Capítulo: 15

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Efectivamente cuatro años sería el tiempo a cumplir en la correccional. Jett , a pesar de haber confesado su no participación directa en el atraco, en el auto de su desagradable abuela materna esperaba a tres malandros más. Todos ellos identificados por sobrenombres. "Raka", "Cucu Clock" y "Death Bubbles". Éste último, por el chico Gran hubo sido contactado al divisar, conforme desempacaba, el teléfono que había en su habitación. Tomándolo, se echó desenfadadamente en su cama, y desde ahí, –aprovechando la ausencia de sus progenitores los cuales confiados fueron a su pieza para descansar del recién viaje realizado–, enlazó comunicación, compartiendo a través de ésta: cómo últimamente le había ido, dónde estado y estaba en esos momentos. En un departamento que ni en sus más locos sueños hubiera imaginado.

– Eso quiere decir... que te has reformado – lo dijo quien detrás de la línea estaba.

– Me gustaría... sí.

– Sin embargo... sabes que eso es imposible.

– Lo sé. Por eso te llamé.

– Y te tardaste en hacerlo.

– Es que...

– No importa. Ya lo hiciste, y me has caído como anillo al dedo. Ven al refugio. Tenemos algo que hacer.

– Ya no quisiera...

– ... ¿meterte en problemas? Vamos, Jett. Bien sabes que en esos estás desde que te largaste sin decirnos adónde; y no porque lo hicieras con el aparecido de tu "papi" significa que estés del todo librado. Tienes un pacto con nosotros

Lo sé – respondió Jett, escuchándolo Candice y la siguiente porción de conversación:

– Entonces, no te arriesgues ni los arriesgues a ellos. Ven, y quizá acá podamos llegar a un arreglo.

– ¿Estás hablando en serio, Death Bubbles?

– Sólo lo diré una vez más: VEN, Y ACÁ HABLAMOS – le demandaron al chico, el cual, no tuvo más que acatar, ya que de no hacerlo, se corría el riesgo de poner a la familia en peligro. Aunque con el poco tiempo de convivencia, Jett supo que su padre podría resolver cualquier problema. No obstante, en el que el joven estaba metido, él solo debía salir para así empezar una nueva vida. Ésta en verdad la realizaría a partir del día de cumplida su sentencia; y es que, de acuerdo al chico, era mejor ser atrapado y condenado, a tener que vivir haciendo las cosas que ya no quería.

La condición de libertad propuesta consistió en participar en el asalto, pero también de que todo debía salir bien. Al no suceder así, y no precisamente porque fuera Jett el responsable sino aquel humano apodado "El Cucu Clock", ya que luego de pedir todo el dinero de una caja, se regresó para increíblemente dar un beso a la mujer del mostrador, lo que dio tiempo de sacarse un arma y defender no sólo el negocio sino la integridad de la dama ofendida.

Molesto por el estúpido acto, –bueno, no por algo el sobrenombre de loco–, "Death Bubbles" respondió al ataque, hiriendo al agresor y éste desatinadamente a quien hubo salido de un auto para pedir se apuraran al escucharse cercanas las sirenas de las patrullas policiacas, las cuales por el Sur, el Norte y el Este los rodearon, llevándose a tres inmediatamente detenidos mientras que el cuarto al hospital por estar levemente herido. Ya recuperado...

= . =

– ¿Estás diciéndome que prefieres quedarte aquí? – o sea en la correccional donde lo colocaron una vez fuera dado de alta.

– Entiéndeme –, un hijo, –sentado frente a su padre autorizado a verle–, inclinó su torso para decir: – Si me sacas, a cada rato tendré que colaborar con ellos, así que... sí, lo opto. De este modo y estando encerrado... no los expondré tampoco.

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