Capitulo 8

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LAUREN POV

—Lauren. Nuevita. Amiga mía. Olvídalo. —Mañana le voy a contar a Normani —y seguí pensando: Corredora... Ni siquiera sé qué significa. ¿Me habré vuelto completamente loca? 

Dinah se acostó riendo.

 —Eres un pedazo de caca. Duérmete de una vez.Pero no podía abandonar la cuestión.

 —Hay algo allá afuera... que me resulta familiar. 

—Vete... a... dormir.

Entonces comprendí: fue como si las piezas de un rompecabezas se hubierancolocado mágicamente en su lugar. No sabía cuál sería la imagen final, perosentí que las palabras pronunciadas a continuación venían de otra persona. 

—Dinah, creo que... ya estuve aquí antes. Escuche que mi amiga se sentaba y tomaba aire. Sin embargo, miró hacia el otrolado y se negó a decir una sola palabra más para no arruinar esa nueva sensaciónde aliento ni eliminar la calma que inundaba mi corazón.El sueño llegó más fácilmente de lo que había imaginado.

Me desperté de golpe ya que no  me dejaban dormir. Cuando abrí los ojos vi una caraque me contemplaba atentamente desde arriba. A mi alrededor, reinaban lassombras y la oscuridad de la madrugada. Quise decir algo, pero su mano fría mecerró la boca con fuerza. Entré en pánico hasta que descubrí quién era. 

—Shh, Nuevita. No queremos despertar a Dinah, ¿verdad?Era Ally, la tipa que parecía ser la segunda en el mando.¿No están a mando Taylor y Katy?, Le preguntare. El aire se impregnócon mi aliento matutino.Aunque estaba sorprendida, la sensación de alarma desapareció deinmediato. No podía evitar preguntarme qué querría esa chica de mi. Asentí con lamirada, hasta que finalmente Ally retiró la mano.

 —Vamos, Novata —susurró. Me estiré  y me ayudó a incorporarme. Era tan pequeña que parecía que podía usarla de bastón.

—Debo mostrarte algo antesdel despertar.Cualquier resto de sueño que quedaba en mi cabeza ya se había desvanecido.

 —Bueno —dije simplemente, lista para acompañarla. Sabía que tenía queestar atenta, ya que todavía no tenía motivos para confiar en nadie. Pero lacuriosidad me derrotó y me puso los zapatos rápidamente.

—¿Adónde vamos? 

—Sólo sígueme y no te alejes.Pasamos sigilosamente entre los cuerpos dormidos, que parecíandesparramados por el suelo. Tropecé varias veces. Al pisar la mano dealguien, escuche un grito agudo de dolor y recibí un golpe en la pantorrilla.—Lo siento —murmure, ignorando la mirada molesta de mi guía.Una vez que dejamos la zona del césped y pisamos la piedra gris del patio, Ally comenzó a correr hacia el muro occidental. Al principio, lo dude, sinsaber por qué era necesario apurarse, pero enseguida se recuperó y la seguí a lamisma velocidad.La luz era tenue, pero los obstáculos se cernían como sombras más oscuras,permitiéndome andar muy rápido. Ally se detuvo justo al lado del enorme muroque se levantaba encima de ellos: otra imagen al azar que surgía como unrecuerdo borroso en la memoria perdida. Observe unas lucecitas rojas quebrillaban en distintas partes de la pared: se movían, frenaban, se encendían yapagaban. 

—¿Qué son? —susurre, rogando que mi voz no sonara tan temblorosa como yo la sentía. El resplandor intermitente de las luces ocultaba una advertencia. Ally se encontraba a menos de un metro de la tupida cortina de hiedra. 

—Carajo, cuando tengas que saber algo, lo sabrás, Nuevita.

—Bueno, es medio estúpido mandarme a un lugar donde nada tiene sentido yno contestar mis preguntas —repuse, sorprendida ante mi repentino valor.-¿ No taylor y Katy están amando? y por que tu y Normani se hacen las lideres aquí?  

The Maze Runner: Correr o Morir [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora