1. No puedo prometer salvarte.

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KELLIN:

- Kellin. - Pude oír la voz de Matty. Cuando llegué hasta él lo pude ver con su lista habitual, tan sonriente como siempre. Lo admiraba, su cabello rojizo resaltaba por encima de el de todos los ángeles, y sus alas, a mi vista, eran las más hermosas. - Hoy te toca ir a Baltimore, Maryland. El chico se llama Jack Barakat, accidente de tráfico. - Yo asentí sin esperar ninguna palabra más de él y me desvanecí, descendiendo desde el cielo hasta el mundo terrestre.

Aparecí en la habitación de ese tal Jack al que debía llevarme una vez que se muriese, porque eso es en lo que consiste el trabajo de los ángeles. Existen dos tipos: los ángeles blancos, como yo, que se encuentran en el cielo, y los ángeles negros que están en el infierno. Cuando alguien está a punto de morir se nos envía a los ángeles a por ellos.

Mi cometido es pasar con la persona que tenga que llevarme sus últimas horas de vida. Es interesante observar la vida de los demás en secreto, y a la vez es triste el saber que pronto se marcharán y dejarán atrás todo lo que conocen y todo lo que aman, aunque al final estarán bien, todos pasamos por lo mismo.

Llegué a una habitación no muy grande, un poco desordenada y con las paredes cubiertas con posters de Blink 182. Sobre la cama había un chico tumbado y me quedé observándolo. Era alto y delgado, con el pelo negro, un mechón rubio, y una gran sonrisa plantada en su cara mientras contemplaba la pantalla de su móvil. Curioso fui y me recosté a su lado para poder ver también eso que parecía hacerle tan feliz. "Que pases una buena noche, te quiero." Era lo .único que se podía ver en la pantalla, ¿sería un mensaje de su novia? 

- Yo también te quiero Alex.

¿Alex? ¿Estaba enamorado de un chico? ¿O quizás era el nombre de una chica? Al fin y al cabo eso daba igual, esa sonrisa tan tierna no se pone por un amigo, esa es la sonrisa típica de un enamorado.

Fue entonces cuando empecé a sentir lástima. Yo nunca me llegué a enamorar, nunca recibí un mensaje como ese de buenas noches, nunca había sonreído de la forma en la que él lo había hecho, y desde luego nunca había recibido un "te quiero" sincero. La muerte llegó a mí antes de que pudiese experimentar todas esas cosas y todos esos sentimientos hermosos con los que un día soñé, pero ¿por qué el destino se molesta en estropear y destruir la felicidad de la gente? No me parecía justo. 

A los 16 años de edad perdí la vida en un incendio, mi casa se vio envuelta por las llamas y mis padres habían ido a buscar a mi hermana que volvía por ese entonces de un viaje, así que estaba solo. Me quedé dormido y fui despertado por el humo y el aumento de temperatura. Intenté salir de allí con vida, pero me era imposible respirar, para cuando los vecinos se dieron cuenta y fueron por ayuda ya era demasiado tarde, todo lo que encontrarían de mí sería un cuerpo sin vida. Después del incidente aparecí en el cielo, convertido en lo que ahora soy, alguien que vuelve para llevarse las vidas de otras personas. Hace un año desde que todo ocurrió, y aún me quedan muchos para dejar este "oficio", y no sé si debería estar feliz o no por ello.

- Mañana será el gran día Alex, por fin mañana me armaré de valor para confesar todo lo que siento por ti. - Escuché decir al chico que yacía a mi lado. - Llevo tanto tiempo callándome esto que ya no aguanto más. Que tonto soy... llevo dos años sabiendo que tengo todos estos sentimientos por ti y en vez de serte sincero me he estado callando, conformándome con ser el único que te limpiase las lágrimas cada vez que terminabas alguna relación, y abrazándote durante horas mientras te decía que ibas a estar bien, que no estabas solo y que me tenías a mí, que siempre estaría a tu lado. Soy un idiota - pareció hablar ahora consigo mismo - Me imagino mil y una historias en mi cabeza sobre lo que podría pasar, sobre cómo sería besarle y quedarme dormido a su lado. Supongo que tengo demasiada imaginación, y sí, claro que ya nos hemos besado, una vez en la que él estaba borracho y digamos que me aproveché un poco de él, pero yo quiero un beso de verdad, quiero que esté sobrio, que lo sienta y sea capaz de recordarlo, no que le cuente al día siguiente que lo hemos hecho y lo único que haga sea reírse y decir que no tiene importancia. Pero todo esto no es real, es solo mi imaginación, sé que me rechazará, que me ve como a su mejor amigo e incluso como a un hermano, pero nunca me podrá llegar a ver como a la persona que ama. Jack, eres realmente tonto por enamorarte de tu mejor amigo.

Forever and Always (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora