Darkness.

No quería hacerlo.

Ya había preparado el bolso con algunas cosas para ir al muelle, pues Kendall prometió continuar con las historias, pero dijo que de ahora en más sería diferente. No entendía muy bien a qué se refería con eso, pero la idea de broncearme un poco no sonaba para nada mal. Finalmente me decidí por un bikini negro, el cual se me veía bastante bien.
En el jardín, Kendall me esperaba con una canasta de picnic en su mano derecha, y una pelota de playa en su mano izquierda. Su malla azul tenía dibujos de anclas, y los lentes de sol adornaban por completo su atuendo.

El muelle era un sitio muy tranquilo, el agua era clara, y podías recostarte en la orilla a escuchar el canto de las aves sin que nadie te molestara, pero obviamente, ese no era el plan de Kendall.

-Espero que estés preparada para divertirte Maddie- dijo mientras colocaba un mantel en el suelo, indicándome que me sentara. Luego, de la canasta sacó algunos sándwiches y ensaladas, todo se veía muy apetitoso.

-¿Qué tienes planeado?- le pregunté con la comida en la boca, haciendo que él se ría a carcajadas.

-Continuaremos con los relatos, pero esta vez tendré un poco de ayuda. Hay que esperar a que llegue, mientras tanto puedes hacer lo que quieras- me contestó con una sonrisa en el rostro.

El sol quemaba, y me pareció la oportunidad perfecta para comenzar a tostarme, así que sin nada más que hacer, me quite el vestido playero que llevaba y me recosté a tomar sol. Noté que los ojos de Kendall no se separaban de mí -¿tengo algún insecto enorme caminando por mi espalda?- le pregunté haciéndome la graciosa.

-De hecho sí, una tarántula se está subiendo a tu cuello, déjame quitartela- al decir eso, se arrodilló al lado mío y me dio un suave beso bajo la nuca -estás muy linda Maddie- dijo susurrando.

Luego de un rato, escuché que alguien silbaba detrás nuestro, y algo incómoda volteé para ver de quién se trataba. Frente a mis ojos, se encontraba un apuesto muchacho, parecía tener mi edad, era musculoso, con el cabello castaño y unos bellos ojos cafés.

-Amigo, podrías haberla traído aquí antes- dijo dirigiéndose a Kendall y señalandome a mí.

-¡Jake!- exclamó Kendall mientras se levantaba a saludarlo -ella es Maddison, mi chica, o eso espero que sea.

Inevitablemente, en mi rostro se dibujó una sonrisa, y me levanté para saludar a Jake.

-Hola Maddison, yo soy Jake, un viejo amigo de Ken- ¿Ken? ¿Así le decían a Kendall? Me preguntaba para mis adentros.

-Muy bien, ahora estamos todos, podemos comenzar- dijo Kendall sentándose nuevamente. Jake y yo hicimos lo mismo.

-¿El asesinato en el muelle?- pregunté.

Ambos se miraron y me contestaron al unísono -sí, el mejor-.

-Hace un tiempo atrás- comenzó Kendall -aquí mismo, ocurrió el mejor asesinato de todo Balltown.

-El 14 de Marzo se cumplirá un año- dijo Jake interrumpiendolo.

-Así es- continuó Kendall -para navidad del año anterior, se mudó al pueblo un joven de nuestra edad. Él y su tío eran pescadores, ambos se llevaban muy bien pero...

-Pero el tío enfermó- siguió Jake -y murió, dejándolo a su sobrino completamente solo, desamparado, y Balltown le pareció el lugar perfecto para continuar su vida. Terrible error- la mirada de Kendall y Jake se cruzaron, y sus rostros se tornaron serios y fríos.

-No todo fue malo para el chico- dijo Kendall rompiendo con el silencio -aquí encontró a un muy buen amigo, se dice que estaban siempre juntos, se divertían muchísimo.

-Pero todo acabó- exclamó Jake fríamente -pues al joven pescador, el 14 de Marzo, lo mataron aquí mismo, incrustandole en el pecho un arpón, ¿y sabes cómo murió Maddison?.

Yo negué con la cabeza, pude notar la tristeza en su rostro, pues las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

-Murió solo- siguió Jake -porque su supuesto gran amigo, no estuvo con él, lo dejó, al igual que su tío. Y la parte más graciosa- noté el sarcasmo en la voz de Jake al decir la última frase -es que el malvado asesino, dejó una nota junto al cadaver, la cual decía "perdón".

El silencio se apoderó de la tarde, Kendall no dijo nada cuando terminaron con el relato, hasta que de pronto, Jake se levantó apurado.

-¡Ey! ¿A dónde vas?- preguntó Kendall mientras intentaba frenarlo -creí que ya no había resentimientos.

Jake solto una carcajada de esas que no tienen gracia -me dejaste morir solo Kendall- dijo mientras lo apartaba de su camino y partía rumbo a la nada.

Yo estaba sorprendida y asustada, ¿Jake era un fantasma? ¿Kendall era su amigo? El miedo formó un nudo en mi garganta, y las lagrimas corrían por mis mejillas, estaba llena de dudas, no comprendía nada, y la cara de Kendall no ayudaba, pues él también había comenzado a llorar.
Si mis suposiciones eran correctas, Kendall era amigo de Jake, y este último, estaba muerto. El estado de Kendall daba lástima, así que sin decir nada, me sequé el rostro y me acerqué a abrazarlo, pero este me empujó apartándome de él.

-¿Qué no ves que soy un monstruo? No te apiades de mí- gritó entre llantos.

-Tú no sabías que Jake iba a morir, no tenías por qué estar con él en ese momento- le grité yo también.

Kendall me miró con sus ojos rojos de tanto llorar, y comprendí que mi hipótesis era real.

-No debí haberlo invitado- dijo entre sollozos.

-Esta bien Kendall, no fue tu intención que esto acabara así- dije sentandome a su lado -pero... explicame algo, ¿por qué dijeron que era el mejor asesinato?

Kendall sonrió tristemente y dijo -tras su muerte, se me apareció como fantasma, y a pesar de todo, intentamos ser amigos nuevamente, juntos bromeabamos y decíamos que había muerto la persona más grandiosa en todo el pueblo, es por eso que lo consideramos como el mejor. Pero a pesar del intento, el rencor que había en el corazón de Jake era demasiado, y nunca logramos volver a lo de antes.

-Comprendo, pero tengo otra duda más ¿por qué el asesino le dejó una nota pidiendo disculpas? No coincide con los relatos anteriores, ¿es extraño verdad?, pareciera que él no quería hacerlo- comenté.

-Sí... pareciera que no quería hacerlo...- repitió Kendall pausadamente.