The prince and the beast #BNHAwards18

XXXI

Glosario:

Crochet: Labor a mano que consiste en tejer con una aguja de unos 20 cm de largo acabada en un gancho.  

Las tropas de Weisheit estaban partiendo del reino mientras eran despedidas por una multitud melancolica del gran poblado que allí vivía. Desde la torre norte de vigilancia, más alta que cualquier otra en la muralla protectora, la nueva soberana reina Ibara Yaoyorozu rezaba mentalmente porque su amada regresara con cada uno de los guerreros que la acompañaban en esa peligrosa misión sanos y salvos. Había sacado el más galante de sus vestidos y había puesto el más copioso de los cuidados en arreglar su cabello con una maraña de florecillas blancas para que su señora le viera más bella que nunca antes.

Solo para ella.

Momo por su parte había dedicado toda la mañana a observar cómo su querida se embellecía para retener en su memoria de la manera mas nítida posible esa hermosa imagen que la acompañaba desde sus mas tiernos años. Lideraba las tropas en esos momentos con dos pensamientos en mente:

Recuperar al heredero de Gelida Ignis.

Volver con Ibara.

Suspiro apretando las riendas del caballo manchado que montaba, detrás de ella un puñado de su ejercito le seguía confiados en sus habilidades de batalla y en que todos regresarían a sus hogares para reunirse una vez más con sus queridas familias, que aquella no habría sido la última vez que escuchaban su querida voz ni que sentían sus dulces abrazos.

¡Regresarían!

El bosque de Majo estaba en completo silencio, una cantidad abismal de brujas oscuras había desertado del centro de las arboledas convocadas por sus hermanas en Morte Sessuale. Ochako, igual que el resto de mujeres de magia blanca que ahí se encontraban, observaba el desfiladero de mujeres vestidas de negro desde su casa en el Baobab, segura de que no la verían entre las enredaderas de florecillas rosa que ocultaban su vivienda.

Volver le había costado bastante trabajo hasta llegado el medio camino donde se encontró a dos cazarrecompensas bastante amables que a cambio de una poción anestesiante  y unas cuantas curativas le ayudaron a llevar a un inconsciente Iida hasta su hogar sin mayores contratiempos. El caballero se encontraba tendido en el musgoso suelo de la casa-árbol dormitando sin ningún cambio aparente abrigado con una manta multicolor hecha en crochet, le había suministrado muchos filtros para limpiar el veneno que antes corría por su sangre, afortunadamente las fiebres y los dolores habían cesado hacía bastante.

Era cuestión de tiempo para que despertara por fin de su letargo sueño, más aun así Uraraka no esperaba poder ayudarle a volver a su casa, no solo porque no creía conveniente dejarle salir con ese montón de brujas oscuras revoloteando por allí con fines desconocidos sino porque sus recuerdos debieron haber desaparecido en su totalidad cuando el veneno alcanzó su cabeza, lo que le dejaba sin mayores conocimientos sobre quién era.

Se estiró aún cuidadosamente cerca de la cubierta ventana sintiendo que algunos huesos le sonaban, la flor en su cuerpo se había extendido después del ataque de Bakugou y ahora podía verla en sus brazos y piernas completamente arraigada, incluso se empezaba a manifestar en gran parte de su rostro, hasta su olor a cerezo había incrementado. Tenía miedo de que esta se marchitara.

No deseaba morir.

Aún no.

- ¿Que haces? - Tamaki estaba medio flotando cerca de Kirishima. Luego de que por fin le encontrara en un jarrón junto a la zona de madres primerizas  le había llevado hasta su nueva tienda, pero se había quedado dentro de esta revisando una cantidad alarmante de papelillos que llevaba ocultos en su cinturón - ¿Son notas? - En condiciones normales Tamaki no tendría la confianza de hacer preguntas, pero se sentía familiarizado con el chico dragón.

Cosas de seres fantásticos.

- No, son apellidos - Eijiro le tendió uno de los trozos de papel, Amajiki le observó con gran curiosidad. "Habeo. Habett. Hadoittu. Haddy. Hado." Rezaban las letras allí escritas - Son de familias reales - Tamaki dejó de flotar para arrodillarse junto al chico de cabello rojo esperando una explicación más exacta sobre el significado de aquella primitiva colección - Bakugou esta pasando por un momento realmente difícil, no puedo ayudarlo yo solo... Así que necesito averiguar a que familia pertenece ese Kori -.

- ¿Para que? - Seguía sin encontrarle el sentido a repasar apellidos importantes esperando encontrar el de uno de tus esclavos en ellos.

- Encontrar a sus enemigos - Si podía hacerse con la ayuda de otros reinos o poblados entonces la tribu no tendría que depender de la inestable violencia de Katsuki, así se concentraría en ayudarle a volver a sus cabales y este regresaría a ser el Cacique responsable que anteriormente aspiraba a ser - Tú estás ligado a la naturaleza ¿No? - Tamaki asintió - ¿Puedes encontrar a alguien solo con saber su apellido? -.

- Mientras no se encuentren en una isla -.

- Perfecto - Y empezaron con la ardua búsqueda de la verdadera familia del silencioso Kori que con ellos viajaba, pues Kirishima podía apostarse una pierna con una de sus gigantescas alas escarlatas a que el favorito de Katsuki pertenecía, o mejor dicho provenía, de una casa extremadamente acaudalada.

Un poco lejos de esa tienda Katsuki se encontraba durmiendo abrazado a Todoroki. Este acababa de despertar de una de sus ahora comunes pesadillas preguntando a su mente una sola cosa respecto al salvaje que le acompañaba.

¿Porque tenía que respirarle en el cuello?

(¡Feliz año nuevo adelantado a todos aquellos que leen mis cosas raras! Han hecho de este 2017 un mejor año que el 2016 :'v No soy buena pa' estas cosas conformense con las actualizaciones arhe)