Opuestos

Una visita sorpresa

Segundo día desde que dejamos atrás la taberna y me despierto muy temprano, a las seis o así.

Después de pasar en brazos de Morfeo casi todo el día de ayer, no tenía apenas sueño.

El aroma del desayuno es capaz de terminar de despertarme. Al igual que yo, Teemo se ha levantado pronto y está haciendo de comer en una fogata.

-¿No es muy temprano para hacer el desayuno?-

-¿No es muy pronto para que estés despierto?-

-No tengo sueño-

-Y yo tengo hambre-

Nadie aparte de nosotros está despierto y el sol todavía no ha salido por lo que se podría confundir con la noche.

Teemo volvió a hacer sus deliciosos panqueques de setas.

-Me sobraron setas y antes de que se pongan malas prefiero cocinarlas. Hay suficiente para Trist también-

-Me alegro-

-Aún le queda un rato-

-Iré al baño-

-Aquí no hay baños-

-¿Entonces cómo vamos a hacer nuestras necesidades?-

-No hay baños pero si árboles y arbustos que te agradecerían que los regaras-

-Ya que no me queda otra tendré que hacerlo-

Estamos en un bosque, por lo que hay árboles de sobra.

Camine un par de minutos para alejarme del campamento para que no llegara el olor y cuando creí que había encontrado el árbol prefecto me puse a orinar.

-He oído que los yordles tienen el miembro más grande en comparación al cuerpo que los humanos- Esa voz- pero no se si decirte que la tuya me sorprende o me decepciona-

-Katarina- ¿No podía esperar a que acabara?

Katarina está en lo alto del árbol al que me dispuse a regar.

-Oh vamos, no te avergüences, sabes que el tamaño no importa, ¿o sí?-

-¿Qué quieres?- Aunque Katarina es de Noxus, no me cae bien nadie de allí, todos buscan poder, riqueza y matar.

-Vengo a darte un mensaje por parte de Noxus, pero primero esperare a que termines-

Cuando termine de regar el árbol me di la vuelta me alejé un poco.

-¿Y bien, que quiere Noxus?-

-Decirte el día del ataque, ocurrirá en un mes-

-Es muy tarde, me llevan a juicio y seguramente no tarden más de una semana en presentar cargos contra mí-

-Tranquilo, puedo ganarte tiempo-

-¿Qué piensas hacer?-

-De momento seguirte. No solo soy una asesina con cara bonita, también puedo esconderme-

-Ningún humano ha entrado en la ciudad-

-Siempre hay una primera vez para todo-

No me gusta esto, pero si quiero que mis planes salgan bien debo aceptarlo.

-Debo volver, si no pensaran que me he escapado-

Sin decir nada más, me volví y camine hacia el campamento.
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Horas después, los humanos tomaron otro camino mientras que los tres únicos yordles continuamos con el camino que lleva a la ciudad yordle.

A partir de aquí los uniros que puede pasar don los yordles, o un ejército noxiano dispuesto a arrasar con todo.

-¿Qué es eso de ahí enfrente?- Un yordle color café sentado encima de una piedra.

Nos acercamos al yordle, que al parecer está herido pues tiene una venda en la pierna derecha.

-¿Necesitas ayuda?- Pregunto Teemo.

-Pues la verdad es que sí, unos humanos atacaron mi campamento ayer. Me separe de mi grupo y ahora no sé qué hacer-

-Tal vez sea mejor que te llevemos a la ciudad y allí avisemos a la autoridad-

-Sí, eso sería genial- Algo no cuadra.

-Teemo, vayámonos-

-Sí, espera a...- No pudo acabar la frase pues le interrumpí.

-Ahora-

-Demasiada tarde-

Sentí el frió de una cuchilla acariciar mi cuello, una yordle también de color café me amenazaba con acabar con mi vida si me movía lo más mínimo.

-Bajar ahora del carro o vuestro amigo morirá-

-Mierda, está bien, vosotros ganáis-

Antes de que nadie pudiera hacer nada, sentí como el agarre por parte de la yordle se aflojaba a la vez que soltaba un grito de dolor y al darme la vuelta vi que tenía una cuchilla de clavada en la espalda.

-Gracias, Katarina- Susurre.

-¿Pero qué?- El yordle "lesionado" no podía creer que su compañera hubiese sido herida.

Con la yordle lesionada y el chico desarmado pudimos atarlos. Decidimos interrogarlos un poco.

-¿Por qué nos habéis tendido una emboscada?-

-Para robarnos, ¿para que si no?- Dijo la yordle peli plateada.

-No teníamos elección-

Me fije en su ropa, sucia y harapienta aparte de ser muy jóvenes. Seguramente querían robarnos para poder comer unos días más.

-Sí que la tenías, y aún la tenéis. Trabajar duro y ganar vuestro propio dinero-

-Eso es fácil decirlo. Nuestro padre fue un hombre horrible. Lo peor es que la gente nos teme por ser sus hijos y nos tratan como basura. Fueron ellos los que nos obligaron a asaltar gente para después robarles-

Me di cuenta que la yordle nunca abría la boca para hablar.

-¿Y vuestra madre?-

-Muerta- Agacho la cabeza, pues supongo que le duele hablar de la muerte de su madre.

-¿Es tu hermana muda?- Pregunté.

-Sí, lo es-

-Está bien, lo he decidido. Vosotros dos os venís a Bandle con nosotros-Dijo Temo sorprendiéndonos a todos.

-¿Qué? Pero...-

-Nada de peros, os vendréis e iréis a clases pues supongo que con unos padres así no tuvisteis la oportunidad de aprender, ¿me equivoco?-

-No, pero, pero- Suspiro- Supongo que no tenemos elección-

-No-

-Esto, Teemo, ¿no deberíamos hablarlo entre todos?- Pregunto Tristana.

-No hay nada de los que hablar, yo me haré cargo de ellos dos-

A mí no me importa que un par de yordles nos acompañen, no van a interferir con mi plan.

Y sin darnos cuenta cayó la noche y tuvimos que acampar. Los hermanos durmieron dentro del carro después de curar la hermana y el resto dormimos afuera.

En realidad Teemo tiene un corazón de oro al solo acoger a esos dos sin siquiera conocerlos lo más mínimo.

Dediqué varios minutos mirando las estrellas y reflexionando sobre lo que pasara dentro de poco a la ciudad. Al igual que los dos hermanos, yo sufrí por parte de los humanos y decidí controlarlo todo para que no volvieran a hacerme daño.

En realidad me da pena, tengo muy buenos recuerdos de Bandle. Ojalá no tuviera que ayudar a Noxus para conquistarla, pero es algo que tengo que hacer si quiero cumplir mi meta.