No me dejes. No de nuevo... - Ben Drowned - Segunda Temporada

"Último suspiro. Parte dos."

¿Quién podría pensar que el, asombroso y fantástico, Ben terminaría así? En coma y mas peor aún en depresión.

Triste y lamentable.

Su ausencia volvió a presentarse. En el fondo sabía que ella quizás no volvería, que aquella vez fue su última visita, sin embargo tengo una pequeña esperanza que yace en el fondo de mi ser y se aferra a la idea de que volverá.

Temo cada día que pasa no poder salir de aqui y a la vez temo poder lograrlo y tener que afrotar la realidad.

Es una incesante batalla de no saber cual es el camino correcto. De que podría hacer una vez que haya despertado del todo. Temo por el futuro que me espera, de saber si ella estará en él o no.

¿Porqué las cosas tenían que complicarse de esta manera?

¿Acaso soy tan miserable como para merecerme esto?

-Ben- una voz temblorosa, que jamás escuché me llamó.- Sé que estás despierto, quiero decir, que sé que me escuchas.

Claro que si idiota, dime quién eres.

-Eso no importa ahora, vengo a decirte que algo malo va a ocurrir.

Espera. ¿Puedes escucharme?

-Si, pero eso es lo de menos ahora, vas a ver algo que te romperá el corazón. Pero tienes que ser fuerte, tú eres fuerte.

Pero ni siquiera puedo moverme.

-En unas horas lograrás salir, y cuándo lo hagas evita entrar al bosque.

Pero.

-No lo hagas.

Okey.

-Debo irme, recuerda no hacerlo eh.

Si si.

Vaya... ¿Estoy en la etapa de alucinaciones? Tal vez, pero... Aquella persona ¿quién era? ¿como es que puede escucharme?

Creo que estoy volviendome loco.

Sin embargo, tal y como aquella persona dijo desperté, completamente.

Miré a mi alrededor, me encontraba en el laboratorio de Slender, lo conozco porque ya había entrado aqui antes.

Con cuidado bajé de la camilla, me acerqué a la puerta y la abrí lentamente, para ver con cuidado a quién me encontraba.

No había nadie.

Mi corazón latia fuertemente, tenía miedo. Miedo de lo que podría ocurrir, de que si esa persona tiene razón podrían romperme el corazón.

Mi respiración y mis latidos eran lo único que oía.

A lo lejos vi la puerta principal, curioso de lo que podría encontrarme una vez que estuviera afuera.

Cada paso que daba hacia ella eran como ir tras el fin de los tiempos. Todo alrededor empezaba a oscurecerse a medida que avanzaba. Tomé la perilla de la puerta y la abrí.

Era de noche.

Una noche fría.

Dejé escapar un suspiro, creyendo que no había nada malo más allá de la oscuridad que se encontraba.

Seguí caminando, oyendo solo mis pasos sobre las hojas de los arboles secas en el suelo.

Me tranquilicé un poco al no encontrar nada, asi que me dispuse a volver, sin embargo una voz llamó mi atención.

Una voz familiar.

-Claro que si.