CAPITULO 12

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MATILDA

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MATILDA

- ...no lo sé... - Insiste sosteniendo la cajuela de mi coche por mí, Glenn mientras empujo la última caja con cosas de Clara en él y da una gran lamida a su paletita de fruta, porfiada en despedirme sobre la hora de subirse a bus con sus compañeros de clases y profesor de turno.

Ya que le espera un gran trayecto de kilómetros a la gran ciudad contigua, porque hoy es la noche de los museos.

Linda idea que en fechas estipuladas por el Ministerio de la Cultura, donde las puertas de todos estos, se abren libre y gratuitamente al público, sea estudiantes o no, con visita guiadas para fomentar el amor al arte y las ciencias por 24h.

Me gustaría ir.

Pero, no puedo.

Necesito volver.

Señala con su dulce la nieve que colma todo con su blanco paisaje apoyándose sobre este.

- ...supera los 20cm Mati y aunque dejó de nevar, puede ser peligroso si no eres diestra... - Mira un lado de mi auto. 

Directo a las ruedas. 

- ...y no llevas nada contra ello, cariño...

Sí.

Tiene razón.

Y suspiro por ello, cerrando una vez todo acomodado.

Pero, uno decidido limpiando la luneta trasera con el guante que llevo puesto por la nieve para una mejor visión.

- ¿Quieres dejar de preocuparte? - Sacudo ambas manos.

Miro el cielo.

Nublado.

Pero despejado ante una amenaza de más nevada por hoy, según la radio de la mañana muy temprano, mientras chequeo la hora en mi celular y me recibe como fondo de pantalla.

Mierda.

La captura del mural que el jodido profesor hizo, cuando lo encontré a la salida del bodegón mientras me devolvía mi móvil bajo la primera nevada anoche.

Con esa reflexión que no estuve de acuerdo.

Mi respuesta por ello y la suya después.

Y no puedo evitar, blanquear mis ojos por mi mala pata.

Ya que, es una devolución que me acusaba que él fue el dueño de esas palabras.

De esas jodidas emociones.

- Hay excelente visibilidad y manteniendo una velocidad promedio con prudencia, llegaré a casa mucho antes del anochecer. - Le digo confiada, mientras me pregunto por qué, todavía no borré esa condenada foto y la sigo manteniendo como fondo.

Sacudo mi cabeza.

Falta de tiempo.

Sí.

Eso debe ser.

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