El desierto de los zombis.

1.

/ 22:04 / /Casa de María y Lucas/

- ¡Hoy va a ser una noche mágnifica! - levanta las manos Carol.

- Tengo el presentimiento de que algo malo va a pasar. - toco mi chaqueta nerviosa. 

- ¿Qué te vas a tirar a un tío borracha? ¡Eso no es malo! - dice Bryan. 

- No, algo realmente malo.  - digo mientras bebo el resto de mi vaso de agua. 

- No bebes, no fumas, eres virgen. No sabes lo que es disfrutar de la vida. - me dice Lucas mientras saca de su frigorífico una cerveza. 

- Eres un estúpido. - digo apartando la cerveza. 

- Un estúpido con razón. 

- Por qué seas el hermano de mi mejor amiga, no implica que tengas razón en todo lo que digas. 

- Lo que tu digas, señorita. - dice mientras se pira. 

- ¡Laura! ¡Viniste! - dice María al salir de su habitación. 

- Ya sabes que siempre me acabas convenciendo. 

- Te juro que esta noche va a ser la mejor de tu vida, así que vete sonriendo. - levanta con su mano mi cara. 

- Está bien... 

Me acerqué a uno de los grupos del salón. 

- Ándate con cuidado, Marc. - dice Bryan.

- El único problema que veo aquí eres tú. No deberías de estar controlándola tanto. 

- ¿Para qué? ¿Para que se largue contigo?

- Ese ya no es mi problema, es el de tu novia. 

- Che, che, che. ¿Qué narices pasa aquí? - digo poniéndome entre los dos. 

- Apártate, Laura. No quiero pegarte. - dice Bryan.

- Aquí nadie va a pegar a nadie. Tú deberías relajar un poco las tetas - señalo a Bryan. - Y tú, deberías de no meter tanta cizaña. - señalo a Marc. - No deberías de arruinar vuestra amistad por una tía. 

- ¡Es mi novia! Y actúa como si fuera la suya. 

- Yo no actúo como si fuera mi novia, es mi ex y mi amiga. 

- ¡Parar ya! - dice Carol. - No soy de nadie, ¿entendido? Bryan eres un celoso de mierda, Marc no la líes más, ¿vale? Aquí hemos venido a disfrutar no a pelear. Si queréis pelear, muy bien, pero no me volvéis a ver el pelo nunca más. 

Ambos se disolvieron. Por fin paz y tranquilidad. 

Me acerqué a María, estaba hablando con Lucas. 

- Hola, fiesteros. La fiesta está chachi piruli. 

Ambos me miran incrédulamente. 

- Eso se pasó de siglo, querida. - me dice María. 

- Estaría mejor un "La fiesta es una jodida pasada" - dice Lucas. - Perdón, se me olvidaba que no decías tampoco palabrotas. 

- Déjala en paz - dijo María dándole un empujoncito en el hombro de su hermano. 

Un irritante sonido sonó. Las bombillas y los cristales de las ventanas se rompieron, cayendo cristales por todas partes. El suelo tembló y me caí al suelo. ¿Qué narices pasaba aquí?