Capítulo 13.- La Guerra Santa Continúa

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La noticia del inicio de la destrucción del Quinto Sol ha causado temor y pánico entre los asistentes del Torneo de las Guerras Floridas y entre todo el Santuario de Teotihuacán en general; sin embargo, al otro lado del Atlántico, en el Santuario de Grecia,  Hades había iniciado una guerra santa contra Athena, hecho que involucraría también a los caballeros atenienses, destacándose entre ellos a Seiya de Pegaso, Hyoga de Cisne, Shun de Andrómeda, Shiryu de Dragón e Ikki de Fénix. 

Hades había iniciado el eclipse, los habitantes de la Tierra se sentían amenazados por esa acción, inclusive los santos de otros dioses (incluso los de otras mitologías) sabían lo que significaría si la luz del sol se extingue en la Tierra, Poseid...

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Hades había iniciado el eclipse, los habitantes de la Tierra se sentían amenazados por esa acción, inclusive los santos de otros dioses (incluso los de otras mitologías) sabían lo que significaría si la luz del sol se extingue en la Tierra, Poseidón había decidido enviar ayuda a los Caballeros de Athena, pero, por su parte, en los bosques del occidente, en la Sierra Madre de México, una mujer, guerrera de Athena, se encontraba avistando el fenómeno.

Hades había iniciado el eclipse, los habitantes de la Tierra se sentían amenazados por esa acción, inclusive los santos de otros dioses (incluso los de otras mitologías) sabían lo que significaría si la luz del sol se extingue en la Tierra, Poseid...

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June: Un eclipse... (Miraba atentamente el cielo) Shun... ¡ha!... (por un momento le pareció figurar caer algo del eclipse cerca de donde se encontraba)... Eso era... una... (corre al lugar del impacto).

Mientras tanto en el sitio de impacto, los habitantes se veían asustados, más aun los tres jóvenes que se encontraban al frente de los mismos, aunque parecían más intrigados ante el objeto que había caído, uno de esos tres jóvenes, una mujer, sacerdotisa del lugar, imploraba a los dioses por detener el eclipse, junto a sus hermanos, era encargada de proteger los recintos sagrados de su dios, hasta su regreso. La tierra era conocida como Teotihuacán.

Maya: (sigh)

Carmen:
Hermana... ¿Que ha sido eso?

Diego: Es... una...

Maya: No es posible, esto no debería estar ocurriendo ahora, es muy pronto... (observaba al cielo)  

Carmen: (corre en dirección al objeto)... ¡Es una señal de nuestro señor! Una...

Diego: ¡Armadura!

La armadura se mostraba completamente radiante, que parecía opacar los destellos del eclipse, la liebre lunar, se decía que en la antigüedad, esta había ofrecido su vida para Quetzalcóatl para alimentarle con su carne en su viaje, Quetzalcóatl había quedado tan conmovido por ese acto que le dio un lugar en la luna, y ahora vigilaba desde allí.

Maya: Se trata de la armadura de la liebre lunar, había escuchado de ella, pero no creí que fuera a verla con mis propios ojos.

Una voz femenina se hacía escuchar a lo lejos captando la atención de los tres hermanos, una mujer de cabellos negros, portando un traje característico de las sacerdotisas alzaba su voz. 

Los Caballeros del Zodiaco: La Saga de QuetzalcóatlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora