¡Al fin! Bandle

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Los dos hermanos, Garella y Federil resultaron ser agradables.

Hasta que descubrieron quien es Teemo.

-¡No me puedo creer que seas Teemo! Esto debe ser un sueño, pellízcame Garella- y eso hizo- ¡Auch! No tan fuerte, dolió. Espera, eso quiere decir que no estoy soñando y que tengo al mismísimo Teemo delante de mí-

-Vamos, tampoco es para tanto. Solo soy un simple yordle más-

-¡¿Que no es para tanto?! ¡Eres un héroe, deberíamos...!-

-Comportarte que no eres un crio-

La mañana pasó rápido escuchando todos los elogios que Federil tenía para el yordle de color crema.

A últimas horas del día llegamos a la ciudad de los yordles, Bandle.

La ciudad llena de altos edificios yordles y de sus habitantes.

-Ya que se está haciendo tarde, deberíamos pasar la noche en un hotel-

Le entregamos el vehículo a un yordle anciano, el propietario supongo, y después nos entramos más en la ciudad hasta llegar a un hotel.

No es el más lujoso que hay en Bandle pero tampoco se está mal.

-Y dime, ¿cómo pasaremos la noche?- Pregunte.

-Las chicas en una habitación y los chicos en otra- Me contesto Teemo.

-Yo pagare la habitación que compartiré con Garella, así no tendrás que cubrir todos los gastos tu solo, Teemo- La peliblanca le dijo al explorador a la vez que sonreía.

Después de eso, nos fuimos todos a nuestras respectivas habitaciones, la nuestra consistía en una sala de estar (se llama así porque se está) y dos dormitorios con una cama cada uno.

-Ya que Federil es el más joven de los tres, él dormirá solo-

-¿Eso significa que tendremos que compartir cama?- La idea no me agradaba.

-No te quejes tanto, vas a compartir cama con Teemo, ¿sabes la de yordles que pagarían por estar en tu lugar, Vei?- Obviamente no les dijimos quien soy pues se asustarían, así que tomé el apodo de Vei mientras estemos juntos.

-¿Eso me hace afortunado? Perdóname por no estar chillando como una de sus fangirls-

-Deberías dejar de ser tan gruñón-

-Y tú de ser un renacuajo mal criado-

-Yo al menos conseguiré pareja, no como un gruñón amargado que conozco- Si piensa que eso me alterara está muy equivocado.

-Escúchame enano de mierda, tienes suerte de que Teemo este aquí que si no estarías en graves problemas- Pues al final si me altere un poquito.

-Vei, tranquilízate, solo es un niño- Si, un niño que ahora mismo me esta haciendo una mueca de burla detrás del explorador. Como lo coja se entera, nadie se burla del gran Veigar y se va de rositas.

-Está bien, ya me calmo- Mientras pienso en como ajustar cuentas con el enano, me daré un relajante baño, ya que apestaba un poco.

Pasaron los minutos y seguía desnudo bajo el agua de la bañera, contemplando cada detalle del baño. Pensé en poner papel de lija en vez del higiénico cuando ese renacuajo entrara a hacer sus necesidades, o incluso en ponerle chinchetas en la cama.

Ya estoy empezando a sonar igual que un crio. No debería ser tan duro con él, y menos cuando es tan joven.

-Anciano gruñón, ya te estas tardando mucho en el baño. ¿Qué te has caído y te has roto algo o qué?- La voz del renacuajo sonó tras la puerta.

-¿Tú quieres morir, verdad?-

-Bueno, al menos sé que sigues vivo- Eso para mí es un sí.

Termine el baño y salí con una toalla en la cintura, por suerte el hotel cuenta con un servicio de lavandería y tendría la ropa limpia mañana por la mañana.

- Mi turno- Dijo Teemo alegre entrando al baño.

-No hay...- Cerro la puerta sin dejarme acabar la frase- ...toallas-

-Ahora pareces un gato mojado- Tras ese comentario no aguanto más la risa y soltó una gran carcajada.

-Cálmate, Veigar. La venganza es un plato que se sirve frío- Susurre para que no me oyera.

Después de bostezar me dijo que se iría a dormir, que mañana se daría el baño antes de irnos. Acto seguido entro en una de las dos habitaciones para después cerrar la puerta.

Eso me ha dado una idea.

-Eso fue relajante-

-Vaya eso fue ra...- No me di cuenta hasta que miré a Teemo que este se encontraba desnudo y goteando-...pido-

-¿Mmmh? ¿Qué pasa?-

-E-Estas desnudo-

-¿Y? Ya me has visto así antes-

-Ya pero eso fue distinto-

-¿Qué diferencia hay?-

-Eee... Nada, déjalo-

El hotel nos había dejado ropa para dormir, pero solo para dos personas. Un pijama para el enano y otro para nosotros dos, así que decidimos compartir. Teemo usaría la parte de abajo mientras que yo la de arriba. Y con bóxer los dos, obviamente.

Llego la hora de dormir y los dos estábamos, nerviosos, o por lo menos par mi parte.

Pasamos la noche bastante bien, el único inconveniente fue que al despertar Teemo me está abrazando mientras yo le daba la espalda.

Y sé que está dormido por sus ligeros, aunque notables ronquidos.

Intente zafarme de aquel abrazo, pero no pude, es más, hice que el explorador me abrazara con más fuerza.

Y saben, siempre cuando hay dos chicos en una misma cama, uno de los dos despierta con una erección, y en esta historia no iba a ser diferente.

Noté un bulto en la parte de mi trasero, lo que hizo que me ruborizara. A Teemo pareció justarle pues se froto con ganas de más.

Por una vez el renacuajo hizo algo bien al llamar a la puerta sin entrar.

-Venga, despertaros ya, que es de día-

Me levante de un brinco y me dirigí a toda velocidad al baño. El reciente acontecimiento me ha gustado más de lo que me gustaría y para bajar el calentón me di una ducha rápida en agua fría.

Al salir pude ver que nuestra ropa está perfectamente doblada y limpia encima del sofá de la sala de estar, y sin pensarlo dos veces me puse mi ropa habitual.

-Voy a darme un baño mientras desayunáis, ya que yo ya lo hice-

-No te ahogues con el agua, enano- Le respondí.

-Descuida, no todos somos tan torpes como tú- Maldito renacuajo.

Cinco minutos después y Teemo seguía sin salir de la habitación, por lo que me acerque a la puerta y llame. Seguro que tarda porque está bajando los humos a su mini coleguita.

La puerta se abrió justo cuando iba a dar el primer golpe y al final le di al yordle en la nariz. Por suerte solo era un golpecito.

-Ehhh... ¿Qué estás haciendo Veigar?-

Antes de poder contestar un grito se escuchó por todo el cuarto que provenía del baño, acto seguido salió un yordle completamente desnudo y de color rosa.

En efecto, es Federil, que por accidente se lavó con un champú especial que tiñe el cabello que yo mismo puse ahí anoche. Claro que no pensaba que se limpiaría con ese, aunque claro, que escondiera los otros no ayudaba en absoluto.

Ni que lo hubiera planeado todo durante el baño de ayer *ironía*.

-¡Te voy a matar!- Que bien empieza el día.

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