4. Somos impotentes.

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VIC:

Otro día se nos venía encima, y la verdad es que no teníamos precisamente demasiado tiempo para conseguir nuestro objetivo, así que a pesar de que me hubiese gustado pasar otro día de charla con Kellin, debíamos ponernos ya manos a la obra. ¿Dónde demonios se había metido esa muñequita de porcelana?

- Y bien... ¿Cuál es el plan? - Oí su tierna voz surgir de la nada. Me sobresalté y me giré, viéndolo ahí plantado con su cara de niño inocente.

- Hablando de la reina de Roma... - Me miró confundido y luego me asesinó con la mirada, supongo que por haberle llamado "reina". - No vuelvas a hacer eso... - Dije refiriéndome a su pequeño susto.

- ¿Te he asustado? Lo siento, es que parecías tan pensativo... ¿Estabas pensando en mí? - Dijo de la nada.

- Bueno, el plan... - Dije intentando cambiar el tema. 

- Ayer fue el día 20 ¿verdad? entonces hoy estamos en el día 19, ¿crees que podamos conseguirlo?

- Hay que ser positivos, podemos hacerlo, pero tenemos que empezar a hacer algo.

- ¿Y tu plan?

- Es sencillo, solo tenemos que incitarles a que lo hagan. Las indirectas pueden ser la clave para que ellos hagan el resto.

- Está bien. - Me regaló una sonrisa y comenzamos a buscar a Jack y Alex que estaban en alguna parte del parque en el que ahora nos encontrábamos. 

Me quedé mirando de reojo al chico que caminaba a mi lado, él tenía razón, era realmente interesante observar con atención a los demás, y desde que nos abrimos un poco y hablamos de nosotros me he estado haciendo algunas preguntas. ¿Por qué le conté tanto de mí a una persona que apenas conozco? ¿Por qué no me lo puedo sacar de la cabeza? ¿Realmente estoy haciendo esta locura que puede acabar catastróficamente por Alex, o él tiene algo que ver en mi decisión de seguir adelante? ¿Por qué cuando le abrazo siento que todo por un momento está bien? ¿Y por qué demonios lloré cuando le abracé el otro día? Sé que llevaba mucho tiempo sin dar un abrazo, no es algo que le pueda pedir a Andy, "Hola Andy, ¿te puedo dar un abrazo? es que estoy falto de afecto". No, simplemente no. Pero ¿por qué dejé que él me viera llorar? Le mostré la parte de mí más débil, esa que no quiero que nadie vea.

- Oh, ahí están. - Le dije a... ¿Kellin? ¿Dónde demonios...? Me giré para ver al chico de alas blancas de cuclillas en el suelo mirando con adoración a un gato. ¿En serio? ¿Por qué si tenía que hacer esto tenía que hacerlo con él? Con todos los ángeles que debe haber en el cielo ¿por qué me tenía que encontrar con Kellin?

- Vic, ¿a que son una monada? - Su cara era similar a la de un niño que acababa de recibir lo que quería por su cumpleaños. Maldición, ¿por qué tenía  que poner una cara tan mona?

- ¿Cuántos años tienes? ¿Cuatro? Vamos.

- Pero... pero... es tan mono...

- Kellin. - Le dije amenazante.

- Está bien, gnomo de jardín. - Dijo sacándome la lengua, a lo que yo simplemente rodé los ojos.

- Definitivamente tienes cuatro años.

Su sonrisa de niño pequeño feliz se cayó al igual que un cristal que es roto sin previo aviso cuando vio a Alex y Jack con sus típicas caras de enamorados. Estaban tomándose de la mano en un banco, sentados uno al lado del otro, y con Alex apoyando su cabeza en el hombro de Jack. Los ojos de Kellin estaban inundados de nostalgia, y lo entendía, quizás él también quería algo así, él también quería un final feliz, pero ambos sabíamos que para nosotros no había esperanza, no teníamos esa oportunidad de encontrar a nuestra otra mitad, estábamos condenados por el destino que nos había tocado. Las personas que no han pasado por lo que nosotros hemos pasado ignoran la verdad. Se pasan el tiempo lamentándose y quejándose por cosas que realmente no son importante, porque ¿qué es más importante que el hecho de estar vivo? El tener esa oportunidad de hacer lo que quieras, de cambiarte a ti mismo o de cambiar incluso la historia. ¿Por qué en vez de aprovechar sus días haciendo las cosas que les hacen felices y que realmente les apasionan, prefieren sumirse en el dolor? ¿Por qué no aprovechan eso que tienen? El tiempo es limitado, pero simplemente quieren pasarlo consumidos por el odio y sentimientos que no les hacen bien, ¿qué tiene de bueno albergar un sentimiento así, pudiendo reemplazarlo por la felicidad? Los que están vivos tienen poder, el poder de hacer y deshacer, el de ir por ejemplo y besar repentinamente a la persona que les gusta simplemente porque les apetece hacerlo y porque pueden, el de cambiar de estudios si no les gusta lo que están haciendo e ir a por sus sueños, el de ir y empezar una conversación con la persona por la que has estado tanto tiempo esperando que notase tu existencia, el de echar de sus vidas a esa persona que les hace daño... Y sin embargo nosotros no tenemos nada, ignoramos todo eso cuando estábamos vivos, y ahora es cuando nos damos cuenta de lo grande que era lo que teníamos, y que ahora nunca va a volver. Somos simplemente impotentes.

Forever and Always (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora