5.

2.1K 143 12
                                    

/09:04/ /Casa de María y Lucas/

Ya era por la mañana cuando nos disponíamos a salir de aquel sitio.

Busqué por toda la casa con intención de encontrar una mochila donde podamos llevar reservas. Tan solo teníamos unas cuantas latas de alubias y sardinas y cuatro botellas de agua.

- ¿Cómo hacemos para salir? - comenta Marc. - Estamos en el tercer piso de un edificio, una mala caída y nos podemos morir.

Examiné la parte exterior. Había como una especie de línea sucesoria de piedras donde pasaban los cables.

- Podemos seguir este camino y bajar por la escalera de emergencia del otro lado del edificio.

- Yo no pienso bajar por ahí, me mancharé el suéter. - dijo Carol.

- ¿Prefieres que te devoren unos zombis? - dijo Lucas.

- Sí. Así se acabará el sufrimiento de verlo sucio.

- O vas o te quedas. - dijo Marc.

- Me quedo.

- ¿Estás segura? - le pregunté.

- Os veo abajo, ya encontraré otra forma de salir.

- Voy con ella. - aportó Bryan.

- Bien, os vemos abajo. - dijo María.

Fui la primera que se atrevió a salir de aquella casa. Apoyé mi pie derecho en un trozo de ladrillo y, sujetándome en la ventana, pude poner el otro. Revisé donde podía agarrarme. Había unos tubos extraños, pero lo suficientemente estables para poder sostenerme.

- ¿Va todo bien por ahí? - dijo María.

- Sí, todo despejado.

A mi lado, me seguía Marc, María y Lucas.

Llegamos a las escaleras sanos y salvos.

- Hemos tenido mucha suerte, no creo que la sigamos teniendo.

- ¿Seguro que nos estamos enfrentando a zombis? No he vuelto a ver ninguno y en Walking Dead aparecían en todos momentos.

- Los he visto con mis propios ojos. Y María, por dios, esto no es una película.

- Está bien, tienes razón. - dijo.

Comenzamos a bajar hasta llegar al último piso, donde segundos después apareció Carol y Bryan.

- Aquí no hay zombis ni nada. Hemos bajado como nada.

- ¿Hemos hecho toda esa mierda para nada? - protesta Lucas.

- Hola chicos. - dice alguien detrás de mi.

Miro a los demás que me miran alarmados. Silenciosamente, cojo la pistola y me doy la vuelta rápidamente.

Un chico con toda la cara llena de sangre y media cara sin piel nos saluda.

- ¿Chris? - digo alarmante. - dime que no eres lo que yo creo que eres...

- ¿Un zombi? Creo que sí. Últimamente ya no cubro mi hambre con patatas fritas, ahora me entra hambre cuando veo a una persona. - me mira detenidamente.

- Laura, aléjate. - me dice Lucas.

Chris es mi ex-novio. Le dejé porque pensaba que me estaba engañando, pero no era así. Le sigo queriendo como el primer día.

- Pero... - dije acercándome.

Me acerco y le doy un abrazo.

- ¡Laura! ¿¡Estás demente!? ¡Es un puto zombi! - dice Marc.

- Te quiero... - le susurré en el oído.

Un punzante dolor me carcomía el hombro y un garrafal sonido retumbó mis tímpanos. Caí hacia atrás de semejante dolor.

- ¿Estás bien? - se acerca María.

- Qué... ¿Qué acabo de hacer?

- ¿No te acuerdas? - me pregunta Lucas - ¡Si no fuera por mí ahora serías otro zombi!

- ¿Y esa herida? - tartamudea Carol señalando mi hombro.

El desierto de los zombis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora