Capítulo 2: Vacaciones en las pozas de la muerte

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-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAARRRRRGGGGHHHH!!!!!!!! Si me estás oyendo te mataré

-No, nooooooo, la muerte es algo muy suave.

-Ya está, lo tengo. Le daré una paliza que casi lo mate y después lo curaré, para darle otra paliza y volverlo a curar.

-Si, si....., mucho mejor. Me vengaré muchas veces.

-Dijo que en este mundo había magia, necesito aprender magia de curación, siiiiii, si, si

-Lo curo, lo reviento, lo curo, lo reviento.......

-Jaaaaaa, ja, ja, ja

-[.........]

-¿A quién pretendo engañar?

Analicemos nuestra situación... Ahora hay que centrarse un poco.

Estoy en la mitad de la nada, bueno, eso no es correcto en absoluto.

Corrijo mis palabras, me encuentro en mitad de una magnífica región pantanosa llena de magníficos gases tóxicos.

¿Qué hay a mi alrededor?

Nube tóxica densa, nube tóxica algo menos densa, charco venenoso, piedra afilada, charco extremadamente venenoso, esqueleto de lagarto, zarzas muertas, desolación. Que delicioso paisaje.

-¿Quieres matarme? ¡Pues no lo vas a conseguir, te encontraré y..... Te meteré ese esqueleto de lagarto que hay enfrente por el culo! No, eso no es suficiente, primero le afilaré los dientes y las costillas y después te meteré ese maldito esqueleto por el culo.

El olor a huevos podridos es quizás la mejor parte de este idílico paisaje, estimula mis fosas nasales y mis ganas de matar. A pesar de que no hace ningún calor, se puede ver como el horizonte se distorsiona por los deliciosos gases venenosos que me rodean.

Ese autoproclamado dios de mierda me ha enviado a una región muerta.

-Por supuesto no me podías dejar en un valle o al lado de una aldea o de un camino. Tenía que ser en mitad de unos pantanos pestilentes y venenosos.

Jissssssssssssss......

Mis dientes rechinaron de una manera peligrosa.

Por cierto, este no es mi cuerpo original en absoluto, soy un poco más alto que antes. Aunque no me he podido ver en ningún espejo, por el tacto se que no tengo arrugas en la cara ni deformidades muy evidentes, debo ser más o menos joven. Estoy bastante flaco, no al punto de ser sumamente peligroso, pero no hay grasa en absoluto y además se notan las costillas un poco, por supuesto tampoco hay fuertes músculos.

Soy un magnífico tirillas o como dice la abuela, la radiografía de un silbido.

Visto una camisa raída, más o menos blanca y unos pantalones piratas marrones de tela basta muy gastados. También llevo algo parecido a ropa interior, una especie de taparrabos, pero no he querido mirar demasiado, porque probablemente también esté muy sucio. El olor a huevos podridos es muy fuerte, pero eso no enmascara el hecho de que yo también huelo muy mal y mis uñas están extremadamente sucias. Necesito entre otras muchas cosas un baño urgente porque parezco un cerdo.

Ah, cierto, no hay zapatos tampoco, así que me he convertido en la imagen perfecta de un pordiosero miserable. Mis manos están llenas de callos y dolorosas grietas, está claro que este cuerpo no está en condiciones tan saludables como mi cuerpo original. Al menos no estoy calvo, tengo una larga melena de un color rojo fuerte, parece pelo teñido, pero no, es totalmente natural, un color que no existiría naturalmente en la Tierra. Pelo de fantasía en un supuesto mundo de fantasía, aunque también está muy sucio y grasiento.

Guía básica de supervivencia en un mundo fantástico (de mierda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora