Todoroki Shoto es heredero del reino Gelida Ignis, vive su día a día aprendiendo todo lo necesario para algún día poder relevar a su padre del cargo supremo.
Katsuki Bakugou es el líder de la tribu guerrera Dracones Ardentes, luego de asesinar a su...
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Entre el espeso humo blanco los resplandecientes ojos de Ochako divisaron la figura de un muchacho delgado que se movía sigilosamente entre la sustancia gaseosa. El viento que se arremolinaba a su alrededor impedía que aquel humo se acercara a ella. La mantenía a unos cuatro metros de distancia elevándose cada vez más por los cielos.
Dabi era extremadamente sigiloso, aunque estaba consciente de que ese había sido un ataque muy precipitado y que debido al sol aquella sucia criatura mágica debía ser capaz de verle con claridad ¡Las elementales eran astutas! Igual que la naturaleza misma.
- ¿¡QUE MIERDAS PASA AQUÍ!? - Toda la tribu de Dracones Ardentes que se encontraba bordeando la zona a una distancia prudente se hizo a un lado llenos de una valentía inesperada: Su cacique estaba en escena. Bakugou no se veía muy feliz de ver que su caravana estuviera separada de la cola de bestias por culpa de esa neblina oscura que apestaba a huesos y tierra de cementerio ¿Acaso una bruja negra quería ser colgada por sus resistentes cuerdas?
- ¡Katsuki! - La voz de Kirishima fue captada en segundos - ¡Atacan a Uraraka! - Eijiro sabía que esas palabras pondrían a su amigo en acción ¡Nadie tocaba a su bruja favorita! Al menos que ella lo consintiera, y por la actitud de batalla que había adquirido era obvio que no consentía ese oscuro acercamiento a su persona.
Katsuki desenfundo su navaja y afinó su visión. Captó una figura deslizándose en el humo con una profesionalidad asesina; descartó la idea de que fuera una bruja negra más no el hecho de que involucraba magia oscura. Guardó distancia con el humo, no sabía si podía ser letal.
Uraraka batió su bastón fucsia dispersando gran parte de la neblina siniestra con la onda de aire que producían el par de alas de su arma mágica. La mitad del cuerpo de un chico con parches adheridos al cuerpo con una especie de hilo metálico sonrió de manera arrogante mientras sus ojos atravesaban a Ochako - Bruja blanca ¿Eh? Lo hubieras dejado claro antes y no estaríamos en estos aprietos -.
Uraraka frunció las cejas en una especie de reclamo furioso ¡Ella ni siquiera sabía que había hecho para que ese tonto le atacara! Pero pareció perder todo interés en ella cuando al mirar más allá de un molesto Bakugou vio a una chica rosa vestida con pieles - ¿Tú eres Ashido? - Hablaba como si el líder de aquellos salvajes no estuviera en medio de él y su objetivo - Me dijeron que tienes algo que quiero -.
Mina se estremeció pensando que ese sujeta pudiera ser quien tanto había temido. Una de sus leaenis se adelantó para encarar al tipo que amenazaba a su jefa, pero un paso más allá de Katsuki y la rapidez del humo negro la tomó por su sorpresa: Aquella sustancia gaseosa incineró por completo el cuerpo de la mujer, no quedó nada, ni las ropas ni las armas.
Katsuki puso un poco más de interés en el agresor - He oído de un idiota capaz de quemarte hasta el alma... Pensé que las ratas de bruja eran lo suficientemente capaces de saber en donde no les convenía meterse - Si había una ventaja de ser Cacique de una tribu tan renombrada como la suya era el hecho de que la información sustanciosa llegaba a tus oídos sin que te esforzaras.
