Forever and Always (Kellic)

13. Apuestas sobre corazones vacíos.

VIC:

- ¿Ese es el chico del que me hablaste? - Preguntó Mike que caminaba conmigo mientras señalaba a Kellin.

- Sí, ¿cómo lo sabes?

- No es muy difícil adivinarlo. - Lo miré sin entender una palabra de lo que decía. - Vamos Vic, es obvio.

- No, no es obvio para nada. Explica.

- Es que tú no viste la sonrisa tan tonta que pusiste cuando llegamos y lo viste. Ni se te ocurra enamorarte de él, te aviso desde ya que yo no pienso ir recogiendo los pedacitos de tu corazón roto cuando te haya rechazado. Además, recuerda lo que pasó la última vez.

- ¿Pero de qué hablas? No me gusta.

- Eso lo dices ahora.

- No seas pesado, ni siquiera le conozco.

- ¿Cuánto te apuestas a que cuando lo termines de conocer te enamoras? - Típico de mi hermano, siempre buscando alguna forma de conseguir dinero fácil para poder comprarse comics o hacerse algún tatuaje nuevo.

Reconozco que me sorprendí cuando lo vi por primera vez después de despertar del coma, en un año había cambiado mucho y me sentía mal, mi hermano pequeño ya se había hecho mayor (no solo por la altura de la que siempre alardeaba y aprovechaba para ridiculizarme) y yo no había podido verle y estar a su lado como me hubiese gustado, como el hermano mayor al que le puedes contar todos tus problemas y pedir consejo. Sé que no debió ser una etapa fácil, sobre todo cuando has tenido un accidente que te ha podido costar la vida y que ha dejado a tu hermano postrado en una cama por un año entero. Según lo que él me había dicho lo peor de este año había sido verme en la cama como si estuviese durmiendo o como si estuviese muerto, inmóvil e incapaz de mover un músculo y no haber podido hacer nada para ayudarme. Aunque no fuese su propósito, las palabras que muchas veces salían de su boca me hacían daño, hacían que me sintiera culpable por todo lo que había sufrido por mi culpa, pero desgraciadamente no podía volver el tiempo atrás y cambiar las cosas.

- ¿En serio quieres hacer una apuesta?

- Pues claro, confío en que voy a ganar. Veinte días, ese es el tiempo que te doy.

- Eso es muy poco tiempo, es imposible enamorarse en tan poco.

- ¿Estás seguro? Yo creo que vas a perder y por eso no quieres apostar.  - Dijo solo para picarme.

- Está bien Mike, como quieras, es una apuesta muy estúpida y vas a perder.

- Que va, será dinero fácil. - Dijo riéndose para luego ponerse algo serio. - En realidad ojalá gane yo, me gustaría volver a ver la misma sonrisa que tenías cuando estabas con Alex.

- Deja el tema por favor. 

- Bueno, ganes la apuesta tú o gane yo, voy a salir ganando de todas formas.

- ¿Por qué dices eso?

- Porque no conozco a Kellin, pero es bastante lindo.

- ¿Qué intentas insinuar?

- Que o te das una oportunidad y vas a por él o será todo mío. - ¿En serio estaba diciendo eso? O mi hermano había cambiado demasiado o era solo para provocarme. - Solo imagínatelo atado en mi cama gimiendo. - Desgraciadamente me lo imaginé.

- Qué bruto eres, cállate, no digas esas cosas.

- Te lo has imaginado, sé que te lo has imaginado, lo he visto en tu cara. - Dijo riéndose.

- Idiota.

- No lo has negado. - Dijo volviéndose a reír, y no pude evitar sentirme un poco avergonzado. - Oh, Tony ya ha llegado, me voy.