Zeru Miski: La Mansion de los Vanberg

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Al salir del Bastion Principal nos subimos sobre la enorme caparazon del Dragon Eternidad. Era amplia, mas amplia que el lomo de cualquier dragon que hubiera visto. Dura y solida como acero pero calida y acojedora.

Lothar se quedo unos momentos tocando una parte de la caparazon donde faltaban escamas.

- Ese es un lugar historico de mi anatomia señor Bargath -dijo el Dragon Eternidad comenzando a flotar suavemente como si no fuera mas pesado que una pluma al viento.

- ... La Garra de Dragon... -balbuceo Lothar.

- La espada de Dragga la hice de mi caparazon -respondio el Dragon con tono alegre-. Siempre crei que deberia haberla nombrado "Caparazon de Tortuga" o "Escamas", pero supongo que no son nombres muy imponentes para un arma.

- Debia ser un nombre que infundiera miedo en Angeles amigo mio -agrego riendo el mago Vanberg-. Tenia que ser muy impresionante.

- ¿Y por que hacer una espada de su caparazon pudiendo hacerla de acero? -pregunte tambien mirando lo que mas en detalle parecia una herida mas que una simple mella en su caparazon.

- Por que en aquel entonces, señorita Miski, cada raza brindo lo mejor de si mismas para acompañar al campeon del creador, al Rey Duncun -respondio el Dragon-. Los Dragones presentamos a Dragga, los humanos a Bargath y los Ficcus a Jigds pero ademas, cada raza creo las armas para sus respectivos campeones, que debian ser armas formidables. Luego esas armas fueron tocadas por el mismo creador, haciendolas unicas.

- Eso no responde por que se saco un pedazo de espalda para hacerle un arma a Dragga -agregue.

- Jajaja esta chica es muy perspicaz -respondio riendo, dirigiendose al mago Vanberg.

- Se los dije -dijo el mago.

- El trabajo en acero es propio de los humanos señorita Miski -respondio el Dragon-. Los Dragones nunca nos hemos visto muy necesitados de esos materiales y ademas estamos mas acostumbrados a trabajar la roca y la tierra, asi que cuando se requirio que fabricaramos un arma por nuestros propios medios, las opciones eran ocupar mi dura caparazon o darle un garrote de piedra a Dragga -Vanberg y Eternidad se rieron.

Aunque dudo que haya sido por algo tan fortuito que Eternidad eligio fabricar un arma de su caparazon, en verdad se sentia diferente a cualquier material que haya tocado en mi vida.

- ¿Entonces, a que restaurant deseas que los lleve Morgan?.

- Quiero que conozcan mi hogar antes de partir amigo mio.

Pense que iriamos al mismo restaurant al que nos habia llevado Rojo anteriormente, pero Eternidad volaba en otra direccion, hacia el extremo sur-este de la ciudad. Nos estabamos alejando bastante del Bastion Principal y los gigantezcos muros que rodeaban la ciudad se comenzaron a hacer mas visibles a medida que nos acercabamos a ellos.

Llegamos justo al borde de la ciudad, a una pequeña puerta resguardada por una pequeña patrulla de dos guerreros dragon y dos dragones, curiosamente, esta puerta tenia un tamaño apto solo para que humanos circularan por ella.

Eternidad descendio suavemente sobre el pasto y los guardias de inmediato se inclinaron en respetuosas reverencias frente al dragon tortuga.

- Gracias hijitos, pero no es necesario... -dijo el dragon algo avergonzado.

- Estimados, conoceran mi hogar ahora -agrego el mago Vanberg y los guardias quitaron los seguros de la solida puerta y la abrieron dejando ver un largo tunel que reflejaba el grosor de la formidable muralla.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2018 ⏰

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