos. Que había logrado pasar años entrenando casi frente a la nariz del Angel, burlándolo y siendo mas astuto que el. El supo lo que hacia en todo momento, supo que robaba comidas, supo que iba a su encuentro. Todo mi plan fue un fracaso.
Pero al menos Draan y yo seguiamos con vida, y aunque no queria dar credito a las palabras de Xanathos, tenia razon en que mi siguiente paso era ir a buscar conocimientos con los Dragones. El problema era como llegar hasta ellos.
Esa misma noche robe unas ropas y comence a deambular por la ciudad de Xanthia, ahora sin que me importase que alguien me viera.
Deambule por varios dias y de a poco comence a robar no solo para comer, si no tambien para comprarme cosas que necesitara; ropas, articulos y bebida. De a poco mis necesidades fueron quedando todas atras y lo que conseguia lo ocupaba totalmente en bebida.

Pase muchas noches ebrio, pensando en como llegar hasta donde los Dragones o tambien en si valia la pena todo eso.
Pero lo valia, claro que lo valia. Asi que reuni suficientes articulos como para lanzarme en una larga travesia por las montañas. Llegaria hasta los Dragones, o moriria en el intento.
Camine por el norte de Xanthia hasta llegar al Hierro. Ahi recopile las ultimas cosas que necesitaria para mi travesia y cuando confirme que nadie seguia o miraba mis pasos, me lance a las montañas acompañado de Draan.
Me prepare para condiciones extremas, tanto de calor como de frio y construi una mochila que Draan tambien pudiera transportar y a la vez lo abrigara.
  Al comienzo la travesia no tuvo inconvenientes. Recuerdo haber caminado varios dias, guiandome con una brujula y maravillandome con los parajes que aparecian frente a nuestros ojos. El techo no faltaba y la temperatura era soportable. Pero a medida que avanzaba las condiciones se fueron poniendo mas hostiles. Animales y vegetacion que nos sirvieran de alimento, comenzaron a desaparecer y el calor durante el dia era sofocante, mas el frio en la noche calaba los huesos. Las cuevas donde podiamos guarecernos tambien comenzaron a desaparecer y los acantilados y derrumbes comenzaron a aparecer en mayor cantidad. Logre avanzar en esas condiciones por dos semanas, hasta que un dia me percate que los refugios, animales para cazar y plantas ya no aparecian hace varios dias. Estabamos totalmente solos y ese era el momento para decidir si devolvernos o continuar, pero necesitaba llegar hasta los Dragones y continue en busqueda de su ciudad, caminando hacia el norte, ahora sobreviviendo con raciones precarias de supervivencia.
Avance otra semana mas, cuando me di cuenta que ya no me quedaban fuerzas ni a mi ni a Draan para continuar. Los fenomenos atmosfericos mas antojadizos tenian lugar al rededor de nosotros. Dias en que el calor era tan intenso que sentia que se me evaporaba mi propia sangre y esa misma noche, nevadas tan intensas que el refugio que armaba amanecia con varios centimetros de nieve encima. Y luego al dia siguiente la temperatura subia tan rapidamente que hasta me era dificil recuperar el agua de la nieve que se derretia.
Espere alguna lluvia, pero cuando la nieve se derretia en las montañas,  formaba tupidas nubes que luego el viento alejaba en minutos y las traia nuevamente sobre mi al llegar la noche. Como si alguien estuviera controlando los elementos no solo para dificultarme el paso, si no para matarme.
Me di cuenta del error que habia cometido en querer llegar hasta los Dragones y me entregue a mi suerte. Encontre una saliente en las montañas, que daba a un hermoso ciudadaje y decidi que ahi moriria.
Si era astuto, Draan se alimentaria de mis restos cuando muriese. Aunque dudaba que Draan fuese capaz de eso. Me apenaba pensar que el luego de mi muerte, se quedaria junto a mi esperando la suya.
En esa travesia me di cuenta de las capacidades del "Esclavo Dragon". Pense que le daria algun tipo de proteccion contra el hambre a Draan, pero no lo hizo, entonces crei entender que el Esclavo Dragon solo prolongaba la edad y protegia contra los elementos.