Nos tomó menos de 5 minutos el primer juego, así que supuse que serían bastantes juegos los de esta tarde-noche.
-¿Y ahora ya estás secando? -ríe Leo detrás de mí.
-Aún no, y más te vale que tengas planeado un tour por ventiladores o algo así -bromeo.
-De hecho no, pero subiremos hay unos columpios enormes enfrente de ti -dice levantando la mirada.
Y ahí está una rueda con muchos columpios que están atados con cadenas de acero.
-¿Quieres que subamos? -pregunto intrigada -Aquí solo suben niños.
-Por favor, solo vamos -me señala la fila que solo consta de 4 personas.
Asiento con la cabeza y hago la fila a su lado.
La ronda actual acaba y la señorita con un gafete nos indica que podemos subir a los columpios.
Ambos tomamos asiento en dos columpios, y yo sigo sin entender por qué me trajo a unos columpios infantiles.
¿O realmente sí sé por qué?
-¿Qué hacemos aquí? -pregunto esquivando las cadenas que nos separan para poder verlo.
-Cuando acabe de lo diré, o simplemente lo recordarás -cierra los ojos y sonríe involuntariamente.
El juego inicia, y a pesar de que seguía confundida las vueltas comenzaron a darle sentido a todo. Mientras nos elevábamos más y más alto comencé a recordar.
Voltee a ver a Leonardo, quien estaba con los ojos cerrados.
Leonardo cierra los ojos cuando besa...
Luego vi como sonreía sin saber que lo estaba viendo.
Él sonríe con recuerdos de su infancia...
Así que aquí lo que hay es un beso, y un recuerdo...
¿Mutuo verdad?
¡Claro! ¡El primer beso que nos dimos conscientemente en los columpios del parque de diversiones, en donde le dieron su primer beso!
El juego se detiene exactamente cuando termino de descifrar las pistas.
La señorita nos quita los cinturones de seguridad y yo me dirijo a Leo.
-¡Jah! -exclamo haciendo un baile ridículo frente a él.
-¿Qué? -ríe apenado mientras observa como me pavoneo.
-¡El beso del columpio en el parque de diversiones! -exclamo con aires de victoria.
-¿Cómo lo...? -lo interrumpo.
-¡Porque yo lo sé todo! -comienzo a reír como loca al punto de asustarlo, pero él me sigue.
-Felicitaciones, pero ¿Cuánto más piensas torturarme? -pregunta haciendo puchero.
-Hasta el final...¿Qué hora es? -pregunto asustada mirando una llamada perdida de mi mamá.
-Son las...6:10, ¿Todo en orden?
-Sí, solo llamaré a mi mamá para avisarle todo -respondo con una sonrisa mientras le marco.
Leo está parado ahí, esperando a que llame para poder continuar con el misterioso juego que trama.
-¡Mamá! -exclamo en cuanto contesta.
-¿Sí hija? ¿Todo está bien? -pregunta ella desesperada.
-Ma...Leo me invitó a un parque de diversiones, y...-me interrumpe.
-Claro, lo sé porque Dylan vino a chismearme a casa que te fuiste de huida con Leo -ríe.
-Ese metiche...-susurro riendo.
-No importa, le dije que estaba enterada, aunque claro está que no fue así.
-Lo siento, lo siento, lo siento mucho -ruego mientras Leo levanta las cejas.
-Tu hora de llegada son las 8:30, tenemos una cena importante con la compañía de Jack, y espero todo salga a la perfección -aclara comprensivamente.
-Ahí estaré, y mamá...¡Gracias! -cuelgo y le sonrío a Leo.
-¿Y ahora? -pregunto acercándome a él.
-Sígueme, tenemos medio parque aún...-comienza a caminar esbozando una sonrisa.
No sé exactamente qué está ocurriendo, pero sé que a todo lo bueno le llega su momento.
Lo sigo hacia nuestro tercer juego, mientras voy armando las piezas del rompecabezas para tratar de entender qué quiere que descubra.
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¿Cuál fue la razón? (TERMINADO)
DragosteUn cliché total que le dará vueltas a tu punto de vista sobre el romance, en donde el rompecorazones es roto y la rota es cosida. ¿Qué se siente que jueguen contigo? ¿Qué se siente jugar con alguien? Y peor aún... ¿Qué se siente enamorarse? Alessa e...