Dear "A"

Para siempre

"...Lo recuerdo todo, lo recuerdo muy bien. Todavía hacía frío, todavía había un remanente de julio, un resabio del invierno que como yo, no sabía soltar, no sabía darle lugar a la primavera. Estaba ahí, al lado tuyo, y entre tus ojos y tus manos me perdí. Y se que todo eso es un recuerdo distante, que ya no hay nada que hacer, que es un sin sentido vivir en algo que se terminó...pero no puedo evitar volver en mi cabeza, darme vuelta en la cama e imaginar tus brazos pegando mi espalda con tu torso. Viví de esa sensación por un largo mes, viví pensando que ibas a volver, que el Agustín que me había enloquecido de amor, el que me cuidaba y me trataba bien, el que siempre sabía llegar a mi corazón iba a encontrar su camino a mí. Eso me decía, aún sabiendo que eso no iba a suceder, aún sabiendo y conociendo tu corazón tan bien como la palma de mi mano. Supongo que fue la única forma que tenía de caminar por este sendero, de despedirme de a poco, de soltar lentamente la idea de que vos y yo éramos posibles. Lo caminé a tu lado...sin que lo notaras, sin que me dieras la mano, sólo acompañándome, en silencio, en un frío y crudo silencio.
Por un mes te sentí alejarte de mí en la cama, te ví vestirte cada mañana hasta que no quedó nada de tu fantasma, te sentaste conmigo en el sillón a ver la tele mientras cenaba hasta que el silencio que sobraba nada dejaba, te abracé en el ascensor hasta que mis manos dejaron de encontrarte y te besé en la puerta de entrada hasta que tus labios sólo resecaban los míos, hasta que te perdí de vista, caminando hacia el lado contrario que el mío, ambos rumbo al trabajo, ambos rumbo a lugares distintos. En mi cabeza puedo verte, puedo sentirte, puedo recordarte como si el tiempo no hubiese pasado, como si siguieras queriéndome, como si quedara algo de mí en vos. Todavía puedo verte correr apabullado, lejos de mí, lejos de todo lo que te recuerde lo bueno que viste en mí, todo lo que te dí, todo lo que te quise. Y se que el recuerdo puede partirte en muchos pedazos, creeme, eso hizo conmigo...pero necesitaba este tiempo...necesitaba recordarlo todo para poder cerrar este libro, con éste último capítulo. Necesitaba guardar lo bueno, y quedarme con esos motivos por los cuales siempre elegí estar y volver a tu vida una y otra vez. Y la verdad es que...el motivo más contundente...el que siempre me convencía, era lo mucho que te quería. Lo sabes, se que en el fondo de tu corazón sabes lo mucho que lo hacía.
No me importa las cosas malas y dañinas que digas sobre mí ahora. Si encontras que eso te hace sentir mejor, decílas. Yo siempre me voy a quedar con esta imágen tuya: vos en mi cama, riéndote conmigo, riéndote de mi risa, riéndote porque estábamos ahí, juntos, después de tanto tiempo evitando lo inevitable, me voy a quedar con ese momento en el que nada más importaba más que vos y yo. Ya pasó lo peor, ya llore, ya sentí que perdía una parte de mí, ya pensé locuras, ya las superé, ya dejé de pensarte todo el tiempo, ya dejé de pensar en que haces cuando no estas conmigo, ya dejé de revisar tus redes sociales, ya dejé de desear con esas ganas locas que estes en mi vida...y sí, lo deseaba más nada, más de lo un día alguien va a animarse querer estar en la tuya. Se que vas a pensar que es mi egoísmo hablando...pero no dudo en decir que nadie va a quererte como yo, nadie va a cuidar tu vida y velar por tu sueño como yo lo hacia, nadie va a querer que seas feliz como yo muy a pesar de lo mucho que me lastimaste. Y porque te quise mucho, te perdono.
Te perdono todos lo no, te perdono las veces que me dejaste plantada (hasta esa vez que te preparé una cena sabiendo lo mucho que odio cocinar), te perdono las veces que trataste mal, las veces que me fuiste indiferente, te perdono los silencios que buscaban dañar e incluso aquellos que dejabas estar por orgullo o cobardía, te perdono no decirme cuanto me querías (aunque lo hicieras) porque pensabas que si lo decías me dejabas ganar algún tipo de juego en el que ni yo jugaba, te perdono haber hablado mal de mi en tus redes sociales, te perdono siempre poner primero a personas que siempre te pusieron segundo y a mí que siempre fuiste prioridad me ponías a lo último de tu lista, te perdono haberme superado en menos de una semana, te perdono que me hayas reprochado que yo haya querido que te quedes el último día que nos vimos, te perdono que me hayas alejado como si fuese alguien a quien no conoces (aunque me tuviste en tu vida por 9 años), te perdono que me hayas reducido a ser un nombre en tu celular (como si así me pudieses borrar), te perdono que hayas dicho que desearías que no existiera en tu vida, que no existiera en lo absoluto...te perdono todo...porque sin importar cuantos errores hayas cometido vos o yo, incluso cuando quiera odiarte o despreciarte como vos dijiste que me desprecias...siempre voy a recordar que te quise. Y el amor siempre es más fuerte que todo lo demás. De eso no tengo duda. El amor, el que solía ser mi amor por vos, sería capaz de ganarle a todo el odio del mundo.
A un mes de tu cumpleaños, a un mes de que hayas echado de tu vida, me levanté y recordé nuestro último beso. Descubrí que lo sigo sintiendo en los labios. Pude sentirte acá en la cama, olvidando como respiro. Sí, lo recuerdo todo, a veces simplemente lo recuerdo demasiado bien. Hoy me levanté y pensé en que finalmente llegó el día de dar por finalizado algo que siempre quise que empezara, y te dedico este momento de silencio, mis últimas lágrimas, porque puedo sentir que esta es mi forma de despedirme, aunque vos ya lo hayas hecho hace tanto tiempo. Este es el último capítulo que tanto deseabas que llegara...esta soy yo, mi costado más humano, mi costado más humilde, con el corazón en la mano...me despido de vos.
No me culpes si te quise, no me culpes por cómo lo hice, no me culpes si siempre me encuentro queriendo olvidar que un día no supimos hacer otra cosa más que elegir decirnos adiós. Será hasta entonces, será hasta siempre...adiós."