Obsesión Mórbida. [Dross]

Capítulo 41°

¡Especial de Domingo! [3/3].

"Tan cruel"

-¿Podrías describirme al sujeto para que mi compañera pueda hacer un retrato hablado?- le preguntó Trujillo al empleado y este asintió.

Cragen se alejó de ellos, confiando en las habilidades de Tina para hacer retratos hablados. Se dirigió a sus otros dos colegas.

-Echemos un vistazo a los alrededores por sí a caso- y los tres hombres salieron del lugar para rondar en el vecindario.

Era un lugar bonito, se notaba que era un sitio un tanto exclusivo. Edificios departamentales y bonitas casas era lo único que tenía el lugar. Los detectives volvían de dar un recorrido rápido por el lugar, inmersos en una plática trivial, acerca del último partido de los "Lakers", hasta que McAllen codeó a su jefe y detuvo el caminar de todos de manera abrupta pero discreta.

-Jefe...- le dijo y señaló hacia un edificio.

Lucas Portillo salía de este, listo para subir a su coche, hasta que vio a los tres detectives americanos y por primera vez, el pelirrojo sintió que el alma se le iba del cuerpo. Después de hacer contacto visual con ellos, disimuló lo mejor que pudo y esperó por ellos del otro lado de la acera, ya que los susodichos dirigieron su caminar hacia él.

-¿Vive aquí Portillo?- preguntó Cragen al estar cerca y se detuvo hasta quedar frente a él.

-Claro, este es mi edificio. ¿Ustedes qué hacen aquí?- metió sus manos a los bolsillos de la chaqueta, tratando de esconder el nerviosismo evidente.

-Seguimos una pista.

-¿Aquí?, ¿Sobre qué? Tal vez yo pueda ayudarlos, después de todo, conozco el sitio.

Lucas sentía que las cosas estaban muy mal para él, viendo que habían llegado casi hasta su domicilio y no sabía cómo.

-Al parecer Samuel Montejo ha estado por aquí- Sloan recibió una discreta mirada desaprobatoria de parte de Cragen. Había hablado de más y Cragen tenía una corazonada.

-¿Cómo pudieron? ¿La AFIA les dijo algo?- se apresuró a preguntar un tanto asustado, pero a la vez simulando ser una pregunta casual.

-Algo así- se limitó a contestar el jefe.

En ese momento sonó un teléfono y Lucas dio gracias al cielo, pues era el suyo. Se alejó para contestar con un "permitanme un segundo". Era su asistente, le avisaba que no había firmado algunos papeles, nada importante, pero el lo convertiría en algo así.

-Tengo que irme, me necesitan urgentemente en la oficina, pero confío en que podrán encontrar lo que buscan- decía abriendo la puerta de su coche -De todas formas pueden mandarme información y si puedo ayudarlos, se los haré saber- se despidió con esas palabras y terminó de subir a su coche.

No tardó mucho en desaparecer de la vista de los detectives.

-¿Desconfía de él jefe?- se atrevió a preguntar McAllen, aún mirando por dónde desapareció Portillo.