Capítulo 35°

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"Crueldad"

La desquiciada mujer me arrancó la bata de hospital y las pantaletas, estaba expuesta ante ella, me sentía ultrajada en ese instante e intenté cubrirme.
Abrió el grifo y agua fría comenzó a mojarme por completo, hasta que la tina se llenó.

-¿Lo hacés tú o lo hago yo?- habló en tono de pregunta y supuse que debía contestarle, pero no lo hice, no le daría el gusto, ya suficiente humillación estaba sufriendo
-Vale, entonces lo hago yo- colocó jabón en el agua y comenzó a ducharme.

Esto era malditamente incómodo y no podía hacer nada, tan sólo me cubría, trataba con todas las fuerzas posibles cubrir mi dignidad, la poca que me quedaba.

¿Esto es real?

¿Esto realmente está sucediendo?

Entreabri los ojos e intenté mirarla, ella sonreía mientras pasaba la esponja por mi cuerpo, sonreía como si de un hobby se tratase, sonreía y continuaba como si fuera la cosa más normal del mundo, quitó el vendaje de mis brazos, las heridas aún eran recientes, aún dolían, pero ya estaban sanando, con delicadeza lavó mis heridas, lo notaba y me confundía aún más de lo que ya estaba. Cerré los ojos nuevamente, ya qué más daba, dejé de sentir sus manos aseandome y escuché una puerta que se abría y se cerraba.

Estuve así durante no sé cuánto tiempo, para mí fue eterno a pesar de que sé, fueron tan sólo algunos segundos.

Abrí los ojos y me di cuenta que seguía en la ducha, demonios, mi piel estaba arrugadita por el tiempo entre el agua, pero al menos me sentí revitalizada, no por nada dicen que el agua es vida, me levanté tambaleante y precavida, no quería morir por una caída en un baño, aunque a estas alturas creo que eso sería lo mejor. Tomé una toalla y la até alrededor de mi cuerpo, al salir fui al armario de junto y me coloqué ropa limpia, la más decente qué encontré, pues toda la ropa de allí parecía muy seductora. Miré hacia la mesita junto a la cama, habían vendajes nuevos ¿Porqué demonios me está cuidando? ¿Qué diablos pretende esta mujer?
Me senté en la cama para vendar mis heridas y al terminar encontré el maldito vaso de agua con somníferos, lo tomé y tiré el contenido en el lavamanos, abrí el grifo y tomé de esa agua, quería desintoxicarme un poco de esas porquerías.

Estoy arrepentida de haber tirado el somnífero, estoy más consciente y con mucha ansiedad, no soporto el encierro, no lo tolero, quiero saber qué día es hoy, quiero saber qué hora es, quiero saber si es de noche o es de día, quiero saber de mi familia, de mi novio; maldición, quiero salir de aquí.

#Ángel

De nuevo no puedo dormir, me remuevo incómodo entre las sábanas, no quiero tomar las pastillas, no esta noche. Quiero que mis pensamientos me atormenten, quiero seguir culpandome por lo sucedido, quiero seguir pensando que está bien, qué aún está viva, quiero seguir despierto porque en cualquier momento pueden llamar y decirme que la encontraron, que está bien, quiero volver a verla, pero no en sueños, ya no quiero dormir para tener que verla, quiero sentir su calidez a mi lado nuevamente, estoy perdiendo la cordura, estoy perdiendo fuerzas, si tan sólo supiera que ella está bien.

Amanece una vez más, apago la alarma antes de que suene, me levanto y me quedo sentado en la cama mirando un punto en el infinito, con pensamientos revoloteando mi existencia. Me pongo de pie después de quién sabe cuánto tiempo y me voy a dar un baño. Al salir me alisto y me preparo un café, pongo las noticias y ahí me quedo toda la mañana.

Obsesión Mórbida. [Dross] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora