Opuestos

Adiós Kumungu

Muy a mi pesar, llego la hora de levantarse. Aunque parezca mentira, se está cómodo en el saco.

Una de las semillas de la planta mutante pudo alcanzarme en la pierna, por suerte no es nada grave.

Esta mañana, a diferencia de las demás, no estaba soleado. Varias nubes pueden ser vistas decorando el cielo.

-Si te lo preguntas, comenzará a llover dentro de poco. Tenemos que darnos prisa para que no nos atrape la lluvia-

Recogimos el campamento, o lo que queda de él, pues varias de nuestras pertenencias quedaron dañadas.

-Está bien, pero date prisa-

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Pasaron unas horas y llegamos al pueblo del que hablo Teemo, por desgracia la lluvia nos alcanzó hace varios minutos y ambos quedamos empapados.

-Teemo, ¿cómo vamos a pasar la noche?-

-Hay una posada con varias habitaciones en el pueblo, la suelo visitar cada vez que vengo y el dueño me conoce, creo que puede darnos una habitación-

Seguí al yordle por todo el pueblo hasta llegar al lugar que mencionó. Entramos en la taberna, la cual se encuentra llena a pesar de ser las dos de la mañana.

Entre empujones, gritos e insultos conseguimos llegar a la barra.

-Jefe, ¿tienes una habitación de sobra?- Preguntó Teemo.

-¿Jefe?-

-Hombre, pero mira quien está aquí. Pero si es Teemo, cuanto tiempo sin verte-

-Yo también me alegro de verte Richard-

-Y dime, ¿quién es tu amigo?-

-Él es...-

-No tengo nombre- Le interrumpí, no quería que nadie sepa mi nombre por si surge algún problema por ser quien soy.

-¿En serio Vei, no tienes nombre?- Pregunto Teemo.

-Espera, ¿Vei, no serás tú Veigar, el pequeño maestro del mal?-

¿Por qué Teemo, por que no piensas un poco antes de hablar?

-No, yo me llamo... Vei, solo Vei, jeje-

-Mmmm... Muy bien Vei, ¿Qué queréis beber? Invita la casa-

-Pero Vei... Mmmmmhhh- Le tape la boca antes de que dijera nada más-

-Nos disculpas un momento-

Me lleve a Teemo y nos sentamos en la mesa más alejada y apartada que encontré.

-¿Es que no piensas en absoluto?-

-¿Porqué, que pasa?-

-¿Qué crees que pasaría si la gente se entera de que estoy aquí?-

-Ehhhhh, ¿que vendrían a saludarte?- A veces no sé si es tonto o simplemente me está tomando el pelo.

-No, cundiría el pánico, soy un icono del mal, me echarían del lugar y me obligarían a irme del pueblo antes de que pasara la noche-

-Puede que tengas razón-

-Pues claro que la tengo-

-Aquí tenéis- Se acercó el mismo hombre con el que habíamos hablado, traía consigo un par de jarras que había puesto en nuestra mesa.

-Tomad todo lo que queráis, invito yo-

-No hace falta, muchas gracias-

-Es lo menos que puedo hacer después de lo que has hecho por el pueblo, Teemo-

-No fue nada-

Eso me dio curiosidad, ¿qué fue lo que hizo Teemo?

- ¿Y qué fue lo que hiciste?-

-Esa es una buena historia, mejor me voy y os dejo charlando-

Nos pasamos toda la noche bebiendo y hablando.

A las seis, cuando los últimos clientes se fueron, el dueño del local nos dio una llave y nos indicó como llegar a nuestra habitación.

Nos habíamos pasado un poco bebiendo y estábamos algo ebrios.

Ya en la habitación me di cuenta de que esta es muy similar a la que soñé cuando tuve aquella "pesadilla". Aquel recuerdo junto con el alcohol que hay en mi sangre hizo que me excitara un poco. Por suerte en esta habitación hay dos camas.

-Sabes, puedo seguir contándote historias si quieres- Dijo un Teemo ebrio.

-No, deberíamos irnos a dormir, mañana hay que seguir...-

-Mañana nos vamos en un carruaje que nos llevará a Bandle, no pasa nada por seguir un rato más hablando-

En el estado en el que estaba sentía que podía abalanzarme sobre él en cualquier momento y violarlo allí mismo. Por eso, antes de perder la poca conciencia que me queda, me iré a dormir.

-Yo estoy cansado, me iré a dormir-

-Pues yo no lo estoy-

-Pues deberías-

-No quiero que se acabe la noche todavía- Dijo con un tono de voz ¿Seductor? Un ligero sonrojo me adornó las mejillas.

-¿Qu-Que has dicho?

-Lo que has oído- Se acerca a mí y me susurra en el oído- Si quieres podemos...-

-¿Teemo?- Se había quedado dormido encima mío.

-No me lo puedo creer, me intenta seducir (o eso creo) y luego se queda dormido encima de mí-

Tras aquella extraña situación quede aún más excitado que antes y con un gran sonrojo.

No sabía que Teemo es gay, eso o el alcohol ha tenido un papel muy importante. Puede ser que me haya desmayado y este sea otro sueño, o Teemo no sabe que estaba diciendo.

Sea lo que sea lo que haya pasado, no puedo dejar que Teemo duerma en el suelo, y menos encima de mí. Lo levante y lo acosté en una de las camas y decidí que yo también necesito dormir y me acosté en la otra.

Solo espero que mañana no se acuerde de nada.

Y con ese pensamiento, y el de Urgot bañado en aceite me dejé abrazar por los brazos de Morfeo e intentar dormir plácidamente.