8. Preguntas sin respuesta.

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VIC:

Kellin sigue pareciendo un puñetero unicornio hiperactivo que va a todos lados vomitando arcoíris, es como estar cuidando de un niño de cinco años, y a veces podía terminar el día bastante cansado, pero reconozco que me gustaba este Kellin. Hace unos días, después del incidente del beso parecía distinto, no sonreía y parecía triste o quizás arrepentido, pero después de hablar con él volvió a ser el mismo Kellin de siempre que tanto me gustaba. La verdad es que en estos días no nos habíamos esforzado demasiado en conseguir llevar a la cama a Jack y Alex, decidimos que si de verdad no lo íbamos a conseguir, al menos nos divertiríamos mientras pudiésemos, y ya solo nos quedaban 9 días. Me he llegado a preguntar si realmente alguien como yo le podría gustar a él, pero eso es algo imposible, ya me he resignado a la idea de que ese beso simplemente fue porque se dejó llevar por el momento, aunque no dejo de pensar en el momento en que le pregunté si eso realmente no había significado nada, simplemente no respondió, no afirmó nada pero tampoco lo negó. ¿Por qué seguía haciéndome ilusiones con algo que simplemente no podía ser? Estaba desesperado, por más que lo intentaba no conseguía sacar de mi interior esos sentimientos que habían empezado a crecer día a día por él. Al final por ser un idiota y empezar a sentir esto, iba a ser el único que saliese lastimado, no lo podría evitar, pero me alegraba saber que él no sentía lo mismo por mí y no sufriría con nuestra despedida.

- Awww, mira Vic, ¿a que es muy mono? - Dijo cogiendo un gato en sus manos y acercándolo a mí. Ahora mismo estábamos en el parque de la vez anterior, ese que tantos malos recuerdos me traía. Como de costumbre estábamos siguiendo a la pareja que caminaba por delante de nosotros.

- Ni se te ocurra acercarme ese bicho. - Dije recordando lo de la vez anterior, solo de pensarlo se me revolvía el estómago y me entraban ganas de vomitar. - Esas cosas las ha creado Satán.

- No escuches lo que Vic está diciendo, solo está enfadado, es un poco cascarrabias ¿sabes? Pero tú eres una monada, ¿verdad cosita preciosa? - Le habló al gato con el tono estúpido con el que se le hablaría a un niño pequeño, yo solo rodé los ojos. - ¿Seguro que no lo quieres coger? Es tan suave... ¿y te has fijado en qué mona son sus patitas? - Me habló a mí esta vez.

- No, gracias. - Dije haciendo una mueca de desagrado.

- Vic, no te va a comer. - Dijo acercándose peligrosamente con él aún en las manos.

- Déjame.

- No. - Sin saber cómo ahora me encontraba huyendo de Kellin y un gato, perfecto. - ¡Deja de correr! 

- Ni lo sueñe, cuando sueltes a esa cosa quizás me lo piense. - Oí su risa, tan contagiosa como siempre, detrás de mí, y por un segundo me sentí feliz. La felicidad se desvaneció cuando delante de mí me encontré con otros dos gatos, me giré, pero ahí estaba Kellin con el otro gato, me tenían acorralado. Vi su sonrisa malvada, realmente estaba disfrutando la tortura, si no le quisiese tanto probablemente hubiese empezado a odiarle en ese preciso momento. - Kells, en serio, no quiero, por favor. - Le supliqué en un tono totalmente serio, y su cara de diversión desapareció en un segundo. 

- Lo siento. - Murmuró lo suficientemente alto como para que le pudiese escuchar, y entonces dejó libre al gato. Nos quedamos unos segundos en silencio mirándonos el uno al otro sin saber qué decir, últimamente nos pasaba mucho. Finalmente se acercó a mí y sin decir nada más rodeó con sus brazos mi cuello. Yo rodeé su cintura y disfruté de su calor mientras él hundía su cara en mi cuello. - Lo siento, los odias por mi culpa, ¿verdad? - Se oía realmente triste, y mientras hablaba yo podía notar sus labios moviéndose contra mi piel. Tuve que sacar toda la fuerza que había en mí para contenerme de apartarlo y probar sus labios una vez más.

Forever and Always (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora