Capítulo 38°

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"¿Qué demonios está pasando?"

Paramos en una parcela, Lucas despertó a Briana para limpiar el contenido de mi estómago.

-¡Ahora el coche huele a mierda!- bramó Lucas muy molesto.

Estaba amaneciendo, el cielo se comenzó a teñir y las oscuridad comenzaba a cesar.

-Terminaremos el viaje con las ventanas abiertas, ya queda muy poquito camino- decía Briana a la par, que se terminaba un rollo de papel higiénico limpiando el tapete del coche. Cerró la bolsa de basura y en otra bolsa de plástico colocó el tapete que limpió, cerró la bolsa y colocó ambas en la cajuela.

-¿Traes un perfume o algo para disfrazar el olor?-

-Si traigo, pero olerá peor mezclado, ya mejor entra, ya está amaneciendo y hay que llegar a casa- le dijo mientras me levantaba del pasto para meterme al coche.

-La última gasolinera la pasamos en la mañana, y estuve a punto de comprar el aromatizante de canela que te dije y no quisiste- le reprochó Lucas ya en el coche.

Me sorprende que ella pudo sola conmigo, no sé si es muy fuerte o yo soy solo un costal de huesos.

-Pretendías pagar con tarjeta, así que no- contestó calmada.

Me colocó en el asiento de atrás, a decir verdad, el olor era casi imperceptible, ella hizo un buen trabajo limpiando. Con el viento entrando por la ventana al empezar a andar en el coche, el olor se perdía por completo, con el amanecer en el cielo puedo ver con más claridad, nos rodean kilómetros y kilómetros de pastizales, no hay nada, no hay casas, no hay tiendas, no hay señalamientos.

¿Dónde demonios estamos?

Pasaron un par de horas más, el cielo estaba completamente azul y precioso, ya era de día y a lo lejos pude divisar una cerca alta de concreto, por el lado derecho. Al poco tiempo supe que ese era nuestro destino, Lucas empezó a bajar la velocidad y llegamos a un portón, las bardas era muy altas y tenían un alambrado con un cartel de "Peligro/Alto voltaje", el portón era enorme y negro, Lucas se bajó y de un maso de llaves, abrió con una, esas puertas se veían increíblemente pesadas, a Lucas le costó muchísimo trabajo abrirlas de par en par, volvió al coche y entramos, se bajó de nuevo para cerrar y miré hacia atrás, después de que cerró con extrema dificultad, noté un sistema de seguridad extraordinario, habían dos especie de pestillos enormes uno iba del lado derecho al izquierdo y el otro viceversa, le costó mucho pero los cerró, ambos atravesaban ambas puertas, por último, un gran candado terminaba de asegurar el lugar, no sé porque, pero cuando escuché el sonido del candado cerrarse, me sentí... ¿Aliviada? No lo sé, estoy confundida, mareada y sumamente agotada.

Lucas volvió al auto y manejó despacio, había muchas parcelas vacías como en el camino, después de manejar un rato más, se empezaron a ver sembradíos o al menos eso parecía, noté una variedad de árboles frutales y una enorme casa se empezaba a asomar, pasamos de sembradíos y árboles a un enorme jardín, por fin llegamos a la enorme casa, no puedo negarlo, el lugar es precioso, la casa es bonita y honestamente, no creo que vaya a poder escapar de aquí con toda la seguridad que vi en la entrada.

Ambos se bajaron del coche y Briana vino conmigo, sacó un cuter de su bolso y cortó con dificultad la soga que ataba mis pies, me dolían los tobillos y Briana lo notó.

Obsesión Mórbida. [Dross] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora