17.

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Los zombis no tardaron en llegar a Ávila. Tuvimos que irnos bastante rápido ya que teníamos que completar nuestra misión. 

Tardamos dos días en llegar a Salamanca, pero lo conseguimos. En el camino tuvimos que matar algún zombi que nos perseguía, pero nada más extremo que eso. No había otro camino que pasar por todo el centro de la ciudad de Salamanca, ya que si no, nos encontraríamos con el río más adelante.

Llegamos al puente romano. La historia se repetía otra vez, casas intactas, personas caminando normalmente... Pero esta vez no nos detendremos, lo siento mucho por todos los salmantinos. Cruzamos el puente romano y caminamos por el centro de la ciudad, siguiendo nuestro camino.

- Oye chicos. Ya que esas cosas quedan lejos, ¿Por qué no comemos algo? Tenemos dinero. - propuso Mark.

- No disponemos de tiempo suficiente. - reclamé.

- No tardaremos mucho. - dijo Lucas.

- Está bien... - cedí.

Entramos a un restaurante, pero nos echaron porque 'nuestra ropa olía mal y era incorrectamente innecesaria'. Así que optamos por comprarnos una empanada, un hornazo y una tortilla y comerlo en la calle. 

- ¡Qué rifco eftá ezto! - soltó Lucas con la boca llena. 

Le miré con una cara de disgusto. 

- Come con la boca cerrada. 

- Sí, mamá. - dijo comiendo un trozo más de su empanada y tortilla. 

Comimos todos juntos, callados, concentrados en la comida. A nuestro lado se encontraba la catedral, no era muy buen sitio, pero nos daba igual. Continuamos con nuestro camino, al terminar con nuestra comida. 

El desierto de los zombis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora