Sinvergüenzas

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-¡Alessa no puede ser que estés aquí! -se exalta Leo mientras Anne voltea a verme furiosa.

-Leo, ¡Vaya sorpresa! -me levanto a saludarlo fingiendo que no fue un plan.

-¿Quién es? -pregunta Dylan al unísono  de Anne. 

Involuntariamente ambos preguntan lo mismo y luego solo se observan incómodos ante la situación.

Leo se acerca a mi y mientras Anne no lo está observando se muerde el labio y se ríe conmigo. Luego me abraza y yo solo puedo pensar que ambos somos un par de sinvergüenzas que no quieren atarse, pero tampoco aceptan soltarse.

-Te presento a Ale...-Anne lo interrumpe.

-¡Pues claro que sé quién es! -sonríe fingidamente y me extiende la mano.

Le doy la mano y siento cómo me lanza una mirada de rayos láser. La suelto ante la tensión y juro que logró observar cuando ella me gira sus ojos.

-Y yo te presento a Dylan, mi compañero de trabajo -lo señalo mientras Leo sigue sonriendo.

-Es un gusto Dylan -sacuden sus manos y luego tratamos de no morir en la situación incómoda.

-Iré por un café -digo saliendo del círculo.

-Yo igual -escucho a Leo detrás de mi.

Anne comienza a hacer muecas y a llamar a sus amigas para indicarles que nada está saliendo bien.

El típico cliché de las chicas de su tipo...

Dylan comienza a reorganizar sus lápices y marcadores para disimular su disgusto.

Otro típico cliché en él...

-Esto está mal -ríe Leo a mi lado.

-¡Por supuesto que lo está! Pero tú querías verme, así que aquí estoy...

-¿En serio vamos a tener esta charla ahora mismo? -pregunta rodando los ojos.

-Jamás tendremos esa charla si tú no quieres, pero tampoco tendremos secretos entre nosotros -señaló a Dylan y Anne desde lejos.

Anne sigue en el celular mientras Dylan está nervioso viendo sus cuadernos.

-¿Ellos? No son secretos...Anne es mi novia, y tú estás celosa -hace voz burlona.

Repentinamente la señorita que atiende llega y sufre el espectáculo de Leo y su vocecita.

-¿Qué va a ordenar? -pregunta ella desconcertada viéndolo de pies a cabeza cuestionándose si es gay.

-Lo siento...-dice Leo engrosando un poco la voz -Serían dos cafés fuertes sin azúcar.

-¿Y usted señorita? -pregunta mientras cobra la otra orden.

-Yo solamente una botella de agua pura, gracias -entrego el dinero y me vuelvo a Leo.

-No estoy celosa -murmuro.

-Yo no estoy celoso, porque siendo honestos...A nadie le daría celos ese nerd con el que vienes -trata de guardar su risa.

¿Cuál fue la razón? (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora