Una nueva vida

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Aquellas palabras se oían tan irreales. ¿Me habían perdonado de todos mis crímenes?

Parecía estúpido, no me había dado cuenta pero estaba en una cama hospital con la boca abierta. Cualquiera que entre pensara que me pasa algo en la mandíbula.

-¿Cómo que me han absuelto?- Una frase simple y corta, pero se me hizo larga al decirlo.

-Pues eso. Todo el mundo se enteró que protegiste la ciudad de los cañones hasta el punto de desmayarte-

-P-Pero ¿cómo?- No recuerdo nada de lo que pasó.

-Utilizaste la energía que acumulaste para hacer un muro que rodeó la ciudad. Los cañones parecían moscas intentando pasar a través de un cristal. Creo que utilizaste el hechizo ese que llamas... ¿horizonte de recesos?-

-P-Pero, pero yo...- Mi voz entrecortada fue interrumpida por la de Teemo.

-Solo nosotros sabemos lo que ibas a hacer realmente. Mientras no digas nada todo irá bien-

-¿Me estás diciendo que mienta?-

-No es mentir, es no decir la verdad-

-¿Y no es lo mismo?-

-No, mentir es decir lo contrario de una verdad y no decir la verdad no es necesariamente mentir- Es confuso, pero creo entenderlo.

-¿Y qué pasará a partir de ahora en adelante?-

-Pues tu nombre pasara de ser el de un de un villano público a el salvador de Bandle-

-¿Y ya está? ¿Así de simple?-

-Si quieres una medalla tendrás que ganártela, ya han hecho mucho olvidando tu pasado-

-Entonces, ¿podré quedarme a vivir a la ciudad?-

-Claro que sí, después de todo fuiste tu quien la salvó-

-Eso es... genial- Esa noticia me alegro tanto, ahora podré cambiar de vida, no era muy feliz con la que llevaba- Solo que, en realidad, se llama horizonte de sucesos-

-No soy yo el que le pone nombres tan raros a los conjuros-

-Pues claro que no porque soy yo- Esbozó una medio sonrisa.

-Me alegro mucho por ti- Su cálida sonrisa volvió a brindarme felicidad y calor en mi pecho- Ah, antes de que se me olvide, te han ofrecido un puesto para que seas el primer profesor de magia oscura-

-¿Qué? ¿Lo dices en serio?-

-Sí, no hay yordles que practiquen este tipo de magia y apenas se sabe nada de ella, quieren que les enseñes para poder evitar desastres venideros-

-No es por ser materialista pero, ¿de cuánto dinero estamos hablando?-

-No me lo han dicho, pero seguro que el suficiente para comprarte una casa aquí y quedarte-

Mi vida ha cambiado tanto en tan poco tiempo. Hace un mes estaba condenado a muerte y ahora me están dando un buen trabajo. No voy a desaprovechar esta oportunidad que me da la vida.
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Ha pasado una semanas desde que acepte el puesto. Estoy en medio de clase con otros magos de la ciudad, ellos son expertos en la magia normal, pero no tienen apenas conocimiento de la magia oscura.

Así que soy su profesor.

-La magia negra se alimenta del odio. Necesitan ese odio para conjurar o hacer algo similar- Mi voz suena alto y fuerte para que mis alumnos me escuchen claramente.

-¿Qué pasa si no odias nada?- La voz de una yordle a travesó la sala.

-Todo el mundo odia algo, por mínimo que sea. Por ejemplo, yo odio a los humanos, no puedo aguantarlos. Ese sentimiento alimenta mi magia, pero también sirve odiar el tener que levantarte a las seis de la mañana o algo parecido-

-Entonces ¿también sirve odiar el tener que hacer las tareas del hogar?-

-Efectivamente- Mire la hora y comprobé que ya se había acabado la clase- Muy bien, seguiremos la clase que viene-

Todos los alumnos salieron en orden. Yo me quedé trabajando en mi mesa, pues tenía que preparar la clase de mañana.

-Menuda clase más aburrida das- La voz de Teemo sonó a los pocos minutos de que el ultimo alumno abandonara la clase.

-Si mis clases son aburridas las tuyas serían una broma, si dieras clases claro-

El yordle crema entro a la clase cogiendo una silla y sentándose al frente de mí.

-¿Por qué odias a los humanos?-

-¿A qué viene eso?-

-Curiosidad, simple curiosidad-

Suspiré- Algún día te lo tenía que contar. Cuando era un pequeño yordle inocente fui separado de mis padres y me secuestraron, durante unos siete años fui encarcelado y usado como juguete con el que se desahogaban- Recordar esos años de mi vida me ponía triste, pero no iba a derramar lágrimas por algo que ya no me afecta en nada.

-Al final escapé y me adentré al bosque. Sin saber nada de supervivencia creí que moriría, pero por suerte encontré una choza llena de libros, libros de magia oscura. Con ellos aprendí a utilizar la magia para cazar, cocinar, entre otras cosas-

-Perdí a mis padres por culpa de los humanos, y por ellos es que era como era. Solitario y desconfiado de todo el mundo, sin una pizca de bondad en mi-

-Y por eso los odias, porque te convirtieron en Veigar- Supuso Teemo.

-Sí, me quitaron a mi familia, y luego me cambiaron a peor. Pero ahora soy otro, un nuevo Veigar-

-Pero todo tiene una parte buena-

-¿Qué tiene de bueno que me maltrataran por años?-

-Si no te hubieran secuestrado no habrías encontrado esos libros y por ende no hubieras sido el villano de Bandle y mi "enemigo"-

-Tal vez tengas razón- Le sonreí- Pero sigo odiándolos-

-Está bien gruñón. No digo que dejes de hacerlo, es más, a mí tampoco me caen demasiado bien, sobre todo ese Garen, un hombre sobremusculado que solo sabe decir Demacia por todos lados. Eso sin contar la gente de Noxus-

-Cambiando de tema, ¿qué te trae a la universidad?- Mi cambio repentino de tema debió de desconcertar al yordle explorador.

-Pues, vengo a visitarte- Le mire con unos ojos que decían que no le creía- Y también a que me perdones-

-Teemo, ya te he dicho que te perdonaba, lo hice hace días-

-Sí, lo sé. Pero nunca te dije la razón por la que actué como lo hice-

-Teemo, eso es el pasado. Déjalo estar, sé que tendrías una buena razón- seguramente le obligaron a hacerlo para que me condenaran con más facilidad. Y no le culpo por ello.

-Está bien, pues si ya has terminado ¿nos vamos a casa?-

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-¿En qué piensas?-

-Nada, solo en lo que nos deparará el futuro-

-Puedes esperar a que la vida te vaya bien o hacer algo al respecto-

-¿De dónde vienen esas sabias palabras?-

-No sé, quizás estar contigo me inspire-

-Muy bien poeta, tal vez necesites más inspiración- Dije con voz seductora, y así terminamos los dos desnudos en la cama "inspirándonos" hasta quedar dormidos.

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