Forever and Always (Kellic)

Forever and Always {Prólogo}

Desde el principio de los tiempos, una especie ha vivido ajena aunque a la vez vinculada al mundo terrenal, una especie que los seres humanos, esos que al contrario que ellos están vivos, desconocen. Una especie que anhela respirar, que envidian a esos capaces de sufrir, a los que viven, una especie que simplemente anhela la forma que tuvieron un día y lo que fueron. Es una especie que aunque similar, se divide en dos: los ángeles negros y los ángeles blancos.

Ambos bandos están compuestos por personas que antes vivían en la tierra y tenían una vida completamente normal hasta que la muerte, o mejor dicho, otro ángel, se los llevó. Así, tendrían que comenzar una nueva etapa en la que deberían ir a buscar a aquellos que estaban próximos a su final en la tierra, o como lo suelen llamar, muerte. De este modo, a los ángeles se les encomienda el deber de ir a por esos que más tarde se convertirían en ángeles de su misma especie, yendo los blancos a por los futuros ángeles blancos, y los negros a por los futuros ángeles negros.

No todos los humanos tienen este destino, ya que para poder ser ángel hay un único requisito: la edad del ángel debe oscilar entre los 15 y 25 años. Tras cumplir los 25, estos desaparecen, al igual que los menores de la edad establecida o las personas que al morir no entran en este rango y a los cuales nadie va a buscar. ¿A dónde van esos? Esa es una pregunta de la que nadie conoce la respuesta, y a la que todos, aunque no lo quieran reconocer, temen. 

Entre las personas que van al cielo convertidas en ángeles blancos y las personas que van al infierno convertidas en ángeles negros hay una diferencia, la cual define su destino y en qué tipo de ángel se convertirán; los que mueran puros serán destinados a ir al cielo, mientras que los que hayan mantenido relaciones, es decir, los que ya no sean vírgenes, serán destinadas a ir al infierno, y a pesar de lo que se pueda pensar, el número de ángeles blancos y negros es casi proporcionar. Esto no quiere decir que las personas que vayan al infierno merezcan estar ahí, es simplemente el estúpido modo en el que se clasifican las cosas. ¿Por qué así? Ésta es otra pregunta sin respuesta. En cuanto a lo que el cielo y el infierno de refiere, ambos sitios son bastante parecidos: los ángeles esperan ahí hasta que se les encomienda ir a por un humano, el único momento en el que pueden dirigirse a la tierra.

Refiriéndonos a su forma, los ángeles tienen el mismo aspecto que los humanos y su atuendo es lo que llevaban puesto en el momento de su muerte. Se les reconoce por sus alas, los que están en el cielo están dotados de alas blancas, y los que están en el infierno de alas negras, así como aureolas que no van colocadas sobre sus cabezas sino que se presentan en forma de anillos, la de los primeros lleva grabado tres círculos "ooo" mientras que las de los segundos llevan grabados tres cruces "xxx".

Esta es la especie desconocida, esa de la que los humanos no tienen conciencia y de la que nunca conocerán nada, al menos mientras estén éstos con vida.