Los Caballeros del Zodiaco: La Saga de Quetzalcóatl

Capítulo 14.- Yael, el Guerrero Caimán

Mientras que los Caballeros Atenienses llegan a Teotihuacán para rescatar a Athena de las garras de Quetzalcóatl, cinco de los caballeros aztecas que pelearon en el torneo han optado por ceder ante las exigencias de los Cuatro Gigantes; sus nombres son: Jaime de Ocelote, Juan de Tiburón, Jason de Coyote, Jessica de Venado y María de Liebre. Ellos se encuentran prisioneros, atados de manos, bajo la custodia de aquellos caballeros cuya misión es poner fin a la existencia del Quinto Sol.

Jaime: Sigo sin entender cómo funcionan esos "soles".

Comet: Cada sol termina en un ciclo sin fin que conlleva vida y muerte. Ahora el tiempo de que nazca un nuevo sol ha llegado, y sólo los dioses podrán salvar la vida del hombre de su suerte.

Juan: ¿Dioses? ¿De cuáles dioses están hablando? 

Isidro: Déjenme que les cuente algo: En el principio, todo era negro, sin vida, muerto. Los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl los dos principales jefes del grupo de dioses, se habían dado cuenta de que los dioses se sintieron vacíos y necesitaban compañía. Por eso fue que optaron por crear la Tierra y a los primeros hombres. Una vez realizadas estas acciones, los dioses se reunieron en Teotihuacán, planteándose la cuestión de quién tendría la carga de gobernar al mundo, para lo cual uno de ellos se tendría que arrojar a una hoguera. Dos de ellos fueron seleccionados como víctimas para tal fin.

María: (con cara de aburrimiento) Ya me sé esa vieja historia... La creación del Sol y la Luna.

Leandro: (sorprendido) ¡Un momento!, ¿Cómo es que se supo la historia?

Jessica: María no es tonta. Es toda una experta en la enseñanza de las historias que se han transmitido desde la época del mito.

Jason: Y además, ¿Qué tiene que ver la creación del Sol y de la Luna con el ciclo de destrucción y creación?

Comet: Como dije antes, tiene muchísimo que ver. Antes de la creación viene la destrucción, y para que su especie pueda sobrevivir, hay que destruir el quinto sol y a todo lo malo que ha dejado.

Jessica: ¿Acaso es necesario sacrificar las vidas de las personas si es necesario?

Xavier: Si Quetzalcóatl no puede eliminar a los humanos, habrá de necesitar de alguien más para que la humanidad pague su castigo por desobedecer a los dioses.

María: No crean que se vayan a salir con la suya. Muy pronto Quetzalcóatl detendrá la destrucción.

Jaime: María tiene razón. Quetzalcóatl cree en nosotros y jamás nos defraudará aunque tengamos que pagar con nuestras vidas para salvar al mundo.

Comet: Creo que ya es demasiado tarde para intentarlo. Ni el mismo Quetzalcóatl podrá detener la inminente destrucción del Quinto Sol. (ríe con carcajadas maléficas)

Los Cuatro Gigantes llevan a los Caballeros de Bronce Aztecas, quienes atados, hacen todo lo posible por intentar escapar de los temibles Gigantes; mas sin embargo, todos los esfuerzos de ellos fueron en vano, ya que los mismos Gigantes se percataron de las movidas de Jaime y compañía, por lo que optan por aturdirlos con un ataque similar al Satán Imperial de Saga. Mientras tanto, en una pequeña casa otro caballero azteca, un viejo amigo de un destacado caballero ateniense de plata, empieza a tener un sueño sobre lo que está por ocurrir.

Voces: "El quinto sol pronto llegará a su final; esta muriendo. Pronto los dioses ordenarán un nuevo comienzo. Terremotos y hambre cubrirán esta tierra. Si los dioses no son detenidos, el hombre morirá y un nuevo orden vendrá a esta tierra. Apresúrate! debes ir al Santuario y prevenirlos. Solo Athena puede detenerlos..."