18.

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Hicimos una corta travesía por Salamanca, saliendo de dicha ciudad. Pasaron algunos días hasta que conseguimos llegar a Portugal. Miles de hazañas y muertes tuvimos que provocar. Pero, finalmente, conseguimos nuestro propósito. 

En dicho país, había una especie de campamento para todas las familias que consiguieran llegar con vida, obviamente, todo muy estricto. 

- ¿Tienen algún arma?

- No. - dijimos. 

Obviamente teníamos algunas, pero escondidas lo más posible. 

- Bien. - nos miraron extrañados. 

Miles de revisiones nos hicieron, pero ninguna hizo que encontraran nuestros armas. 

- Inútiles. - agregó María. 

Yo no era capaz de explicarme el por qué de muchas cosas. ¿Por qué no salieron los zombis en las noticias de otras ciudades? ¿Por qué hay tan pocos zombis si hay tanta gente? ¿Por qué no se contagia la enfermedad con la saliva? Incógnitas hacían que mi mente no me dejara dormir. 

Por alguna extraña razón, en medio de la noche nunca aparezco donde me he puesto a dormir. Es extraño y bastante tenebroso. 

El desierto de los zombis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora