Emboscada

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Desperté con los rayos de sol cayendo en mi rostro y con un ligero chisporroteo de algo friéndose.

-Buenos días- La voz de Teemo sonó a mi lado, está cocinando algo en el fuego con una gran sonrisa en el rostro.

-¿Por qué estás sonriendo?-

-He encontrado unas setas muy raras cuando he ido a por leña esta mañana, y no, no son venenosas. Son parientes de la misma familia de las setas que uso, la diferencia es que estas son inofensivas, aparte de que son deliciosas y las estoy cocinando-

-¿Por qué debería creerte? ¿Cómo sé que no son venenosas?- Todavía no me fio de él.

-¿Todavía sigues con eso? ¿No crees que si te quisiera muerto no lo estarías ya?- Tiene razón, ha tenido muchas oportunidades y no lo ha hecho- Además, sé que tienes hambre-

-Eso no es cierto- Mi estómago no estaba de acuerdo y decidio comunicárselo a Teemo con un gruñido- Vale, si tengo hambre- Teemo saca la comida de la sartén y lo pone en dos platos, de los cuales me da uno.

-Toma, disfrútalo- Recibo el plato con tres panqueques.

-¿Panqueques? ¿Y las setas?-

-En los panqueques- Teemo empieza a degustar su plato. La verdad es que olía demasiado bien, así que no pude contenerme y me lleve un trozo a la boca-

-¿Esta... dulce?- Setas dulces, eso es nuevo.

-Sí, es lo que hace especial este tipo de setas-

Devore el resto de la comida, esto está realmente bueno, no me puedo creer lo buen cocinero que es Teemo.

-Calma, que nadie te va a quitar la comida-

-¿Cómo quieres que me calme? ¡Esto está realmente bueno!- Me emocione un poco al hablar- Quiero decir, sí, está bueno. ¿Dónde aprendiste a cocinar así?-

- Llevo a cabo muchas misiones en solitario, no hay nadie que me pueda hacer de comer, así que solamente tuve que aprender-

Después del desayuno continuamos con el viaje que nos llevaría al pueblo que menciono Teemo ayer.

Todavía está a dos días de camino, aunque íbamos en poni, bueno, Teemo iba en poni y yo en la carreta, no nos movíamos a mucha velocidad. Seguramente será para no cansar al animal.

Nos encontramos a media tarde, después de comer. Teemo nos había detenido y parecía estar mirando alrededor en busca de algo.

-¿Qué pasa?-

-Shhh...- Me chisto, eso me enfureció.

-¡¿Quién te crees que eres para chistarme?!- Ni siquiera lo pensé, simplemente grite. Supe por la "mirada" de Teemo que la había cagado y bien gorda. De nuestra derecha aparecieron dos soldados de Noxus, son de la rama más baja del ejército, lo cual maldecí. Solo las personas más importantes del ejército y del reino sabrían sobre mí y de mi colaboración con Noxus, así que estos tipos no sabían de mí.

Los dos hombres se pusieron delante, ambos llevan armas de corto alcance, uno una espada y el otro un hacha. Se les notaba la intención asesina en sus ojos. Esto no es bueno, esta pelea no es justa, es un dos contra uno, y yo no podía hacer nada sin mi bastón.

Me estaba preocupando y mucho, estábamos en una gran desventaja.

-Dadnos todo lo que tengáis de valor y no os haremos daño- Dijo el del hacha, como si les íbamos a creer, son de Noxus, hacen daño a todos, sobre todo a quienes no pueden defenderse, esos son sus favoritos.

De un movimiento veloz, Teemo salto del cuadrúpedo animal y disparo un dardo al soldado de la espada, este al no esperarse el repentino movimiento no tuvo tiempo para esquivar y le dio en el cuello matándolo al instante.

El otro hombre cargo contra Teemo blandiendo el hacha mientras maldecia al explorador. Teemo esquivo el hacha saltando hacia un lado, se giró y disparo otro proyectil, el cual le dio al hombre en su hombrera de metal. Este le respondió lanzándole un cuchillo arrojadizo el cual fallo y dándome a mí en su lugar. Por suerte solo es una herida superficial y no moriré.

Con el hombre tan cerca, Teemo no podía permitirse el lujo de atacar con su cerbatana y saco un cuchillo de caza, acto seguido desvió otro ataque con el arma blanca y se la clavó en la pierna.

Esa herida no era lo suficiente para matarlo, pero empezó a convulsionar y a gritar, unos cinco segundos después cayó al suelo, también muerto.

Teemo seguía de pie mirando a los dos cadáveres.

-¿Teemo?- No reaccionó, como si no me hubiera escuchado.

-¡Teemo!- Está vez grite más que preguntar. Se giró, en su rostro tenía la sonrisa más demente que jamás haya visto. Se dirige hacia mí. Antes estaba preocupado, ahora estoy aterrado. Nunca imagine que Teemo podría llegar a ser tan terrorífico. Se subió a la carreta y se acercó a la jaula. Su cara cambio de la de un lunático a la de una persona preocupada en cuestión de milisegundos.

-¿Estás bien?- Después de matar a dos hombres armados, y casi darme un susto de muerte, ¿lo único que se le ocurre es preguntar si estoy bien?

-E-Eso debería preguntártelo yo a ti-

-No te preocupes, estoy bien-

-No puedo decir lo mismo al verte manchado de sangre y con es sonrisa-

-¿Sonrisa? ¿Qué sonrisa?- No me puedo creer que no notará que estaba sonriendo de tal manera.

-Pues la sonrisa que has puesto, la sonrisa que asustaría a cualquiera que...- No pude terminar la frase ya que vi a un tercer soldado noxiano entre la maleza apuntándonos con un arco- ¡Cuidado, detrás de ti!- Teemo se dio la vuelta a la vez que el soldado dejo volar la flecha.

Sentí como un líquido me salpicaba en la cara, era sangre, pero no es mía, es del yordle parado justo enfrente de mí.

-¡Teemo, no!- El arquero cayó al suelo, también fue alcanzado por uno de los dardos de Teemo. Incluso con el poco tiempo que tuvo pudo sacar su cerbatana, apuntar y disparar.

-E-Estoy bien, n-no te preocupes...- acto seguido se derrumbó. Pudo haberlo esquivado fácilmente pero no lo hizo, ¿por qué cojones no lo hizo?- ¿¡Por qué no has esquivado la flecha!? ¡Sé que podías haberlo hecho!- Unas lágrimas se asomaron en mis ojos.

Me quede viendo el cuerpo inmóvil de Teemo, comencé a llorar y no sé por qué. Teemo es mi enemigo, debería estar celebrándolo y no llorando. Pude notar que aun respiraba, pero yo aquí dentro no puedo hacer nada.

Mire hacia abajo y vi mi bastón, había salido rodando de la mochila de Teemo. Rápidamente lo cogí y utilice mi ataque maligno para escapar. Conocía algunos hechizos sanadores y rápidamente me puse a curarlo. Quise aprender estos hechizos para poder curarme si resultaba herido. Aunque los hechizos fueran para heridas de menor gravedad lo intentaría.

La noche llego muy rápido, así que decidí acampar aquí y atender a Teemo lo más rápido posible.

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