Capítulo 21°

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"No de nuevo"

Después de la llegada de Samantha, nuestras vidas volvieron a adaptarse casi inmediatamente.

Recuerdo que antes de viajar, tuve que cancelar el otro viaje a California que tenía programado y antes de hacer ese movimiento, me escapé unas horas de Samantha con una excusa inventada.

Había olvidado que tenía una cita con un ilustrador de pieles increíble y mi agenda me lo recordó. Ese día me hice un tatuaje que llevaba planeando desde hace meses.

Temía fuera muy escandaloso para Samantha, aunque a mí me había encantado el producto final, pero ese temor se disipó al ver su rostro igual de emocionado que el mío, confirmé una vez más que ella fue hecha única y exclusivamente para mí.

Fuimos a Ecuador juntos, fue nuestro primer viaje, la pasamos realmente bien. A nuestro regreso las clases iniciaron de nuevo y con ello mi rutina diaria.

Me causaba gracia que parecíamos marido y mujer, pues yo llegaba de dar clases todos los días y me encontraba con un hogar limpio, ordenado y con el almuerzo listo y recién preparado, como Samantha aún está arreglando su situación con la universidad, se mantenía en casa o se iba con Susana por las mañanas que tenía libres, le gustaba mucho estar con el bebé Rodger y eso, por un lado, me provocaba escalofríos.

Éramos felices nuevamente y me atrevería a decir que éramos más felices que antes... O eso era lo que yo pensaba, hasta esta mañana.

Salí de casa como de costumbre, tomé mi mochila negra con mis cosas dentro y la subí al coche... Un ruido a mis espaldas me hizo voltear de manera precipitada.

¡Maldita sea, estoy harto!

Igual que todas las veces anteriores, no vi nada ni a nadie.

Llevo días sintiendo que alguien me sigue o me espía, desde que llegamos de Ecuador Samantha y yo, siento esa incomodidad, siento que alguien está detrás de mí siempre, es malditamente extraño y siniestro, lo peor de todo es que creo saber de quién se trata.

Subí al auto y conduje con precaución hasta la universidad, pero justo antes de llegar, surgió una leve sospecha de mi ser, doblé a la izquierda en la siguiente avenida, dirección contraria a la universidad, doblé de nuevo a la izquierda y consecuentemente a la derecha hasta que finalmente me detuve.

El coche negro con vidrios polarizados también se detuvo... Ese maldito auto me viene siguiendo.

Aprovechando estar en una zona muy concurrida bajé del auto y fui directamente al coche negro para confrontar al conductor a plena luz del día y con varios testigos de cerca.

Con un par de cojones bien puestos, toqué a la puerta de ese auto, no podía verse nada a través de los cristales y nadie bajaba o abría la ventana, volví a tocar a la puerta del coche y sucedió lo mismo.

-Baja y dime porqué me estás siguiendo- expresé de la manera más serena que podía transmitir.

Los minutos pasaban y no recibía ninguna respuesta.

-Maldita sea sólo baja, quiero verte y saber qué pretendes- alcé un poco más mi tono de voz.

Pero el coche seguía sin ninguna transformación.

-No me hagas abrir y sacarte de ahí a la fuerza porque se me está terminando la paciencia- mi tono de voz era más alto.

Minutos más pasaron y mi paciencia llegó a un límite.

-Déjate de vainas, ya basta chamo...- abrí la puerta del coche y me quedé sin palabras a decir, el auto estaba vacío.

Miré en todas direcciones en busca de algún sospechoso y solo me encontré con las miradas extrañas que me dedicaban las personas cercanas a mi y al auto.

Obsesión Mórbida. [Dross] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora