A pesar de ser un chico de gran atractivo, Terruce nunca se interesó por las jovencitas que presumían del mismo. Increíblemente lo hacía en ese momento de la gordita solitaria que "nadaba" alrededor de la alberca y después fuera a sentarse junto a las escalinatas metálicas.
Cuando su tío le avisara el trabajo que había en el motel de paso, Gran dejó lo que hacía para ir allá.
Acostumbrado a los reventones juveniles, las orgías que entre ellos se formaban y demás, sin interesarse Terruce se concentró en lo suyo, hasta que la divisó. De hecho lo había hecho desde que Candice arribara. Él yacía en el cuartito de servicio más próximo a la entrada, y la veía abrazada a su mochila caminando lentamente por el pasto y mirando hacia las habitaciones a su alrededor.
La piscina estaba metros más adelante; y hacia allá, ella comenzó a dirigirse yendo a su encuentro una joven bastante guapa, y que luego de hablarse, le apuntaba una dirección: la de los vestidores.
Por estar sonando un teléfono, Terruce dejó de mirarla para atender. Finalizada la llamada, se dispuso a acudir al cuarto que requería su presencia. La llave de un lavabo goteaba, y eso molestaba a los clientes a pesar de lo que habían ido a hacer y que lo retomarían hasta que el jovencito terminara y saliera.
Al hacerlo, él desde la planta alta recorrió la parte baja; y en el instante de divisarla nuevamente, sonrió. Candice, cuidadosa, ingresaba a la piscina para recorrerla por su orilla y quedarse posteriormente sentada.
Durante el lapso de descenso, Doris ya había entregado: platos, soda y cerveza. Esa que tirara el agua salpicada, y que él, por estar al pendiente de ella, corriera a auxiliarla. Acción que repitió al llevarla a casa al verla sola a las fueras del motel; y una grandiosa oportunidad que no desaprovechó para indagar sobre un novio y para invitarla a salir.
El "sí" aceptando, a él alegró. También las salidas que a partir de ese instante surgieron; no negando un ser que...
– Candy, yo –, él se interrumpió. Lo hizo, porque ella lo miraba; y lo hacía de una manera que... – me gustas – reveló el chico. – Me gusta tu forma de ser. Me siento bien contigo que no sé si será lo mismo si te pido...
– ¿Qué? – Candice lo instó al haberse quedado callado.
– ¿Quieres ser mi novia?
– ¿Lo... pides en serio? – el rostro de ella reflejaba emoción y miedo de que se estuviera burlando debido a su "diferente" aspecto.
– Como de que contigo quiero permanecer siempre si se puede.
– Oh Terry – dijo Candice y se abrazó de él diciéndole: – Sí, yo también quiero, y te juro que...
Por tener la cabeza enterrada en su pecho, Terruce la desapartó un poco para hacerla mirarlo. Instantes sí lo hicieron, temblando la chica de lo que venía después: el acercamiento de él para besarla por primera vez de un modo terso e inocente.
Con ese peculiar flashback tan presente y creyéndose la única en sentirlo, la actual Candice reaccionó y se separó de él quien a la espera se veía en caso de que ella le preguntara ¿si había revivido lo mismo? Terruce estaba dispuesto a decir "sí". También a contarle que después de verla...
– ¿Tu novia? – lo preguntó quien lo esperaba en la camioneta.
– Sí – dijo el chico, quien sin miedo confesó: – Está embarazada. ¿No habría modo de que yo me quedara? – Terruce lo pidió ciertamente suplicante; y su padre, sorprendido, inquirió:
ESTÁS LEYENDO
You lying bastard!
Fanfic¿Qué serías capaz de hacer por recuperar lo que es tuyo? Como siempre, es importante mencionar que la INÉDITA historia a leer es de mi original creación, empleando únicamente algunos nombres que corresponden a respectivos autores. Prohibida su repro...