Obsesión Mórbida. [Dross]

Capítulo 2°

"La editora"

Después de lo sucedido con Collette, las cosas marchan bien entre nosotros, la verdad es que me siento más tranquila, quizá como todo estaba reciente, aún me sentía nerviosa.
Ángel está en proceso de comprar una casa, él argumenta que ya lo tenía planeado hace mucho, pero yo creo que es por el asunto de Briana. Se ha sentido nervioso e intranquilo con todo lo que aconteció hace algunos meses... Todo por mi culpa, aunque él diga que no es así, yo sé que la única culpable de las malas noches y los últimos problemas en la vida de Ángel, soy yo y nadie más. Por otro lado no he dejado de tener pesadillas, no he podido superar todo lo que sucedió hace un par de meses, simplemente no puedo olvidarlo.

La relación con Ángel va muy bien a pesar de todo, está por publicar su segundo libro "El festival de la blasfemia", me alegra mucho que esté continuando con sus proyectos y que tan siquiera eso lo haga feliz, porque por lo menos eso no se lo estoy arruinando.

-Sam- escuché del otro lado de la bocina de mi teléfono.

-¿Qué pasa?- le pregunté.

-Hoy no podré cenar contigo ¿Lo dejamos para otro día?- escuché voces de más personas.

-Claro, no hay ningún problema- contesté.

-Georgina y los chicos quieren que vayamos a celebrar el lanzamiento del libro y como casi no tenemos tiempo, aprovechamos esta ocasión-

-Está bien, otro día será-

-Bien, nos vemos mañana, te quiero-

-También te quiero- contesté y colgó.

Georgina.

Su editora se está volviendo una constante charla entre nosotros, espero que no se vuelva un problema, aún no eh tenido el placer de conocerla, supongo que algún día se dará.

Mañana debo volver a la universidad, debo saber que pasará después de tantas faltas, supongo que deberé recusar, pues han pasado poco más de dos largos meses en los que aún no estoy del todo bien.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano y me alisté para ir, no esperé llamada de Ángel, igual nunca me llegó una. Entré al campus y de inmediato sentí la mirada de todo el mundo encima de mí, murmullos por aquí y por allá hasta llegar a la oficina de mi asesora, eso no era bueno para mis nervios. Mi asesora sabe lo que ocurrió.

Charlamos lo suficiente y como esperaba, debo recusar, inicié el trámite antes de irme y me despedí de ella tras uno que otro consejo que me daba. Salí de ahí sintiéndome extraña, se podía respirar en el aire el desprecio hacia mí, no miré a nadie, tan solo a mis pasos, de reojo pude ver la salida, todo iba bien, hasta que se escuchó que alguien gritó.

-¡Asesina!- me detuve.

Apreté los libros que aprisionaba contra mi pecho y empecé a correr, tropecé con un par de chicos hasta llegar a mi auto y solo ahí me sentí aliviada, me sentí protegida. Manejé a casa con cautela a pesar de que mis manos aún estaban temblando, pese a todo llegué con bien.

+++

-No quiero volver a esa universidad- solté de repente, mientras me acomodaba en su hombro para ver la tv.

-¿Fuiste hoy?- habló mirando a la tv, cambiando los canales para escoger alguno. Asentí -¿Pasó algo?- dudé por unos segundos y el me prestó más atención mirándome a los ojos. Volví a decir que sí afirmando con el anterior movimiento de cabeza
-¿Qué te pasó corazón?- su voz me transmitía una tremenda confianza.