Opuestos

...o lujuria?

Me encuentro desayunando en el comedor, pensé que lo de anoche lo había soñado.

Pero no, fue real, tan real como la vida misma.

Ahora sé que Temo siente algo por mí, pero no sé qué es, si lujuria o... quizás amor.

Y si fuera lo último, ¿cambiaría algo entre nosotros?

-Buenos días- La voz de Teemo sonó detrás de mí.

-B-Buenos días- La tranquilidad del explorador es fascinante, es como si no se acordara de lo que hicimos anoche.

Me quedé mirándolo mientras este se sentaba delante de mí con un bol lleno de cereales.

-¿Ocurre algo?- Pregunta mientras vierte leche en los cereales.

-No, nada. Es solo que actúas como que ayer no pasó nada-

-Y no debería haber pasado-

-¿Qué?- De todas las respuestas no me esperaba esta.

-Lo de ayer...fue un error- ¿Lo está diciendo en serio?- No debimos hacer nada, solo olvida que ocurrió-

-¿¡Que lo olvide!? ¿¡Cómo quieres que lo olvide!?- No puedo creerme lo que está diciendo.

-¡Pues olvidándolo! ¡Solo fue un accidente, nada más! ¡La culpa la tiene el alcohol!-

-¿¡Un accidente!? ¿¡Eso es lo que significa para ti lo de ayer!?-

-Sí- Lo susurro, por el tono de voz parecía que dudaba, pero su mirada es firme, sin el menor rastro de duda.

-¡Si eso es lo que significó para ti, tranquilo que después del juicio no volverás a verme!-

-¡No es que tuvieras otra opción!-

-¿A qué te refieres?- Su miraba evitaba la mía y observaba el suelo como si fuera más interesante que yo- Teemo, dime, ¿a qué te refieres con eso?-

El silencio fue mi única respuesta.

-¡Teemo!-

-¡Te mandarán a ejecutar!-

-¿¡Que!? P-Pero tu dijiste que...-

-Sí, sé lo que dije-

-Me mentiste, ¿por qué?-

Al igual que antes, solo me respondió con silencio.

-Si no vas a contestarme entonces me iré- Me fui a mi habitación y recogí todas mis cosas. Ya con todo, me planté delante de la puerta y sin apartar la mirada de ella le hable al yordle que creía que era mi amigo- No te preocupes, iré al juzgado mañana-

Teemo no se había movido del sitio, tampoco había dicho nada más, solo se quedó allí plantado con la cabeza gacha.

Y sin más solo abrí la puerta y me marché.

Ahora no tengo ninguna duda.

Ayudaré en la caída de Bandle.

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Por suerte tenía algo de dinero y puedo permitirme una noche en un hotel.

Ya delante de este, el cual es uno barato, entre en él y pedí una habitación.

Al entrar a la habitación me tumbé en la cama y dejé salir las lágrimas que estaba reteniendo.

Duele.

He sido un estúpido al enamorarme, nunca debí sentir nada.

Me han vuelto a herir por mi negligencia, por ser un estúpido ilusionado y creer que sentía algo por mí.

No dudaré, mañana no dudaré. Bandle caerá, y yo seré el responsable.

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No me di cuenta que me quedé dormido. No sé qué hora es ni me importa.

Es de noche.

Me ducharé y me volverme a dormir.

Hay un pequeño baño en una de las esquinas, entraré a lavarme.

El baño, igual que el cuarto, es pequeño. No hay tina, solo hay una ducha, un wáter y un lavamanos ocupando un lugar demasiado pequeño

No demoré mucho tiempo en lavarme y al salir contemplé a través de una ventana que el sol comenzaba a salir.

Mi juicio es a las diez en punto.

Hoy me juzgaran, y hoy conquistaré la ciudad.

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Me encuentro en una sala llena de gente. Enfrente de mi esta el estrado y sentado a mi lado se encuentra un abogado.

Sé que el yordle que me defiende no le agrada la idea de ayudarme, pero no se puede empezar un juicio sin tener a alguien que defienda al acusado.

Así que creo que le han obligado a ser mi defensa.

Todo el mundo va contra mí, no tengo a nadie que me ayude.

-Orden, orden en la sala- El juez intenta hacer calmar a la gente, pero están muy inquietos abucheándome e insultándome.

-¡Orden!- Y con ayuda de un golpe de mallete pudo al fin silenciar la sala.

-Estamos hoy aquí para juzgar a Veigar de varios crímenes. Puede empezar-

-Con la venia señoría, el acusado ha sido visto...-
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Ha pasado casi una hora, han relatado casi todos los crímenes que cometí en el pasado.

-¿Alguna objeción por parte del acusado?-

-No señoría- Ni siquiera mi abogado intenta defenderme.

-¡Muy bien, he oído suficiente! Condeno a Veigar a la silla eléctrica en un máximo de 15 días-

Dicho esto el juez cogió el mazo y lo levanto. Justo antes de dar el golpe un yordle entró dando voces.

-¡Nos están atacando, Noxus viene con un ejército!-

Todos los yordles de la sala entraron en pánico, con el barullo conseguí escapar de la sala.

Ahora tengo que ocasionar destrucción por la ciudad.

Para hacerlo, necesito mi bastón. El cual se quedó Teemo.

No quiero volver a ver a ese yordle en mi vida, pero no tengo opción. Tendré que ir a su casa a por mí bastón.

Llegue en cuestión de minutos y entre dentro.

-Teemo- No hubo respuesta, eso quiere decir que no está.

Busque por toda la casa sin encontrarlo.

¿Dónde lo habrá metido? Es un bastón no las llaves de casa.

Al final lo encontré, estaba debajo de la cama del explorador.

Y entonces me di cuenta, la almohada esta mojada.

-¿Ha estado llorando?- ¿Por qué?

Me da igual, salí del edificio y contemple como en cuestión de segundos la ciudad había pasado de la tranquilidad a un completo caos.

-¡Mami, mami! ¿¡Donde estas!?- La niña de hace un par de días lloraba en medio de la calle buscando a su madre.

La lástima que sentí aquel día al verla jugar con sus amigos había desaparecido, me había vuelto frío.

Di media vuelta y me dirigí al edificio más alto de todos.

El ayuntamiento.