Un café

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Mi celular comienza a sonar y para mi "sorpresa" es Dylan preguntándome si podré ir a su casa.

-¡Hola Alessa! -dice sonriendo en línea.

Se escucha nervioso y su manera de respirar lo delata totalmente, pero finjo que no me doy cuenta y continúo.

-Dylan...¿A qué hora vienes por mí?

Tenía que...

-¡En 10 minutos! ¡No puedo creer que vayas a salir conmigo! -da un leve grito de emoción.

-Vamos a estudiar las mezclas que tú me dijiste -río tratando de ponerlo en su lugar.

-Pero claro que sí, en un momento llego -cuelga el teléfono antes de que termine mi frase.

-Un amigo irá con nosotros...-digo cuando ya era tarde y él había colgado.

Si, ese "amigo" es Leo.

Él quiere saber cómo va todo aquí, y quiénes son mis compañeros. Quiere tener una experiencia de neoyorquino común y corriente, pero a mi lado.

Le marco a Leo y espero nerviosa en línea mientras me contesta.

-¿Alessa? -pregunta con la voz algo ronca.

-¿Estabas durmiendo? -me invade la intriga.

-No no, es solo que...-hace una pausa y suspira -¿Qué ocurre?

-¿Está todo bien? -vuelvo a preguntar sabiendo que definitivamente nada está bien.

-¿Cuando vas a enseñarme tu vida? Tú me prometiste en el avión que me mostrarías como se sentía ser Alessa Blackford -ríe fingidamente.  

Algo no está bien... estoy segura.

-¿Qué ocurrió Leo? Y no trates de evadirme con tu risa de niño bueno.

-Estoy con...-suspira- Anne.

-¿Que estás con quién? Leo debe ser una broma...-amenazo.

-Alessa, yo veré qué resuelvo aquí, no puedo dejarla aquí sola en mi apartamento -susurra algo molesto.

-¡Tendré que ir sola a la casa de Dylan! Leo no entiendo cómo es que ella está allí contigo, ¿Acaso tomó avión de último minuto? -rezongo.

-Exactamente eso hizo en cuanto le contestaste -responde irónicamente.

-¡Genial! Suerte con tu chica entonces Leonardo, voy a colgar...- giro los ojos.

-¡Tengo un plan! ¡No cuelgues! -grita.

La bocina del auto de Dylan comienza a sonar fuera del apartamento.

-¡Leo él ya está aquí! No queda nada más que hacer -me interrumpe.

-Te enviaré una dirección de un café, llévalo ahí con algún pretexto, yo llevaré a Anne, y tal vez así podamos platicar un rato y hacer como si nos encontramos accidentalmente, ¿Qué opinas? -ríe malicioso.

-¡Eres un loco! -bajo las gradas corriendo con el celular en mano.

-¿Aceptas? -ríe más y le sigo el juego.

-Acepto -cuelgo finalmente tras escuchar su risa.

Abro la puerta y Dylan está ahí en su auto rojo con aspecto clásico pero no tan costoso.

-¿Nos vamos? -me ve de reojo.

-Claro, está bien -respondo sabiendo la mentira que estamos tramando.

Subo al auto y le sonrío a Dylan mientras nos conduce hasta su casa.

Al principio él parece estar algo tenso y nervioso, así que enciendo la radio para quitar la tensión y evitar un momento incómodo.

-Así que...¿Henry? -río tratando de romper el hielo. 

-Sí, verás...Anoche él estaba revisando mi celular y se encontró una foto donde estás conmigo, entonces me dijo que te había visto subir al taxi hace unos días y que le pareciste linda para mí -sonríe.

Demonios...

¿Qué le digo?

-Claro...¡Tu hermano quiere que tengas una amiga como yo y eso es genial! -lo evito de nuevo.

-Me refiero a que...-mi celular comienza a sonar y me salva de darle un sermón.

-¿Aló?

-¡El Gavilán está en el nido! ¡Repito! ¡El Gavilán está en el nido! -dice paranoico.

-Algo está mal contigo -río -¡No se me ocurre qué decirte!

-Busca tu frase Alessa -dice y al fondo puedo escuchar la voz de Anne.

Dylan volea a verme algo molesto así que digo la última frase en la llamada.

-El...¿Halcón está llegando? -digo confundida tratando de no reírme.

-¿El halcón? -ríe fuertemente y luego me cuelga tras mi mala improvisación.

-Dylan...Era una prima, y necesitaba un favor -le doy la "explicación".

-Claro, supongo que el halcón  está ocupado a menudo -trata de reír.

-¿Podrías llevarme a un café? Creo que sería más privado para estudiar...-pongo mi mano en su rodilla.

-Está bien...¿El que está al girar luego de mi casa? -se exalta al ver mi mano en su rodilla así que la retiro rápidamente.

-Ese mismo...¿Podrías? -lo veo por el retrovisor y él solo sonríe dándome un "sí".

Viramos a la derecha rápidamente y nos parqueamos en una cuadra cercana.

Ambos nos bajamos y caminamos hasta el café.

A lo lejos diviso a Leo sentado al lado de Anne, mientras me hace tiempo. Él me dirige una sonrisa pícara y trata de mantener el control al lado de Anne mientras le lanzo una mirada.

Dylan me abre la puerta y se comporta como todo un caballero.

-Gracias Dylan -sonrío y trato de desenfocar a Leo.

-De nada linda -dice Dylan haciendo que a mi corazón se le escape un latido.

Nos sentamos en la mesa que quedaba frente a la de Leonardo y Anne.

¡Esto va a ponerse bueno!

Que comience el juego, y que gane el mejor...

¿Cuál fue la razón? (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora