En la cima del Palacio de Quetzalpapalotl, Saori y Diego, las respectivas reencarnaciones de Athena y Quetzalcóatl, seguían derramando sus respectivas sangres en el llamado Pilar del Sacrificio. Este pequeño recinto se encontraba rodeado por una plaza en cuyas esquinas se encontraban rocas grandes, similares a los de unas columnas. Éstas rocas estaban perfectamente talladas, y las figuras que emanaban de éstas tenían una forma antropomórfica. A estas esculturas se les conocen como "Los Atlantes de Tula".
Diego: Athena, dime ¿Es verdad que estás dispuesta a esperar a tus queridos caballeros para que puedan rescatarte?
Saori sonrió complacida y afirmó con la cabeza, en señal de que lo que ella hacía era verdad; sin embargo, ella continuó:
Saori: Ahora déjame preguntarte a ti, Quetzalcóatl: ¿Porqué no llamas también a tus caballeros y haces que ellos te salven a ti también?
Eneste momento, Saori, miró con un dejo de aprensión el brillo que emanaba de su propia sangre. ¿Podría ser? ¿Si se concentraba, podría ver el rostro de Seiya ahí en el fondo de su popia sangre? El recuerdo del rosto complacido del caballero de Pegaso se plantó en su mente tan fuerte que tuvo que aspirar con fuerza y resistir para no quedarse sin aire y sin fuerzas. Lentamente, su rostro se acercó hacia el pequeño río de su sangre, con tal de observar y, tratando de disimular con una sonrisa, la angustia que sentía en aquel momento. Siguió acercándose ahí; no podía desperdiciar una oportunidad para volver a ver a Seiya, aunque ésta fuera tan remota.
Diego, al percatarse de que Saori sentía tristeza por Seiya, quien había sido herido por la Espada de Hades, por lo que comenzó también a inclinarse hacia ella y entrecerrando los ojos. Diego, que estaba frente a ella, dirigió su mirada a espaldas de Saori, que seguía mirando a su propio río de sangre; hasta que, soltando un leve suspiro, Saori se resignó. La Malinche se aproximó a la diosa griega y al dios azteca, con el fin de dirigirles un mensaje:
Malinche: No cabe duda de que ustedes dos harán un enorme beneficio para evitar la muerte del Quinto Sol.
En ese instante, una nube oscura pasó volando muy bajo sobre el Pilar del Sacrificio, Saori y Diego se giraron en seguida a ver que dicha nube pasaba sobre ellos. Los dos se habían percatado de que la Malinche había desaparecido. Movidos por la curiosidad, Athena y Quetzalcóatl comenzaron a escuchar una serie de voces. Esas mismas voces parecían demasiado familiares a ambos, por lo que ambos escucharon y, tras percatarse de la presencia de un cosmos demasiado poderoso, comenzaron a hablarse entre ellos.
Saori: (sonríe) ¡Este cosmos es demasiado poderoso!
Diego: Este cosmos que estoy sintiendo es el de... (exclamando) ¡Tlazolteótl! ¡La diosa madre ha sido liberada!
Saori: (susurrando bajo) Marin...
Diego: Es posible que Tezcatlipoca pueda estar detrás de esta estrategia. ¡No hay que subestimar el poder del espejo humeante!
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Los Caballeros del Zodiaco: La Saga de Quetzalcóatl
FanfictionCada 500 años aparece una reencarnacion del dios Quetzalcóatl (Dios azteca de la luz y de la vida) el cual busca a valientes guerreros que estén dispuestos a pelear, aun en costa de sus vidas, para vencer al mal. Después de la saga de Hades, antes d...