VIC:
Sin saber cómo, pasé de estar en los brazos de Kellin a encontrarme de nuevo en el infierno, donde un furioso Jaime me esperaba. Por la expresión de su cara podía adivinar lo que iba a pasar, me iba a castigar.
- ¡¿Por qué Vic?! - Me gritó enfadado. Jamás lo había visto así y realmente me daba miedo, no sabía lo que iba a pasar conmigo, pero aceptaría cualquier castigo, aceptar por fin en voz alta que quería a Kellin era quizás lo mejor que había hecho, y no me arrepentía, era feliz tan solo con saber que él sabía mis sentimientos. Da igual si lo que sentía no era correspondido, había sido capaz de enamorarme de verdad y de aceptarlo, y eso era un logro. - Sígueme.
Caminé detrás suya sin fijarme siquiera a dónde íbamos, solo pensaba que la persona a la que quería se había quedado sola en alguna parte y ahora mismo se estaría haciendo muchas preguntas. Si tan solo pudiese volver a su lado...
- Lo siento, pero no me arrepiento de nada. - Hablé por fin una vez que Jaime se hubo parado. Miré a mi alrededor, estábamos en una habitación oscura, no conseguí ver mucho, tan solo una pequeña ventana libraba a la habitación de la penumbra, y esa poca luz que entraba daba a parar a lo que supuse, era un colchón que se encontraba abandonado en el suelo.
- ¿Por qué él Vic? ¿Por qué él? - Dijo Jaime acercándose a mí. Gracias a la tenue luz pude ver cómo sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas, no entendía nada.
- No lo sé. - Respondí siendo totalmente sincero, y antes de que pudiese decir algo más, sus labios se encontraban sobre los míos, en un intento inútil para que le respondiese el beso. Me tensé, no entendía nada y estaba sorprendido ante su actitud. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, sus labios no se sentían para nada como los de Kellin, no eran suaves y no buscaban los míos de forma tímida. Intenté separarme, pero me agarró con más fuerza, apretándome contra su cuerpo, y entonces sentí mi ropa aún mojada pegada a mi cuerpo. Casi no recordaba que me había quedado un buen rato bajo la lluvia, y al recordarlo, noté cómo todo pesaba sobre mí, tanto la ropa mojada como mis alas, comencé entonces a tener frío. Por fin se separó de mí, y no tardé en sentir cómo su mano hacía contacto con mi mejilla, pegándome una bofetada.
- Eres tan idiota. - Podía notar el enfado en su voz. - ¿Sabes cuántos años llevo enamorado en secreto de ti? ¿Sabes cuánto sufrí al ver cómo ese chico que te gustaba de rompía el corazón? - Habló haciendo referencia a Alex. - Sabías que no te quería, y aún así le diste todo, y estabas tan ciego que jamás fuiste capaz de darte cuenta que delante de tus propios ojos había alguien que te quería de verdad. - Estaba de piedra y sin palabras, no me podía creer lo que me estaba diciendo. - ¿Sabes cuántas veces me tuve que morder la lengua para que no se me escapara todo lo que sentía por ti? Pensé que yo podría unir los trozos de tu corazón roto, lo intenté, pero entonces todo ocurrió.
- El accidente...
- Sí, el accidente. Me enfadé tanto... Tú no deberías haber muerto ahí, debería haber sido MIke, tú te merecías seguir viviendo y ser feliz, te merecías todo lo que yo te quería dar.
- Es mi hermano y le quiero, no me arrepiento de lo que hice.
- ¡Cállate! - Me ordenó, y yo obedecí. Me dolía la mejilla, tenía frío y no quería estar aquí, ¿cómo había pasado de estar en un momento en el lugar perfecto a estar aquí? - ¿Por qué con todo lo que me esforcé no conseguí nada y ese estúpido ángel que llegó de la nada consiguió en tan solo unos días las cosas por las que yo estuve luchando durante años? ¿Por qué él y no yo?
- Ya te lo he dicho, no lo sé. Me enamoré sin querer, no fue algo que alguien planease, simplemente pasó. - Se volvió a acercar a mí y sentí miedo, sabía que me iba a hacer algo.
ESTÁS LEYENDO
Forever and Always (Kellic)
FanficLos ángeles negros y blancos están destinados a vivir separados, siendo una especie sin esperanza. Pero...¿Que pasa si un ángel negro y un ángel blancos caen sin querer en las redes del amor? ¿Será su amor prohibido? Quizás ellos sean los únicos que...