Capítulo 29°

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"Descubrimiento"

Entré cauteloso a su habitación y la vi igual que antes, con la excepción de que ahora me estaba mirando, debajo de sus ojos había grandes manchas negras y al acercarme a su cama, aquellas orbes se entristecieron y se llenaron de lágrimas. Mi corazón se contrajo al verla así y de inmediato la abracé, el tacto que me producía su piel, era el más cálido que podía sentir.

Ella lloró en silencio un momento, consecutivamente sequé sus lágrimas con la yema de mis pulgares, besé sus labios fugazmente y sequé una pequeña lágrima que me traicionó, saliendo de lo más profundo de mi ser. Le sonreí y ella me mostró una pequeña sonrisa.

Aquello, me animó a preguntarle

-¿Cómo estás?-

Ella asintió como gesto de estar bien. Se quedó en silencio unos segundos y después me preguntó mirándome a los ojos -¿Lo sabes?- expresó con un tono de voz suave.

Asentí antes de responder -Fue algo natural, no tienes de que afligirte- acaricié su cabello.

Ella no contestaba y me miraba con angustia.

-No sé cómo debo sentirme... Pero algo estruja mi corazón cuando recuerdo la noticia del médico...- llevó sus manos a su pecho y cerró los ojos.

-Me siento igual desde que me enteré corazón- en ese momento volvió su mirada hacia mí.

Tal y como un vaso de cristal cae y se hace añicos, la vi a ella en ese momento. Podía sentir la fragilidad que transmitía y el dolor que emanaba su alma. Cómo me mataba verla tan frágil.

Samantha me abrazó queriendo que yo recogiera sus pedazos y los volviera a unir, pero ¿Cómo podría hacerlo, si no he encontrado ni siquiera los míos?

-Ángel...- chillaba mi nombre -Yo n...no he sido-

-¿No has sido qué?- inquiri sutilmente.

-Q... Que... Yo no f... Fui- calmó un poco su llanto.

-¿De qué hablas?-

-¡Yo no me hice daño!- respiró con fuerza entre su llanto -¡Ella me hizo esto, ella me atacó, ella me quiere matar!- ¿A quién se refiere con ella?

Me parece familiar esta situación.

-¿Ella? Samantha, ¿A quién te refieres cuando dices ella?- temía escuchar la respuesta.

-... Briana- y la nombró.

No puede ser, no retrocedas cariño.

-Sé que no me crees, sé que él oficial Lucas dijo que está en la cárcel, pero yo te juro por mi vida que es cierto- sujetó mi camiseta con fuerza y sus ojos estaban muy abiertos. No lo voy a negar, provocaba escalofríos verla así -Te juro que es verdad lo que te estoy diciendo Ángel...- sonaba muy asustada y a la vez la desesperación era notable con sus expresiones corporales.

Con suma delicadeza, hice que dejara mi playera, pues jalaba de ella con fuerza y a cambio la tomé de las manos -¿Por qué crees que fue ella?-

Suspiró profundo para regular su llanto que ahora se había agotado un poco y sólo unas traviesas lágrimas se escapaban mojando sus blanquecinas mejillas.

Obsesión Mórbida. [Dross] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora