°Un gran sueño° (Jackbam)

Especial

BamBam 15 años, Jackson 17 años

Hace años atras.

- BamBam! Aqui! Por aquí! -gritó el peliblanco quien emocionado agitaba su mano para que el tailandés lo pudiera ver.

BamBam realmente se miraba lindo, sus ojos llenos de emoción y esas mejillas rosadas le daban un toque de ternura que amaba Jackson. Él peliblanco tenía miedo por desarrollar ciertos gustos por él tailandés pero poco a poco lo fue aceptando.

-No se como te lo voy a pagar Jackson. Esto es sorprendente...-dijo muy emocionado él tailandés, nunca pensó que su amigo lo llevaría a ver a unas de las presentaciones de baile más importantes de Corea. Había tanta gente que BamBam admiraba y no sabía que hacer, realmente iba ser el mejor regalo de todos.

-Ya te dije que no debes pagarme. Realmente queria hacer esto.

-Gracias...-las miradas de ambos chicos se conectaron y un revolteo en sus estomagos apareció. Las mejillas de ambos comenzaron arder y enseguida apartaron la vista.

-Vayamos a tomar asiento.

-Oh, sí. Claro...

Jackson no dudo en tomarle enseguida su mano y caminar donde se encontraban las sillas. Para su buena suerte habían encontrado el lugar perfecto, cerca y centrado del lugar. Jackson mostró su gran sonrisa triunfante al ver como él tailandés observaba nuevamente el lugar muy emocionado. No paso tanto tiempo cuando se escuchó la voz de una mujer anunciando la primera llamada para el gran espectáculo de bailes que habría en esa misma tarde.

-¿Sabes?...-la voz del tailandés hizo que Jackson saliera de sus pensamientos y que este volteara a verlo.

-¿Qué sucede?

-¿De... De casualidad tu sabes cuál es mi gran sueño? -él tailandés sonrió un poco y siguió viendo hacia al frente.

-No, ¿cuál es? -preguntó, la curiosidad comenzó invadirle mientras nuevamente una voz femenina anunciaba la segunda llamada.

BamBam no le contestó y guardo silencio por un buen tiempo, hasta que ese silencio fue interrumpido por Jackson.

-¿No me dirás? -él tailandés giro su cabeza para verle pero, la tercera llamada fue anunciada y el espectáculo comenzó. BamBam le sonrió ligeramente y volvió su vista al frente.

Jackson no se cansaba de verlo, BamBam tenía un brillo en sus ojos que no podía descifrar, que lo hacía sentir realmente bien, que hacia al tailandés muy especial para Jackson.

Las horas se fueron volando y las presentaciones de baile fueron las más espectaculares que han visto. BamBam no dejaba de hablar sobre lo sorprendido que estaba y de lo genial que se lo había pasado mientras tanto Jackson lo escuchaba atento y decía algunas cosas divertidas para no dejar pasar la diversión.

Después de aquel evento, Jackson lo acompaño hacia su casa, no pensaba dejarlo solo en ningun momento. Durante el camino BamBam intento tomar su mano y al ver tal acto, Jackson tomo la iniciativa y entrelazo sus dedos con los de él.

-!Realmente fue maravilloso! Me encanto Jackson, muchísimas gracias.

-No fue nada BamBam pero, de casualidad no quisieras decirme ¿cuál es tu gran sueño?- exacto, Jackson aun tenía la curiosidad por saber y querer ayudar a "su" chico a cumplir ese sueño.

-Ah, eso... Mi más grande sueño es convertirme en uno de los mejores bailarines de toda Corea, me fascina bailar y eso haría siempre en mi vida. No me imaginó una vida sin bailar...-él tailandés sonrió a más no poder al pensar de nuevo en aquél sueño.

-Yo se que se cumplirá, eres el mejor en la clase de baile. Estoy seguro que lo lograrás. -Jackson dejo de caminar al llegar al patio de la casa de BamBam.

Él tailandés se le quedo viendo por un par de segundos, al igual que Jackson. Esta vez fue BamBam quien quiso dar el primer paso y enseguida le robo un beso a Jackson, para después correr hacia el interior de su casa y gritar un simple adiós.

Cuando él tailandés entró a su casa, Jackson enseguida comenzó a saltar de la emoción mientras tocaba sus labios. Sin duda alguna, también fue el mejor regalo de todos.

Lo que no sabían los dos era que ya no iban a volverse a ver por unos largos años. Sin embargo, él tailandés siguió bailando aun sin el apoyo de aquél peliblanco que decía ser su amigo.