Forever and Always (Kellic)

3. Es necesario recordar el pasado aunque duela.

KELLIN: 

Matty ayer me echó la bronca cuando me vio volver sin Jack, pero ¿qué puedo decir? Una vez que estás muerto ¿que puedes perder? Nada. Simplemente te deja de importar todo, ya no te puede pasar nada peor que el hecho de estar muerto. Sin embargo ellos, Alex y Jack, aún pueden tener un futuro por delante, y aunque tarde o temprano vayan a morir aún tienen la oportunidad de seguir juntos después de eso. ¿Por qué son las cosas tan difíciles? Después de hablar con la persona que dirige el infierno, Matty me contó que había un chico en mi misma situación, y ambos decidieron darnos un plazo de veinte días para cumplir con nuestra labor. Ese chico no podía ser otro que Vic, así que tendríamos un tiempo para conseguir nuestra meta. 

Y hoy, con una gran sonrisa volvía al lado de Jack, que tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Alex estaba igual que él, y ambos se aferraban el uno al otro, intentando aparentar esa fuerza que no tenían mientras observaban el acto que se hacía en el instituto en memoria de los alumnos fallecidos. Pude reconocer inmediatamente a la persona que estaba al lado de Alex, sus alas negras le hacían imposible pasar desapercibido.

- Hola. - Le saludé alegremente cuando me puse a su lado.

- Es imposible zafarse de ti. - Dijo molesto, y mi cara de alegría se cayó en un momento. ¿Por qué me trata así si ni siquiera me conoce? - Además, no sé por qué estás tan feliz, todo esto es culpa tuya.

- ¿Por qué parece que me odias? No te hecho nada malo para que te pongas así. 

- Ayer Jaime se enfadó conmigo por tu culpa ¿sabes? Aún no sé cómo es que conseguiste meterme en este lío.

- ¿Jaime? - Fue lo único que acerté a decir.

- Es el encargado del infierno.

- Oh, ahora lo entiendo. Pero aún así no tienes porqué tratarme tan mal, no es mi culpa que seas un gruñón egoísta al que solo le importe que le echen la bronca. - Dije enfadado.

- Pues sí, quizás tengas razón. Solo soy un gruñón egoísta así que te recomendaría que no te acerques a mí. - Dijo molesto.

- ¿En el infierno todos tienen tanta mala leche? Porque entonces entendería el que estuvieses ahí. - Dije arrepintiéndome de mis palabras justo después de decirlas.

- Cállate, no sabes nada de mí. - Y con esto se fue, dejándome solo con los chicos que ahora lloraban abrazados, y con un sentimiento de culpa que me oprimía el pecho. A veces digo las cosas sin siquiera pensarlas, y sin querer había terminado recriminándole su actitud grosera hacia mí siendo yo más grosero de lo que él lo había sido. Mierda, Kellin ¿dónde demonios tienes la cabeza?

Poco después Vic volvió a entrar, aunque se mantuvo lo más alejado de mí que pudo y no me miró ni una sola vez, supongo que me lo merecía. Media hora después, Jack y Alex abandonaban el salón de actos junto con los otros chicos para regresar a sus respectivas clases, Alex parecía estar en un curso superior al de Jack. Y mientras él entraba a lo que parecía una clase de latín, yo me quedé en el pasillo, dando vueltas de un lado a otro y volviendo sobre mis pasos una y otra vez mientras Vic permanecía sentado en el suelo con la vista perdida.

- Tienes razón, lo siento. - Dije parándome repentinamente delante de él, que alzó la vista para por fin clavar sus ojos inexpresivos en los míos.

- ¿Qué?

- Que tienes razón, no te conozco. No debí decir esas cosas, yo solo... a veces hablo sin pensar y entonces termino cagándola, lo siento mucho, no pretendía... 

- Está bien. - Dijo sin más. Solté un suspiro de desahogo que no sabía que estaba conteniendo y me senté a su lado. Con las rodillas dobladas, los brazos descansando sobre éstas, y a su vez con mi cabeza apoyada en mis brazos, me quedé mirando curioso al desconocido de mi derecha.